Cristina Kirchner “cazó la lapicera” de la política económica: claves y una alerta en la oposición

La vicepresidenta ubicó a Silvina Batakis en Economía después de una desgastante tarea de demolición. La nueva funcionaria arranca con apoyo político y dos incidentes que pueden ser simbólicos. En la oposición se encendió una alarma por el acuerdo con el FMI. El rol de Sergio Massa

Compartir
Compartir articulo
Cristina Kirchner junto al presidente Alberto Fernández (Franco Fafasuli)
Cristina Kirchner junto al presidente Alberto Fernández (Franco Fafasuli)

Finalmente, y tras semanas de una paciente y, a la vez, desgastante tarea de demolición, la vicepresidenta Cristina Kirchner “cazó la lapicera” de la política económica y dio inicio así a una etapa decisiva para el cuarto gobierno kirchnerista. Tuvieron que intervenir el santiagueño Gerardo Zamora, otros mandatarios de provincias y hasta la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, para convencer a Alberto Fernández de que hablara por teléfono con la jefa del Frente de Todos. Fue otra escenificación de la discordia.

Más allá de los trascendidos de un diálogo que solo Cristina y Alberto saben su contenido, quedó explicitado que la designación de Silvina Batakis como ministra en lugar de Martín Guzmán consagra la intervención material de la vicepresidenta en la gestión económica.

El último sábado, cuando todavía la Vicepresidenta no sabía nada de la renuncia, evocó para corregir al Presidente, una frase de Juan Perón: “Yo no persuadía a la gente con palabras, porque las palabras poco persuaden, yo la persuadí a la gente con hechos y con ejemplos”. Y luego recordó que, cuando asumió en la Secretaría de Trabajo y Previsión “cazó la lapicera y no la largó más; cazó la lapicera y entró a firmar. Perón usaba la lapicera en función del pueblo”.

La designación de Batakis -que desactivó el desembarco de un Sergio Massa con facultades ampliadas- entraña el mensaje de que fue Cristina la que “cazó la lapicera” de la política económica.

Es que, si bien los primeros análisis resaltaron su antecedente como ministra de Economía de Daniel Scioli, en rigor de verdad pesaron para la designación más su encolumnamiento con la Vicepresidenta y su excelente relación con todos los gobernadores, incluso de la oposición. Batakis es una experta en cuestiones presupuestarias, más específicamente del gasto público de las provincias. A la órbita de Eduardo “Wado” De Pedro llegó con esos pergaminos y con una fe cristinista propia de los conversos. Durante su gestión como ministra bonaerense padeció el asedio -a veces violento- del gremio docente que lidera, todavía, el kirchnerista Roberto Baradel.

En el operativo para aislar a Alberto Fernández, la Vicepresidenta se ocupó personalmente de reeditar la Liga de Gobernadores.

Apoyo política y una advertencia

Silvina Batakis asumirá al frente del Ministerio de Economía (@MinInteriorAR)
Silvina Batakis asumirá al frente del Ministerio de Economía (@MinInteriorAR)

A la flamante ministra esos mismos mandatarios le prodigaron muestras de afecto, apoyo y respeto. Hasta el opositor Gerardo Morales le dio su visto bueno aunque el también presidente del partido radical hizo una advertencia clave: Juntos por el Cambio no aceptará que se rompa el acuerdo con el FMI.

Como había adelantado Infobae, Cristina Kirchner quería entronizar como reemplazante de Guzmán a alguien que estuviera de acuerdo en abrir una renegociación de todo el pacto con el Fondo Monetario Internacional. Que también quisiera aplicar una política de recomposición de ingresos de shock -ponerle plata en el bolsillo a los más empobrecidos- y endurecer la relación con los empresarios para establecer un acuerdo de precios y salarios.

Aunque elogió a Batakis, Morales fue el primero de la oposición que expresó un límite. Juntos por el Cambio había sido clave para que Alberto Fernández lograra el apoyo parlamentario al acuerdo que había firmado el ministro que ya no está, Martín Guzmán. Ese debate en el Congreso dinamitó el Frente de Todos y provocó la renuncia en pleno verano del líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, a la presidencia del bloque oficialista. Esa fractura fue el primer paso de una ofensiva que terminó con el ascenso de Batakis, colaboradora del camporista De Pedro.

¿Cómo queda Sergio Massa?

