¿Qué pasó con la Unidad de Atención Presidencial que Néstor Kirchner mandó a acondicionar en el hospital Argerich?

Las cuatro salas del hospital de La Boca fueron utilizadas por ex mandatario sólo una vez. ¿Dónde se atiende el presidente Macri?

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Un año después de asumir como presidente, Néstor Kirchner creó la Unidad de Atención Presidencial (UAP) en el hospital General de Agudos Dr. Cosme Argerich, el centro público de mayor complejidad del país situado en el barrio de La Boca. Eran cuatro salas contiguas en el segundo piso del hospital que por poco tiempo se denominaron suite presidencial.

Corría 2004 y Kirchner había elegido ese centro porteño por su excelencia en emergentología, su capacidad de atención en todo tipo de especialidades médicas, la proximidad con la Casa Rosada, las facilidades de un helipuerto y, especialmente, por tratarse de un centro de salud pública. Por entonces los Kirchner se jactaban de haber prescindido siempre del sistema privado de salud.  En Santa Cruz se atendían en hospitales públicos.

Reacondicionadas en materia de seguridad, con puerta blindada, salida especial de emergencia y sistema de refrigeración individual, y equipadas con respiradores y nueva aparatología, las cuatro salas del Argerich se inauguraron como centro oficial para la atención del presidente y su familia. Sin estridencias, con una hotelería similar a la del resto del hospital y paredes azulejadas, la suite presidencial anexó dos salas gemelas con capacidad como para ser usadas como una terapia intensiva, se dispuso de otra  sala para reunión del mandatario con sus funcionarios y se preparó otro ambiente más para albergar a custodios.

Kirchner, sin embargo, la utilizó las instalaciones sólo una vez. El mismo año de su inauguración se realizó allí una fibrocolonoscopía y dos años después su hija Florencia fue operada allí de las amígdalas.

Los Kirchner nunca más se atendieron en el sistema público de salud. Las dos intervenciones cardiovasculares de Kirchner en febrero y septiembre de 2010—por la obstrucción de la carótida derecha primero y para la colocarle  un stent después—se realizaron en el sanatorio privado Los Arcos.

Cristina Fernández, por su parte, jamás usó la UAP. A pesar de la excelencia del Argerich, eligió el Hospital Austral en Pilar cuando se le debió extirpar la glándula tiroidea en 2012 y un año después se internó en la Fundación Favaloro cuando los neurocirujanos le redujeron un hematoma cerebral. Pero Cristina Fernández recordó la existencia de la UAP e intercedió para que Charly García fuera tratado allí tras una severa intoxicación con drogas. El paso del músico fue fugaz: las salas no podían adaptarse como neuropsiquiátrico y debió ser derivado.

Sí sirvieron, en cambio, para internar con cuidados intensivos durante tres meses a Jorge "Locomotora" Castro cuando el ex campeón del mundo de boxeo sufrió un violento accidente vial.

Es que la UAP nunca fue pensada para ser de uso exclusivo del primer mandatario, explican en el Argerich. Tras la remodelación, se la usó siempre como sala de terapia intermedia para acoger a hasta 6 pacientes que podían ser rápidamente reubicados en caso de necesitarse para la atención presidencial.

"Desde su creación hasta hoy—salvo por la vez que la usó Kirchner— funciona muy bien como sala de terapia intermedia. Pero está disponible para atender todo tipo de afecciones de mandatarios o funcionarios extranjeros que visiten el país. De hecho, hemos recibido varias comitivas extranjeras que quisieron conocer las instalaciones y capacidad hospitalaria ante cualquier eventualidad durante el G-20", dice el director del Argerich, el cirujano general Néstor Hernández.

"Para nosotros fue un gran orgullo que nos eligieran para atender al presidente y esa inversión se amortizó mucho con el uso diario para otros pacientes. Este es un hospital de referencia, de alta complejidad quirúrgica, con excelente atención médica y como centro de formación profesional. Está a la altura del más completo hospital privado del país como es el Italiano", agregó Hernández.

¿Qué pasó? ¿Por qué Kirchner dio marcha atrás con su propia iniciativa? La respuesta hay que buscarla en el enfrentamiento que el ex mandatario y luego Cristina mantenían con el entonces jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, de quien dependía el hospital porteño.

El encono llegó al punto de que cuando Kirchner debió ser sometido a una primera angioplastia, su médico de cabecera, Donato Spaccavento, también ex director del Argerich, le atribuyó al hospital una acuciante falta de insumos como para que el mandatario fuera intervenido allí con éxito. La acusación era falsa, según la enérgica desmentida oficial, y hoy, al margen de ese suceso, Spaccavento está procesado por el juez Sebastián Casanello, sospechado de haberse apropiado de fondos que le correspondían a ese centro de salud de primerísimo nivel.

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¿Por qué el presidente Mauricio Macri tampoco se atiende allí? "El doctor Simón Salzberg, a cargo de la Unidad Médica Presidencial (UMP), es quien junto a su equipo evalúa dónde será atendido el presidente, de acuerdo a la patología a tratar. No se elige un solo lugar", dijeron desde la Secretaría General de Presidencia respecto del protocolo médico para la atención presidencial.

"Me parece un  criterio acertado, ya que si bien el Argerich tiene todo, muchas veces el mejor especialista para determinadas afecciones puede trabajar en otro lugar. Y hay que buscar siempre lo mejor para la salud de nuestro presidente", dice Hernández.

¿Cómo trabaja el equipo de 18 médicos y 8 enfermeras que velan por la salud de Mauricio Macri, de la primera dama Juliana Awada y su hija Antonia?

Los 11 cardiólogos, 4 cirujanos, 2 médicos clínicos y 1 pediatra—todos especialistas también en emergentología— se rotan para que haya un profesional las 24 horas de los 365 días del año allí donde esté el presidente y su familia. En Olivos hay siempre una ambulancia del SAME y durante los viajes, acompaña al mandatario el director de la UMP, el doctor Salzberg.

El cambio de protocolo prioriza la elección de los médicos que atenderán al presidente por encima de una institución en particular.

"La cantidad de médicos de la UMP es la misma que había en la gestión de CFK. Sólo cambiaron los profesionales que la integran. Y el hecho de que Olivos ahora está equipado con un shock-room para la atención inmediata", agregaron en la Secretaría  que dirige Fernando de Andreis.

Desfibriladores, resucitador manual, un respirador portátil además de collares para inmovilización de cervicales, muletas y camillas son parte de la aparatología médica en Olivos para la UMP.

Hasta ahora la sala de shock no fue usada para ninguna urgencia en el entorno presidencial. En las distintas afecciones  e internaciones que padeció, el presidente Macri fue derivado a la Clínica Olivos cuando debió ser monitoreado por una arritmia en junio de 2016. Veinte días después se sometió a una artroscopia en la rodilla derecha  en el Sanatorio Otamendi y en diciembre de ese mismo año se operó las cuerdas vocales en el consultorio privado del doctor Raúl Perrone, en Recoleta.

Para los controles de rutina, en tanto, por recomendación de su médico de cabecera, Mauricio Macri utilizó el Instituto del Diagnóstico y la Fundación Favaloro. En ningún caso utilizó el sistema público de salud. Aunque cuando era jefe de gobierno solía atenderse en el departamento de traumatología del Hospital Fernández, institución muy reconocida en esa especialidad.