Alberto Fernández descartó el regreso a fase 1 y apuntó contra Rodríguez Larreta por las clases presenciales: “¿Al final quién tenía razón?”

El jefe de Estado lamentó “el tiempo perdido” en la Capital Federal luego de que sus funcionarios reconocieran que analizan el cierre de los colegios

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El presidente Alberto Fernández (EFE)
El presidente Alberto Fernández (EFE)

El presidente Alberto Fernández descartó el regreso a la fase 1 de cuarentena porque existe un “problema sociológico”. “No lo resistiríamos”, esbozó.

No obstante, confirmó que continuarán vigentes las restricciones y apuntó contra el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, luego de que funcionarios de su gabinete reconocieran que analizan cerrar las escuelas: “Me criticaron, me llevaron a la Corte y le hicieron decir a la Corte que lo que ellos querían... ¿Y quién tenía razón?”.

Por primera vez en mucho tiempo, el gobierno porteño aseguró que evalúa una medida drástica para frenar el nivel de contagios. Esa decisión podría incluir el cierre de colegios, una bandera sanitaria y política de la gestión de Rodríguez Larreta.

Este martes, en una entrevista con el periodista Gustavo Silvestre en Radio 10, el Presidente lamentó que el mandatario porteño y otros gobernadores provinciales que en los últimas días pidieron medidas más fuertes hayan perdido tanto tiempo.

Yo siempre le pregunto a Horacio, si en el colegio no hay contagios, si en los bares no hay contagios, si en los restaurantes no hay contagios y si en los cines no hay contagios, ¿dónde se contagia la gente?”, recordó.

“En Francia salí a caminar a las 11 de la mañana hasta la torre Eiffel para distraerme un rato. Habremos caminado 20, 25 cuadras y no encontré un bar para tomar un café. Yo lo que les pido a todos es que entendamos por lo que estamos pasando y nos hagamos cargo”, declaró.

Alberto Fernández, en una de las actividades de la gira por Europa (Reuters)
Alberto Fernández, en una de las actividades de la gira por Europa (Reuters)

Y continuó: “Esta mayor cantidad de casos es el resultado de decir que la vida siga como si no pasara nada. Está pasando en la Argentina un problema muy serio, que es la pandemia, un virus que nos mata y nos contagia”.

El próximo viernes 21 de mayo vence el decreto con las restricciones vigentes y el Presidente convocará a gobernadores para evaluar la situación. Ayer, hubo más de 28 mil casos en todo el país, una de las cifras más altas desde que comenzó la pandemia.

En la Capital Federal hay un indicador que explica la preocupación. Es la media móvil de casos confirmados de los últimos siete días. La gráfica muestra un descenso de los contagios de COVID-19 a partir de los últimos días de abril, producto de las medidas que restringieron la circulación nocturna y acotaron el horario de atención en comercios. Lo que en un principio era una caída pronunciada, se transformó en una meseta durante la primera semana de mayo. Y a partir del miércoles pasado se advierte un giro en la curva que demuestra que los casos están nuevamente en ascenso.

Por otro lado, Alberto Fernández defendió el cierre de las exportaciones de carne al asegurar que “la situación se desmadró”. El Presidente aseguró que la medida busca ordenar al sector y que bajen los precios para el consumo interno.

Como antes había personas que compraban camisas para exportarlas, ahora hay exportadores que compran carne y exportan. Entonces, todo eso genera una tensión en los precios que ya no se aguantan más”, indicó.

Y agregó: “Tenemos que poner en orden a quienes exportan, tenemos que poner en orden el mercado de Liniers... No puede ser que el Mercado exporte carne porque se tergiversan los precios”.

En otro pasaje de la entrevista, el mandatario se refirió a la situación de los derechos humanos en Venezuela y señaló que ese “problema” estaba “desapareciendo” en la nación caribeña que vive desde hace años una grave crisis humanitaria, política y social sin precedentes bajo la dictadura de Nicolás Maduro.

“Lo digo con mucha franqueza: muchos de izquierda me criticaron porque apoyé el informe de (Michelle) Bachelet (Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos) cuando marcó acciones del gobierno venezolano que atentaban contra los derechos humanos, pero también trabajé para ayudar a Bachelet para que encare en Venezuela una oficina permanente que haga un seguimiento sobre el funcionamiento de los derechos humanos. Y ese problema poco a poco en Venezuela fue desapareciendo. Hay un camino para resolver los problemas que no pasa por meterse en los países ni de forma armada ni con bloqueos”, completó Alberto Fernández.

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