Polémica en Tartagal: los concejales de La Libertad Avanza se retiraron del recinto y se negaron a jurar sus cargos

El hecho se dio luego de una votación trabada para la elección de autoridades en la que el voto de desempate del presidente interino favoreció al oficialismo

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Escándalo en Tartagal: los concejales de La Libertad Avanza se retiraron del recinto y se negaron a jurar sus cargos tras el desempate que definió la presidencia del Concejo Deliberante

La inesperada decisión de los concejales electos de La Libertad Avanza (LLA) de Tartagal de abandonar la sesión preparatoria y negarse a prestar juramento generó un vacío institucional inmediato: al no cumplir con este acto jurídico, los ediles no podrán asumir sus bancas ni ejercer el cargo para el que fueron elegidos, debiendo ser reemplazados por los suplentes.

Este episodio se produjo tras una votación trabada para la elección de autoridades, en la que tuvo que desempatar el presidente interino, el profesor Américo Ramos, quien favoreció al oficialismo y designó como presidente a Sergio González.

“La jura no es un acto protocolar, es un acto jurídico. Si no juran, no pueden ejercer el cargo, como sucede con el gobernador, el intendente, los jueces o cualquier funcionario electo. No podrán sentarse en las bancas y deberán ser reemplazados por los suplentes. En todos mis años como asesor legal, nunca vi algo así en Tartagal”, declaró el asesor del Concejo Deliberante, Juan Martín Crossa, al medio local El Tribuno. Además, señaló que los concejales de La Libertad Avanza no solicitaron asesoramiento legal antes de tomar la determinación de retirarse.

La sesión, originalmente convocada para el martes 9 a las 18, sufrió un retraso de dos horas debido a un corte de energía eléctrica. Una vez reanudada, se presentaron dos mociones para la presidencia: la bancada oficialista propuso a Sergio González, mientras que la oposición, compuesta por los cuatro libertarios y dos ediles mimessistas —exfuncionarios de la gestión de Mario Mimessi—, postuló a Margarita Rauch, ex secretaria de Acción Social.

Ambas candidaturas obtuvieron cinco votos en las dos primeras rondas, lo que llevó a Ramos, como concejal de mayor edad y presidente interino, a decretar un cuarto intermedio hasta el día siguiente.

El miércoles, la paridad persistió y, conforme a la Carta Orgánica y el reglamento interno (artículo 31), Ramos emitió el voto de desempate a favor del oficialismo, consagrando a González como presidente.

Tras este desenlace, y a instancias del reelecto Manuel Moreno, los cuatro concejales de La Libertad Avanza abandonaron el recinto. La sesión prosiguió con la designación del resto de las autoridades, mientras los ediles libertarios, convocados a la ceremonia de jura, deliberaron brevemente fuera del recinto y se retiraron sin prestar juramento.

La ceremonia continuó Sergio González asumiendo como presidente, quien a su vez formalizó la asunción de Emanuel Gallardo en su banca y en el cargo de vicepresidente primero. Luego, Ramón Ramos fue nombrado vicepresidente segundo; Roxana Gruguel, como secretaria legislativa; Cintia Guzmán, como secretaria administrativa; Dr. Juan Martín Crossa, como asesor legal; Luis Ligerón, como asesor contable; y Bruno Correa como asesor político, de acuerdo con la información de FM Alba.

Los concejales de La Libertad
Los concejales de La Libertad Avanza se retiraron del recinto y se negaron a jurar sus cargos (El Tribuno)

El intendente de Tartagal, Franco Hernández Berni, se hizo presente en el Concejo y exhortó a los ediles de La Libertad Avanza a reconsiderar su postura, advirtiendo: “Esto no es un juego de chicos, es la institucionalidad de una ciudad importante como Tartagal. Respeten a quienes confiaron en ustedes y ayuden a gobernar. Estamos gestionando recursos todos los días en un contexto en el que, justamente, el espacio político que ustedes representan está recortando fondos a las provincias y municipios”.

La jornada también estuvo marcada por la actitud del contador Sergio Jure, ex secretario de Hacienda de la gestión Mimessi, quien, pese a que su bancada proponía a Rauch —con quien compartió equipo político y campañas durante cuatro años—, optó por abstenerse en la votación. De haber apoyado a su ex aliada, la presidencia del Concejo Deliberante habría quedado, por primera vez, en manos de un sector no oficialista, algo que finalmente no ocurrió.