Tratamiento con hormona de crecimiento: ¿una solución o un riesgo para la salud?

La hormona de crecimiento, como todo descubrimiento médico y científico, proviene de la necesidad de mejorar la salud de las personas. En este caso, el objetivo fue que aquellos niños que nacían con deficiencia de hormona de crecimiento tengan una solución en su desarrollo. "En los 80 se empezó a trabajar con hormonas de crecimiento. La misma se forma en en una glándula del cerebro (pituitaria) en la parte anterior y esa glándula va formando y mandando pulsos desde que nos vamos desarrollando y luego (en la parte extrauterina)", explicó a Infobae el médico Rubén Mühlberger.

Los médicos aseguran que es una solución para el desarrollo de los más pequeños. Sobre todo en aquellos que han demostrado tener problemas de crecimiento, hecho que se manifiesta en la edad escolar al compararlo con otros compañeros. "No hay que quedarse con que la herencia genética es irreversible y el niño está destinado a tener esos problemas. La ciencia demostró que se puede crecer, pero con muchas recomendaciones", agregó el especialista anti-aging.

La pediatra y endocrinóloga Ana Keselman le aseguró a Infobae que -en Argentina- son cuatro las indicaciones para el comienzo de este tratamiento: a los chicos que le falta hormona de crecimiento, a las niñas con síndrome de Turner, aquellos pacientes con insuficiencia renal crónica y también en los bebés que nacieron pequeños para su edad gestacional (retardo de crecimiento ultrauterino).

La doctora explicó que "el tratamiento debe comenzarse cuanto antes. Las dosis van a depender de la patología que tengan los pacientes; si son chicos bajos o que dejan de crecer y allí cada uno tendrá que tener los estudios pertinentes para darle el diagnóstico indicado".

La patología forma parte de las Enfermedades Poco Frecuentes y Anomalías Congénitas. "En los 90, el uso de la hormona que se sacaba de los cadáveres podía transmitirión de enfermedades, por lo tanto se utiliza la ingenería molecular y se obtiene una hormona recombinante", sostuvo Mühlberger.

Cómo debe administrarse la hormona

"No existen pastillas favorecer a esta hormona. La aplicación es con inyecciones, en forma subcutánea y preferentemente por la noche, porque son los pulsos fisiológicos que vamos teniendo los seres humanos", dijo Keselman.

Para Mühlberger, "al ser una proteína importante requiere proteína. Y si una persona come mal, le hará un efecto opuesto al esperado. Aquellos que trae con la herencia genética, causando un daño a nivel del genoma que está presente y potenciado por esta hormona".

A su vez, el médico anti-aging hizo hincapié en que "no todo paciente es para hormona de crecimiento. Hay que tenerle muchísimo respeto y ante cada vez que se la receta a un paciente hay que monitorearlo permanentemente. Es una hormona muy elitista. Así como es muy buena, puede ser muy peligrosa".

El cáncer, ¿un peligro real?

"No hay evidencias seguras o directas con el cáncer. Ni en los chicos oncológicos. Ellos tienen un seguimiento muy estricto. La hormona es segura y tienen que tener ciertos controles como fármaco vigilancia además del control de crecimiento. Pero la hormona no produce cáncer", aseguró Keselman, quien desestimó la posibilidad de que la hormona -bien administrada y controlada- cause este tipo de enfermedades.

"No existen reportes que relacionen el uso de la hormona de crecimiento con el cáncer. Solo reportes aislados asociados a leucemia (menor del 0,01%)", explicó a Infobae el médico oncólogo Claudio Martín. El especialista dijo que "los usos de la hormona de crecimiento terapéuticos son restringidos. Si existiera una indicación formal, podría utilizarse en pacientes con diagnóstico de cáncer, controlándolo periódicamente".

Todos los especialistas coincidieron en que el uso de la hormona debe ser recetado por un médico profesional, con estudios previos y controles cotidianos, para evitar efectos adversos o posibles enfermedades.

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