Directivo de la FPF describió a Óscar Ibáñez con insólita frase: “No es un técnico ‘top’”

La Federación Peruana de Fútbol (FPF) ha designado a Óscar Ibáñez como técnico interino de la selección ‘blanquirroja’ para los próximos partidos de marzo correspondientes a las Eliminatorias Sudamericanas del Mundial 2026. Freddy Ames, miembro del directorio, explicó los factores que influyeron para la elección temporal mientras se busca un técnico definitivo de mayor nivel internacional.

Ames enfatizó que los nombres internacionales barajados prefirieron no asumir antes de esta fecha. “Los candidatos que teníamos en cartera, ellos prefieren tener este encargo después de esta fecha, ya que es una fecha muy cercana y no tienen el tiempo de preparación para poder tomar el cargo”, señaló el directivo en declaraciones a radio Ovación. Además, recalcó que el objetivo sigue siendo claro: apostar por un cuerpo técnico extranjero para liderar a Perú no solo hasta el 2026, sino también hasta el 2030.

La elección de Ibáñez, exarquero y parte de la historia reciente de la selección, responde más a la coyuntura que a una estrategia a largo plazo. Según Ames, el técnico interino tiene un perfil que se acopla a las necesidades actuales del equipo. “Ha estado en la Selección como arquero, ha defendido los colores de la patria, es nacionalizado y tiene mucho tiempo con nosotros, ha sido asistente técnico de (Ricardo) Gareca en los mejores momentos, conoce el tema. Es un técnico de clubes y conoce a los jugadores, por lo que tiene la predisposición de acoplarse a las condiciones de la FPF dirigiendo estos partidos en marzo. Sabemos que no es un técnico ‘top’, pero hará su trabajo”, dijo el directivo, al señalar las capacidades de Ibáñez para asumir el cargo.

El presidente de Deportivo Coopsol aclaró que la FPF evitó perturbar el trabajo de técnicos nacionales en clubes justo al inicio de la temporada. “Sabemos que los comandos técnicos nacionales, el 90% está ocupado, y si se lo quitamos a un equipo de fútbol que inicia actividades este fin de semana es contraproducente, no es correcto, ni ético hacerlo”.

En otro punto de sus declaraciones, el directivo no descartó que Ibáñez pueda continuar en el proceso si logra resultados positivos en los próximos encuentros de marzo ante Bolivia y Venezuela, aunque dejó claro que la prioridad sigue siendo encontrar un técnico de renombre internacional para proyectos más ambiciosos. “Si hace un buen trabajo, podría de alguna forma continuar en este proceso, pero el proceso para el año 2030 lo vemos de una forma diferente”, expresó, indicando la aspiración de la Federación en su apuesta por un comando técnico extranjero que también supervise las divisiones menores, estructurando un trabajo integral de cara al futuro.

Entre los desafíos que enfrenta la Federación, Ames subrayó que los tiempos son claves, ya que no pueden posponer decisiones estratégicas. Alineado con esto, señaló que la presencia de elecciones internas en octubre no debe ser un impedimento para la toma de decisiones inmediatas. “Nadie puede esperar porque vienen unas elecciones en octubre de este año no se tomen decisiones. Algunas no les gustarán a las personas, otras sí, pero tenemos que tomarlas”.

En cuanto al financiamiento y manejo de los recursos, Ames comentó que la inversión en un técnico de alta categoría también permitirá mejorar la percepción de la selección peruana a nivel mundial y evitar que sea vista como un equipo secundario. “La TV aportará igual o más a la Selección, si uno trae a una persona de nivel, obviamente se sabe que no seremos una comparsa de cara al 2030″, destacó, aludiendo a la importancia de elegir un candidato adecuado que impulse globalmente la imagen del fútbol peruano.

Los hinchas y analistas locales han mantenido opiniones divididas sobre esta decisión. Aunque muchos valoran la trayectoria y compromiso de Óscar Ibáñez, también existen dudas sobre si podrá enfrentar el reto con éxito en un escenario de gran presión como son las eliminatorias. Finalmente, la elección de un técnico de carácter internacional parece ser el horizonte que determinará el futuro de la selección peruana, pensando no solo en el corto plazo, sino en un proyecto integral para la próxima década.