Dura crítica de académicos al avance del Gobierno contra el Poder Judicial

Un documento del colectivo llamado Profesores Republicanos advirtió que la designación de Martín Soria en Justicia es una clara muestra de la “grieta que atravesamos”

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Martín Soria, junto a la vicepresidenta Cristina Kirchner
Martín Soria, junto a la vicepresidenta Cristina Kirchner

Varios académicos reunidos en el grupo denominado “Profesores Republicanos” advirtió sobre el avance del gobierno nacional sobre el Poder Judicial y señaló su preocupación porque “la Nación vive un estado de anarquía institucional, con clara confusión en el ejercicio de las facultades gubernamentales. Ello sucede marcadamente a nivel nacional, provincial y municipal: la pretensión hegemónica de mantener el poder desconoce el orden jurídico constitucional y convencional”.

El pronunciamiento de Profesores Republicanos fue firmado por profesionales de diferentes ramas, entre los que se encuentran Santiago Kovadloff, Jorge Sigal, Miguel Wiñazki, Marta Nercellas, Norma Sbarbati Nudelman y Alejandro Fargosi.

“La arbitrariedad y un pretendido absolutismo se han transformado en moneda corriente en los actos de los funcionarios de cualquier jerarquía. Así, la República se encuentra sumida en un estado de incertidumbre y los ciudadanos, desorientados respecto del destino de la Nación. Principios y valores republicanos son degradados ante la mirada vacilante de algunos grupos opositores”, dijeron los académicos.

En su comunicado hicieron referencia a los dichos del presidente Alberto Fernández en la apertura de sesiones del 1 de marzo pasado. Los académicos sostienen que aquel discurso: “…ha ampliado y agudizado la grieta. Nuestras vidas transcurren en un país socialmente quebrado que no cesa en su caída. Poco importa hoy la educación, y el mérito se ha transformado en una palabra ajena al lenguaje estatal populista que exteriorizan nuestros dirigentes. La militancia, el clientelismo y la corrupción son los ejes por los que camina la Administración Pública. Ya no causan asombro la pobreza, el mercado negro ni la decadencia”.

También criticaron la designación del diputado oficialista Martín Soria como ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación en reemplazo de Marcela Losardo. Esa designación para los académicos es:” claro ejemplo de la grieta que atravesamos, apunta decididamente a socavar la independencia del Poder Judicial para llevar adelante el salvataje de los funcionarios y exfuncionarios imputados y procesados por actos de corrupción”.

La mirada de los académicos se posó también en la situación por la que pasa el Consejo de la Magistratura, el órgano constitucional que designa y remueve a los jueces nacionales y federales. Para los académicos: “El propio Consejo de la Magistratura transita horas aciagas: oficialismo y oposición acordaron pactos que avizoran un mayor riesgo para la independencia del Poder Judicial y atentan contra la objetividad que deben tener los magistrados de la Nación”. Y agregaron que: “La agresividad con que el gobierno ha tomado las últimas decisiones, entre las que se encuentran la intervención de la Justicia, muestra que no existe ningún plan serio y profundo de reforma judicial, sino, más bien, la voluntad de afirmar la impunidad de quienes están bajo proceso. El ciudadano común, desconcertado, no encontrará así una justicia que proteja sus derechos y controle sus obligaciones”.

Santiago Kovadloff
Santiago Kovadloff

En su comunicado Profesores Republicanos se refirió a la situación suscitada en la provincia de Formosa bajo el gobierno de Gildo Insfrán y en otras provincia argentinas. “La anarquía que se manifiesta en el interior del país con el claro ejemplo del feudo que, por más de veinte años, mantiene el gobierno de Formosa, es tan solo un ejemplo del desquicio político y la desaparición del Estado de derecho. Las consecuencias son los agravios a libertades y derechos de las personas, que llevan -inexorablemente- a la pérdida de vidas inocentes. Otros feudos se encuentran en potencial ebullición: Santiago del Estero, Tucumán, San Luis y Chaco son solo algunos ejemplos”.

También se refirieron a lo que sucede en la Patagonia: “El Sur argentino es tierra arrasada por grupos marginales que desarrollan tareas violentas en nombre de pueblos pseudooriginarios ante la mirada indiferente o cómplice de las autoridades nacionales”.

Y criticaron con dureza al gremialismo:”A esto se suma un sindicalismo abusivo y arbitrario que, lejos de representar los intereses de los trabajadores, se encarna en grupos perversos que soslayan la dignidad humana y, por el contrario, propician crear un nuevo grupo social sumiso y sometido a mandatos populistas”.

Los Profesores Republicanos señalaron las falencias del sistema educativo: ”La educación pública ya no tiene la importancia de otrora para la formación del ciudadano libre. Claramente, en el relato se pretende transformarla en una herramienta de adoctrinamiento político, reproduciendo los mejores ejemplos de los gobiernos más totalitarios del siglo XX. Se mancilla a los próceres que hicieron grande a la patria, con la finalidad de hacerlos desaparecer y reemplazarlos por personas que solo han tenido como “virtud” la intolerancia y, como forma de vida, el delito. Se aspira a destruir las tradiciones más caras para nuestro país: aquellas que, en tiempos pasados, lo ubicaron entre las grandes potencias del mundo”.

“Profesores Republicanos -señala el comunicado- considera que este camino, entronizado por el gobierno a través de un populismo endémico, llevará lamentablemente al enfrentamiento entre los diferentes sectores de nuestra sociedad, con consecuencias impredecibles”.

Luego del diagnóstico de la situación los Profesores Republicanos hizo una proclama en la que se señaló que:” En virtud de lo expuesto se... alerta a la ciudadanía argentina sobre los peligros que inevitablemente acarreará este estado de situación en caso de continuarse”. Y “Se insta las autoridades de la Nación y a la oposición en su conjunto a hacer una profunda reflexión, a fin de poner freno a este creciente y alarmante desapego a la Constitución y a las instituciones. Los hechos y las conductas relatados degradan la democracia y la República; dan la espalda a los intereses sociales en pro de egoístas intereses personales”.

El cierre de la proclama explica que:”Todavía estamos a tiempo para corregir y así comenzar a construir el futuro de la Nación: un futuro que nos haga sentir orgullosos de nuestra Argentina”.

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