Después del desencuentro del año pasado, Mauricio Macri y Vladimir Putin dieron un salto cualitativo en la relación

Ratificaron el vínculo estratégico integral que Cristina Kirchner había acordado y expresaron coincidencias en varios asuntos, incluyendo la agenda internacional. Venezuela casi no fue mencionada. Optimismo con la llegada de inversiones

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Mauricio Macri y Vladimir Putin luego de la conferencia de prensa en conjunto (AFP)
Mauricio Macri y Vladimir Putin luego de la conferencia de prensa en conjunto (AFP)

(Enviada especial a Moscú)- Había dudas de lo que podía pasar. Vladimir Putin es un líder poderoso y enigmático que no siempre comunica sus decisiones al equipo que lo rodea. Existía el temor de que lo dejara esperando una o varias horas, como lo hizo con otros jefes de Estado. Y también alguna inquietud en torno al diálogo que mantendrían. "La verdad que la reunión en Hangzhou (China, en el marco del G20) no anduvo bien, pero esta vez se dio un salto cualitativo en en la relación, y estoy seguro de que va a redundar en beneficios bien concretos para la Argentina", dijo uno de los funcionario del presidente Mauricio Macri que estuvo en la bilateral a los periodistas argentinos que quisieron conocer los detalles de la reunión.

De hecho, Putin solo retrasó media hora el encuentro que se hizo en la Sala de Gabinete, a donde Macri fue acompañado por el canciller Jorge Faurie, el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, y el embajador argentino Ricardo Lagorio. Por el lado del país anfitrión, estuvieron el canciller Serguéi Lavrov, el jefe del Servicio Federal de Control Veterinario y Fitosanitario, Serguéi Dankvert, y el asesor en política exterior (personal de Putin), Yuri Ushakov.

El presidente de la Federación Rusa entró a las 8:35 hora argentina (14:35 hora Moscú) al imponente salón donde se destacan las estatuas de Pedro el Grande, Catalina la Grande, Alejandro II y Nicolás I, con una gigantesca mesa blanca para reuniones, como los demás muebles. Macri hacía segundos que lo esperaba, como es de forma, y luego de las primeras fotos comenzó el diálogo, que se vio distendido y afable desde el primer minuto.

Por lo que trascendió, no hubo diferencias en los temas que se trataron. "Cada presidente hizo un repaso de su agenda internacional, y si bien Macri comentó que América del Sur es una región de paz y democracia, salvo en el caso de Venezuela, donde hay un régimen que no respeta los derechos humanos, Putin no contestó, ni se refirió al punto", aseguró otro de los funcionarios que acompañaron al Presidente.

Ambos presidentes realizaron una declaración conjunta (Presidencia)
Ambos presidentes realizaron una declaración conjunta (Presidencia)

Por su lado, "Putin destacó la relevancia que tiene Siria en su posicionamiento internacional y agradeció que Argentina esté involucrada en un plan para refugiar ciudadanos sirios que deben huir de su país". Agregó la fuente que "Rusia y Argentina buscan concentrar su política exterior en los organismos de cooperación, básicamente las Naciones Unidas, así que ahí hay claras coincidencias, aunque por distintas razones: ellos porque tienen poder de veto en el Consejo de Seguridad y nosotros porque somos un país mediano, que necesitamos la cooperación de la comunidad internacional".

Ese encuentro duró 40 minutos y luego pasaron a la sala comedor, donde se sirvió un almuerzo en cinco pasos, muy sofisticado, con vino tinto y blanco, que Macri degustó encantado, aunque solo tomó agua. En ese momento se sumaron los otros miembros de la delegación, los gobernadores de Misiones, Hugo Passalacqua, y de Entre Ríos, Gustavo Bordet, además de los ministros de Energía y Agroindustria, Juan José Aranguren y Luis Miguel Etchevehere.

Testigos de ambos encuentros contaron que Putin estuvo especialmente amable, en un tono muy distinto al del encuentro que mantuvieron en China, hasta con cierta calidez personal en el trato. Además, contaron que el ruso se maneja con grandes tarjetas con información que consultaba durante la reunión, lo que permitió ofrecer detalles valiosos para el vínculo como sucedió, por ejemplo, en la reunión ampliada, donde abordó buena parte de los asuntos que están en discusión entre ambos países en materia fitosanitaria.

Un detalle central fue la apelación que hizo Macri a sostener una relación estratégica integral con Rusia. Lo hizo apenas se sentó en la primera reunión. Después, en la declaración a la prensa, volvió a reiterarlo, mientras insistía en que el nuevo Gobierno vino a la Argentina para cambiar su inserción en el mundo, para volver a vincularse, para sostener relaciones inteligentes con todos los países. Es decir, no mencionó en ningún momento la palabra "continuidad" de políticas con el gobierno de Cristina Kirchner.