Pero la designación de la ex ministra bonaerense dejó en el camino a Sergio Massa. El líder del Frente Renovador y actor clave del FDT estuvo todo el domingo involucrado en una negociación que finalmente fracasó. Insistió con lo que adelantó Infobae, de que era necesario un rediseño de todo el Gobierno. Y para asumir como Jefe de Gabinete reclamó tener bajo su órbita todo el equipo económico, más la AFIP y el Banco Central.

Sergio Massa había insistido con la idea de que era necesario un rediseño de todo el Gobierno (EFE/Juan Ignacio Roncoroni)
Sergio Massa había insistido con la idea de que era necesario un rediseño de todo el Gobierno (EFE/Juan Ignacio Roncoroni)

Desde La Cámpora y la propia Cristina Kirchner lo querían en el lugar que hoy ocupa el tucumano Juan Manzur -quien no se resistiría a volver a su provincia donde es gobernador en uso de licencia- pero sin las otras áreas que el tigrense reclama para dar un paso que tiene más de riesgos de frustración que de éxitos.

Sin acuerdo, Sergio Massa les transmitió tanto a la vicepresidenta como a Alberto Fernández que si no se podían aceptar esas condiciones, tiene la intención apoyar desde donde está, que es la presidencia de la Cámara baja.

El anuncio lo iba a hacer la portavoz Gabriela Cerruti y Manzur, todavía ministro coordinador.

Dos incidentes simbólicos

Un capítulo aparte tuvieron dos incidentes “simbólicos” en el anuncio de la reemplazante de Guzmán. Primero, la periodista que ahora es funcionaria, Gabriela Cerruti, publicó un tuit con un sintomático error de tipeo. En medio del apuro y mientras trascendía de manera oficiosa el nombre de la sucesora del ayudante de cátedra de Joseph Stiglitz, publicó:

“El Presidente @alferdez designó a Silvina Batakis al frente del Ministerio de Ecomía (sic). Batakis es una reconocida economista que cumplió esa función en la provincia de Buenos Aires entre 2011 y 2015″.

Pasadas las 3 de la mañana de este lunes, como el dinosaurio de Monterroso, el error todavía estaba allí. Más aún, el presidente Alberto Fernández retuiteó el mensaje que se publicó a las 21:54 del domingo con ese error de tipeo.

El mensaje en Twitter de la portavoz de la Presidencia, con un error de tipeo
El mensaje en Twitter de la portavoz de la Presidencia, con un error de tipeo

Y tras más de 30 horas de incertidumbre, de un país en vilo por la caída de un funcionario clave de la administración, la conferencia de prensa que iban a dar Cerruti y Manzur no se pudo hacer por 10 personas que gritaban en la puerta de la Quinta de Olivos e insultaban a Cristina Kirchner y Alberto Fernández.

En medio del tembladeral político y económico en el que está sumida la Argentina desde hace semanas, ambos funcionarios dijeron que “no estaban dadas las condiciones” para explicar los motivos y el objetivo de la llegada de una funcionaria que, en principio, tendrá del establishment empresarial y financiero local y externo prejuicios y desconfianza.

De Perón a Batakis

Más allá de esas postales finales, Cristina Kirchner logró la conquista de esa cabeza de playa después de haber jugado al límite y de un desgaste personal que se fue acelerando con similar vértigo que la caída en la imagen de todo el gobierno.

La última encuesta que difundió la Universidad de San Andrés (UDESA) reveló que la insatisfacción con la marcha del país tocó un piso histórico del 10% -algo único desde que se hacen esas mediciones. En ese sondeo de opinión pública, Alberto Fernández tenía apenas un 17% de imagen positiva, frente al 20% de la Vicepresidenta. Un escenario que muestra lo difícil que es para el oficialismo zafar de una derrota en las elecciones del año que viene.

Aunque sólo ellos saben si hablaron de eso, Cristina Kirchner en Ensenada reiteró sus pedidos para que Alberto Fernández cambie la política económica y desactive de una vez sus sueños de reelección. “En 2019 hice todo lo que tenía que hacer para que el peronismo vuelva a ser gobierno. Espero que también, los que hoy tienen responsabilidades más altas que yo, vuelvan a hacer lo mismo que hice yo”. Con la designación de Batakis, Alberto Fernández pareció dar un primer paso. A buen entendedor, pocas palabras.

SEGUIR LEYENDO