“El Frente Renovador es parte del Frente de Todos. Continuaremos trabajando en este espacio político en la medida en que la coalición demuestre la voluntad de ganar las elecciones. ¿Por qué? Porque eso es fundamental”. La sentencia pública pertenece al ministro de Transporte, Diego Giuliano, uno de los dirigentes del espacio más cercanos a Sergio Massa.
La declaración fue una advertencia clara en la antesala del congreso del Frente Renovador (FR), que se llevará a cabo el próximo sábado y en el que gran parte de la dirigencia dirá en voz alta que es necesario ponerle fin a las internas del Frente de Todos y consensuar un candidato único porque sino la derrota estará asegurada.
Dicen en el massismo que en el congreso partidario el ministro de Economía brindará un discurso que tendrá impacto en la discusión electoral de la coalición oficialista. Justo cuando falten cuatro días para el cierre de alianzas y catorce para el cierre de listas.
El margen de tiempo es cada vez más acotado y el momento de las definiciones de fondo se acerca, y encuentra al peronismo desordenado, sin candidatos que midan bien y fraccionado. Una foto que expone las deficiencias del Frente de Todos para montar un proyecto que sea medianamente competitivo pese al desgaste que les produce la alta inflación.
Giuliano fue contundente durante una entrevista que le brindó a radio Télam. “El sábado vamos a llevar adelante el Congreso Nacional del Frente Renovador en donde se van a tomar decisiones que tienen que ver con el proceso electoral”, explicó. Y luego, agregó: “Nosotros tenemos que analizar cuál va a ser nuestra participación dentro del proceso electoral”.
“Sergio tomará la decisión de cuál va a ser su participación. Pero el problema no es cuál es la participación de Massa, sino el objetivo fundamental de tener una propuesta competitiva y ganar las elecciones”, explicó el funcionario nacional, que planteó la necesidad de que haya un consenso entre los distintos sectores de la alianza oficialista.
El ministro de Transporte es un funcionario de perfil bajo. Moderado y alejado de los conflictos internos del gobierno nacional. Sus afirmaciones están avaladas por Massa, que hace tiempo está molesto con el sector del oficialismo que milita la realización de las PASO. Cree que llevarlas adelante es un acto de irresponsabilidad política.
La mayoría de los dirigentes del FR considera que realizar unas PASO sería “una catástrofe” para el oficialismo porque terminaría en una primaria “de enanos con 4 puntos”. “Vamos a terminar en unas PASO de menos de 20 puntos para el Frente de Todos. Sería un error grave”, graficó un importante funcionario del esquema político que lidera Massa.
La hipótesis que plantean en el massismo es que si el Frente de Todos sale tercero, detrás de Juntos por el Cambio y la Libertad Avanza, en las PASO, llegará a las elecciones generales completamente devaluado y golpeado. Es decir, creen que ese escenario de derrota condicionaría definitivamente la posibilidad de un triunfo en el balotaje.
La postura que empujan varios dirigentes del FR es la que explicitó Massa en las últimas semanas. El ministro de Economía pidió que haya una candidatura de unidad en el peronismo y advirtió que no hay margen para las internas políticas en el Gobierno, después de tres años de divisiones y con un escenario económico endeble.
“Hay que darse cuenta que corremos el riesgo de no ganar. Tienen que entender eso. Tienen que dejar de ser egoístas y mirar más allá. Sino vamos a terminar perdiendo las elecciones”, se quejó un dirigente massista, que adelantó que varios integrantes del espacio llevarán esa postura al congreso partidario.
En el entorno del ministro de Economía juran que la postura que tienen la mayoría de los dirigentes del FR no va de la mano de una candidatura de unidad encabezada por Massa, sino que es lo que consideran más viable, en términos de estrategia política, respecto a la crisis interna que tiene el Frente de Todos. Lo cierto es que la postura partidaria es un colchón donde reposa la candidatura de Massa a la presidencia de la Nación.
La imposibilidad de lograr acuerdos básicos en el proceso electoral tensa cada vez más la convivencia dentro del oficialismo, donde miran de reojo la profunda crisis política que atraviesa Juntos por el Cambio y sienten que están dejando pasar la oportunidad de capitalizar “los errores del rival”.
No es la primera vez que el FR muestra lo dientes y pide que se avance en las definiciones electorales. El 23 de mayo el espacio emitió un comunicado en el que le pidió a Alberto Fernández que convoque a una mesa política para diseñar una estrategia electoral competitiva.
“Le solicitamos al presidente del Partido Justicialista, como la fuerza política más importante del Frente de Todos, que convoque a los principales referentes de la coalición de manera individual, así como también a una mesa de fuerzas políticas, a los efectos de discutir y diseñar, en conjunto, la mejor estrategia de cara a este proceso eleccionario”, fue el mensaje de ese momento.
No hubo mesa política. Ni discusión sobre la estrategia electoral. El Presidente no tomó el pedido.
Más atrás en el tiempo en el massismo habían advertido que le iban a pedir al ministro de Economía que, en el caso de que no se pueda cerrar un candidato de consenso, el FR tenga candidatos propios en las PASO. Incluso en la discusión nacional. Mensajes políticos que buscaron marcar la cancha frente a la enorme incertidumbre electoral que atraviesa a la alianza oficialista.
Las palabras de Giuliano son una nueva señal. Clara y contundente. Massa juega sus cartas en el tablero electoral del Frente de Todos.
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