Impunidad, un negociado con energía nuclear y la arrogancia política de Cristina: seis años del Memorándum con Irán

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En Washington y Tel Aviv hay suficiente información de inteligencia y judicial para probar que el régimen iraní de Mahmud Ahmadinejad intentó acceder a ciertos residuos de energía nuclear de la Argentina a cambio de firmar el Memo con Irán que establecía un defectuoso artilugio legal supuestamente diseñado para condenar a los responsables del ataque terrorista a la AMIA.

Mahmud Ahmadinejad (Getty)
Mahmud Ahmadinejad (Getty)

Mauricio Macri tiene excelentes relaciones diplomáticas con Estados Unidos e Israel y no pagaría ningún costo político si solicita esa información clasificada que está en los archivos secretos de la CIA y el Mossad. Donald Trump y Benjamin Netanyahu consideran a Irán una amenaza global y entregar esos archivos al gobierno de Cambiemos y a la Justicia Federal implicaría rendir homenaje a las 85 víctimas del ataque a la AMIA y al fiscal Alberto Nisman, asesinado por investigar los negociados que se escondían detrás del Memo empujado por CFK y su arrogancia política.

Benjamín Netanyahu y Donald Trump
Benjamín Netanyahu y Donald Trump

Cónclave en Medio Oriente

En una reunión secreta consumada en Addis Abeba (Etiopía), los cancilleres Héctor Timerman y Ali Akbar Salehi firmaron el Memorando destinado supuestamente a conocer la verdad del ataque a la AMIA.

Timerman era judío, tenía formación académica y conocía la historia de Adolfo Hitler y el Tercer Reich. Salehi es iraní y sabe qué sucedió en los campos de concentración de Europa cuando se libraba la Segunda Guerra Mundial.

Timerman siempre condenó la llamada "solución final", mientras que a Salehi le importa muy poco el asesinato de millones de judíos ordenado por Hitler. Irán niega la Shoa: cree que es un invento de Israel y Estados Unidos.

Télam
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Todos los 27 de enero se conmemora el Día Internacional en memoria de las víctimas del Holocausto. El 27 de enero de 1945, un batallón del ejército soviético liberó el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau (Polonia), adonde fueron asesinados casi tres millones de personas. Y el 27 de enero de 2013, Timerman y Salehi firmaron el memo entre Argentina e Irán. Ese Memo dejaba impune a los asesinos iraníes de la AMIA.

La prioridad de Ahmadinejad era terminar con el ciclo de enriquecimiento de uranio. Con ese ciclo concluido, Irán tenía la bomba atómica y adquiría un poder sin precedentes en la historia de Medio Oriente. La bomba equilibraba las fuerzas con Israel y colocaba a Teherán como líder del mundo árabe. Un hecho geopolítico que ponía en jaque a Occidente.

La CIA y la Mossad tienen un archivo importante sobre Julio Montes, ex embajador de Venezuela en Bolivia y Cuba. Para la inteligencia americana e israelí, Montes estaba a cargo de coordinar el contrabando de ciertos residuos nucleares que se debían transportar desde Buenos Aires a Caracas con escala final en Irán.

Junto a Montes estaba operando el brigadier uruguayo Gerónimo Cardozo y su concuñado Fernando Nopitsch, ex director de limpieza de la Municipalidad de Montevideo. Nopitsch hizo negocios con un bribón italiano llamado Fabio Mascialino, investigado por fraude en la justicia italiana. A Mascialino le intervinieron los teléfonos y se registraron conversaciones que hacen referencia a Irán y a la posibilidad de contrabandear residuos de uranio argentino.

(NA)
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No es habitual que en un expediente abierto para investigar el sobreprecio en la recolección de basura en una comuna italiana, se haga referencia a altos oficiales de Venezuela y Uruguay, al plan secreto iraní para obtener la bomba atómica y a ciertos funcionarios vinculados a la administración de Cristina Kirchner. Cuando la estación de la CIA en Roma se enteró de este expediente, la causa pasó a secreto de sumario. Y cuando recuperó su status procesal habitual, las escuchas de Mascialino y sus contactos en América Latina ya habían aterrizado en Washington y Tel Aviv.

Ignorancia política

Cristina no maneja idiomas y tiene un conocimiento limitado de las relaciones internacionales. Se puede conocer el mundo, sus capitales y sus hoteles cinco estrellas, pero eso no implica saber cómo funciona el orden global y qué intereses mueven a los países para proponer acuerdos, elegir enemigos y acordar alianzas estratégicas.

Irán nunca hubiera permitido juzgar a sus terroristas de la AMIA. Se trata de un régimen vertical, adonde la lealtad es el valor básico en esa estructura de poder. Si Ahmadinejad hubiera cumplido con el Memo, su tiempo como dictador habría terminado abruptamente.

infobae

Además, el régimen iraní no confiaba en CFK por su pertenencia al peronismo. El atentado a la AMIA, como el ataque a la embajada de Israel, fueron réplicas de Siria, Libia e Irán por una traición cometida cuando Carlos Menem estaba en la Casa Rosada. Menem recibió millones de dólares de esos tres países para financiar su campaña electoral en 1989, y a cambio, el futuro presidente debía entregar tecnología en uranio y un número no determinado de misiles Cóndor.

Siria, Irán y Libia nunca recibieron nada de Menem, que decidió traicionar sus acuerdos con el mundo árabe, plegarse a la Casa Blanca y aceptar las normas básicas del Consenso de Washington.

La primera advertencia de sus socios traicionados fue el ataque a la embajada de Israel, y la segunda sucedió con los 85 asesinatos en la AMIA. Finalmente, Menem viajó a Damasco, se reunió con Haféz al Ásad, y firmó la paz.

En este contexto histórico y geopolítico, Ahmadinejad sólo quería el uranio enriquecido. Y si eso no ocurría, el memo terminaba archivado. Como ocurrió: en Medio Oriente no distinguen las distintas facciones justicialistas. Cristina es como Menem, y viceversa.

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Alberto Nisman establece que el presunto negociado detrás del Memo estaba vinculado al comercio de granos y al petróleo. Hay pocas constancias que avalen la hipótesis procesal del fiscal federal asesinado. Ni los granos, ni el petróleo estaban en control absoluto de CFK y sus funcionarios más leales.

La CIA y el Mossad pueden aportar información que permita saber qué negociado en paralelo se tramaba en Balcarce 50. A diferencia de la época de la administración de Barack Obama, adonde Irán se estaba acercando a Occidente, Trump no tiene ningún compromiso con Teherán o Damasco.

Macri puede llamar al Salón Oval y pedir los archivos del Memo con Irán. Si lo hace el lunes, y Trump no da vueltas, la información sobre CFK y el uranio pueden llegar antes del 18 de julio de 2019. Ese día se cumplen 25 años del atentado terrorista a la AMIA. Mucho tiempo sin justicia. Una eternidad.