La Cancillería en el ojo de la tormenta: cables cifrados, quejas hacia Faurie y un duro debate interno

La decisión del Gobierno de recortar gastos, sumada a la dispersión del comercio exterior en otros ministerios, desató una profunda polémica en el Palacio San Martin

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infobae

Cables cifrados de embajadores, reuniones reservadas con pases de factura, un fuerte debate interno y muchas quejas. El clima político en la Cancillería no podía ser peor en estos días: el ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Faurie, acaba de ser severamente cuestionado por varios embajadores apostados en el exterior por la "ausencia de una política del Estado para el comercio exterior" y en las filas de diplomáticos de carrera se desató un fuerte malestar con el Gobierno que no se veía desde el kirchnerismo.

La catarsis que se desató en el Palacio San Martín comenzó a gestarse desde hace varios meses y tiene que ver con dos puntos sensibles: la decisión del Gobierno de recortar gastos en la Cancillería, cerrar consulados y vender inmuebles en el exterior al mismo tiempo que las críticas que hay de los diplomáticos por la falta de una concentración de toda la política del comercio exterior en el Ministerio de Relaciones Exteriores en desmedro de un fuerte avance de los ministerios de Producción y de Hacienda.

Esta polémica interna tuvo su pico de tensión hace dos semanas cuando Infobae publicó un extenso informe en el que alertaba sobre el gasto en alquileres de embajadas y consulados, y los sueldos del personal jerárquico y administrativo del servicio exterior distribuido en el mundo. Estos datos oficiales entregados por la Cancillería a pedido de Infobae generaron un malestar en el ambiente diplomático.

La investigación recogió, además, declaraciones de Faurie advirtiendo que, en línea con el déficit que afronta el Gobierno, la Cancillería no podía quedar al margen del esfuerzo presupuestario requerido por el Ejecutivo para achicar su rojo fiscal. Así se contempla para el año que viene un recorte de gastos, cargos en el exterior y cierre de consulados, entre otras medidas.

Pero la polémica no terminó allí. Unos días después de esa publicación, en el acto para conmemorar el día del diplomático se desató un contrapunto entre el canciller Faurie y el presidente de la Asociación del Cuerpo Permanente del Servicio Exterior de la Nación (APSEN), Eduardo Mallea, quien destacó que la decisión del Gobierno de cerrar embajadas para acotar gastos "es una visión miope y cortoplacista".

También Mallea se refirió a la "productividad" de las representaciones argentinas en el exterior, otro de los ejes de la investigación de Infobae, que identificó a Brasil, Argelia y China como las más productivas en términos de exportaciones en relación a su personal y los sueldos pagados. "¿Y si medimos a las mismas solo bajo el prisma de nuestras exportaciones deberíamos cerrar nuestras embajadas en la Santa Sede, en Naciones Unidas, en otros organismos internacionales o regionales?", lanzó Mallea tras enumerar la participación de los funcionarios de carrera en actividades desarrolladas a partir del cambio de gobierno en diciembre de 2015.

Faurie recogió el guante y dijo: "Tenemos que devolverles a los argentinos con el privilegio que recibimos y justificarlo ante la sociedad, por lo cual tenemos que trabajar enormemente más para que se vean resultados. Yo como buen pesimista que soy veo el vaso medio vacío y nos falta muchísimo para acompañar este momento de la Argentina".

Alfonso Prat-Gay sonó para volver al gabinete como canciller a principios de septiembre
Alfonso Prat-Gay sonó para volver al gabinete como canciller a principios de septiembre

El debate en la Cancillería siguió a puertas cerradas en todo el Palacio San Martín y en las embajadas argentinas en el exterior. Hubo incluso una reunión reservada en el piso 13 de la Cancillería donde Faurie admitió ante un reducido grupo de directores y subsecretarios de área que la decisión de Mauricio Macri de correrlo de escena cuando se evaluó nombrar a Alfonso Prat-Gay como canciller era la cristalización plena de que él "no aporta capital político al gobierno".

Los polémicos cables diplomáticos

Sin embargo, durante los últimos días se desató un nuevo frente de tormenta interno para Faurie. El viernes pasado llegó a la Cancillería un cable cifrado bajo la denominación "CA ECHIN 0113682018" catalogado de "muy urgente" en el que el embajador argentino en China Diego Guelar se quejó duramente por la "decisión equivocada" del Ministerio de Relaciones Exteriores de "dejar de ser el Ministerio de Comercio Exterior en un país en el que la Cancillería debería absorber en plenitud las responsabilidades de comercio exterior".

El embajador argentino en China, Diego Guelar
El embajador argentino en China, Diego Guelar

El cable enviado por el embajador Guelar al canciller Faurie sostenía que "actualmente no existe un responsable operativo único" para el comercio exterior en la Argentina y exigió "reconocer un programa de promoción de las exportaciones y sus instrumentos específicos".

El mensaje cifrado enviado desde Beijing por Guelar también se giró a las embajadas argentinas en México, Gran Bretaña, España, Francia, Brasil, Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea, Alemania, Italia, Argelia, Egipto, Israel, Malasia, Indonesia, India, Australia y Sudáfrica.

En el cable diplomático de Guelar al que tuvo acceso Infobae el embajador en China denunció que "hasta la fecha sólo seguimos una metodología de casuística anecdótica que demuestra su insuficiencia para superar los cuellos de botella de una oferta exportadora muy limitada" de la Argentina. Y planteó esto en números: en el 2011 hubo exportaciones por USD 83.000 millones mientras que el año pasado pasaron a ser de USD 58.000 millones.

Para Guelar esto responde a que la Argentina "necesita un mando único en el proceso exportador" y que la Cancillería perdió poder interno para manejar la política comercial exterior del país, según deslizó en el cable emitido desde China.

Varios embajadores contestaron a los reclamos y se sumaron a las quejas de Guelar. Por ejemplo, Infobae tuvo acceso a otro cable interno del Palacio San Martín en el que el embajador argentino en India, Daniel Chuburu, coincidió en gran medida con los planteos de Guelar y añadió: "Para el modelo que está llevando adelante el país resulta fundamental una activa participación del servicio exterior en la promoción de las exportaciones e inversiones así como todo el accionar que favorezca a una mejora de los argentinos se requiere un accionar conjunto y coordinado por el Estado nacional".

El Gobierno intentará subsanar algunas de estas quejas y malestar interno de la Cancillería el próximo jueves cuando Faurie y el ministro de Producción, Dante Sica, presenten el programa "Argentina Exporta" que se lanza supuestamente como una "estrategia federal de exportaciones para que cada sector productivo sea protagonista del comercio mundial".

Este plan que será lanzado en el Centro Cultural Kirchner no necesariamente saldará el malestar y los reclamos que hay en la Cancillería para que se frenen los recortes de gastos y el Palacio San Martín centralice toda la política exterior comercial de la Argentina.

Por el contrario, en la Cancillería advierten que el lanzamiento del programa Exportar con Sica es la ratificación de que la Cancillería seguirá manejada por el Ministerio de Producción para la política de comercio exterior.