La agenda internacional de ambos países fue el eje de la reunión bilateral (EFE)
La agenda internacional de ambos países fue el eje de la reunión bilateral (EFE)

Sin embargo, la cooperación estratégica integral entre la Federación Rusa y Argentina fue establecida el 23 de setiembre de 2009 a través de un plan de acción firmado entre la ex presidente y el entonces titular del Ejecutivo ruso, Dimitri Medvedev (actual presidente del partido oficialista Rusia Unida), y luego ratificado durante la visita oficial de Putin a la Argentina el 12 de julio de 2014. A su vez, cuando Cristina visitó Rusia, el 23 de abril de 2015, ambos presidentes firmaron una declaración conjunta "para el establecimiento de la asociación estratégica integral argentino-rusa".

Lo que reclamaba Rusia es, justamente, que hubiera continuidad en los compromisos tomados, más allá de que algunos aspectos puntuales de los acuerdos no se hayan podido poner en marcha (por ejemplo, el crédito para construir la represa Chihuidos, con una tasa que ya no es conveniente para nuestro país).

Que prácticamente las primeras palabras de Macri hayan estado dirigidas a ratificar esos compromisos (o profundizarlos, como prefieren decir los funcionarios del Gobierno), es exactamente la música que los rusos querían oír.

Por el lado de los argentinos, que Putin mencionara la importancia de la "diplomacia deportiva" y que, incluso, hablar de fútbol, a pesar de que es un deporte que no le interesa, y hasta de las buenas posibilidades de la Argentina de ganar el Mundial, fue analizado como un gesto altamente positivo, por lo menos en comparación con el equívoco en torno al tema que se generó en el encuentro de Hangzhou.

Los testigos aseguran, incluso, que Macri sugirió la posibilidad de que jugadores argentinos sean contratados por los equipos rusos. Putin fue todavía más allá y, en tono de broma, aparentemente porque no son demasiado buenos los jugadores de ese país, dijo que mejor sería que directamente vayan a entrenarse a la Argentina para mejorar su perfomance.

Participaron funcionarios argentinos y rusos (Presidencia)
Participaron funcionarios argentinos y rusos (Presidencia)

Como sea, el Presidente, que hizo su declaración ante los periodistas sin leer (aunque tenía notas que repasó antes de empezar a hablar), terminó sus palabras diciendo que esperaba este año "venir tres veces a Rusia. Una estoy, otra cuando juegue el primer partido Argentina (con Islandia) y otra más en la final. Aunque lo importante es competir, Dios y Messi dirán si podemos ganar en el Mundial", dijo sin que Putin se molestara por el pronóstico, como sucedió en China. Por supuesto, al final aseguró que "la agenda de futuro que tenemos entre ambos países es inmensa ".

Para un funcionario que acompañó al Presidente, "que Macri apoye el Mundial también es muy importante" y, finalmente, "a pesar de los cambios políticos argentinos que Rusia no esperaba, hoy las empresas rusas pueden sacar sus dividendos sin problemas y reconocieron que tienen mejores condiciones de inversión que hace dos años".

Dato: Pompeo le contó a Infobae que era la cuarta vez que visitaba Rusia. La primera fue en septiembre de 2015 cuando viajó para decirles a los funcionarios de este país que "Macri va a ganar las elecciones". "Estuve un día y medio y tuve cuatro o cinco reuniones, entre ellos con un funcionario de Cancillería que seguía América Latina, ni siquiera el vicecanciller, algo así como un director nacional. Me escuchó y, por supuesto, no podía creer lo que yo le contaba que iba a suceder en la Argentina", dijo.

"¿Por qué le pareció importante venir a Rusia?", preguntó esta cronista. "Porque era un país que tenía gran relación con el kirchnerismo y me parecía importante que nos conocieran antes de que ganáramos. Lo mismo hice con China, el otro país donde había mucho vínculo con el gobierno anterior", respondió Pompeo.

Según el canciller Faurie, Macri y Putin “están construyendo una relación y van muy bien” (AFP)
Según el canciller Faurie, Macri y Putin “están construyendo una relación y van muy bien” (AFP)

A la asunción de Macri viajó Nikolai Patrushev. Invitado por ese secretario de Asuntos Estratégicos, Pompeo viajó dos veces a Rusia y Patrushev una vez a la Argentina, en diciembre del año último. También Faurie viajó a Moscú y se reunió con Lavrov, el canciller más antiguo de Europa (lleva 14 años en el cargo) y uno de los diplomáticos con mayor experiencia en el mundo, ya que antes estuvo más de diez años como representante de su país en las Naciones Unidas. Es decir, podría no haber recibido al canciller de un país no demasiado grande ni decisivo en la agenda global. Sin embargo, se reunieron el 16 de noviembre del año pasado y empezaron a planificar la visita oficial que Macri acaba de finalizar.

Macri y Putin "están construyendo una relación y van muy bien", dijo Faurie a los periodistas argentinos en el lobby del Ritz Carlton. Y no siguió hablando porque desde el primer piso se vio que bajaban los periodistas de Russian Television y de la agencia oficial TASS, que habían terminado de entrevistar al Presidente. Dos minutos después, se vio que Macri y Juliana Awada salían del ascensor para tomar el auto que los llevaría al aeropuerto donde abordarían un avión directo a Zürich, para luego trasladarse a Davos. Ahí se iniciará otro capítulo.