Cepillarse los dientes no es suficiente: lo que debes hacer para tener una higiene bucal completa

La falta de una higiene completa puede llevar a varias enfermedades bucales como la caries dental, la gingivitis, la periodontitis, el mal aliento o halitosis y las infecciones bucodentales

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Al cepillarse los dientes, se
Al cepillarse los dientes, se elimina gran parte de la placa bacteriana y los restos de comida (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cepillarse los dientes después de cada comida es una recomendación frecuente de odontólogos y autoridades sanitarias para mantener una buena salud bucal. En Perú, instituciones como el Ministerio de Salud (Minsa) y el Seguro Social de Salud (EsSalud) promueven esta práctica como clave para prevenir caries, gingivitis y otros problemas dentales.

Al hacerlo de forma adecuada, se elimina gran parte de la placa bacteriana y los restos de comida; sin embargo, por sí solo no garantiza una higiene completa. Para proteger dientes, encías y la boca en general, se requieren otros pasos y hábitos complementarios.

Pasos adicionales para una higiene bucal completa

El uso diario de hilo
El uso diario de hilo dental reduce el riesgo de caries entre dientes y enfermedades gingivales (Imagen Ilustrativa Infobae)
  • Usar hilo dental diariamente: el cepillo de dientes no alcanza los espacios interdentales, donde a menudo se acumulan restos de comida y placa bacteriana. El uso diario de hilo dental ayuda a eliminar estos depósitos difíciles de remover con el cepillo, reduciendo el riesgo de caries entre dientes y enfermedades gingivales.
  • Cepillar la lengua: la lengua puede albergar bacterias y restos de alimentos que el cepillado dental no elimina. Limpiar suavemente la lengua ayuda a reducir la carga bacteriana, mejorar el aliento y prevenir la acumulación de placa en la cavidad oral. Muchas guías de higiene oral sugieren incluir la lengua en la rutina de limpieza diaria.
  • Visita al dentista regularmente: ir al odontólogo con regularidad permite detectar a tiempo problemas como caries, gingivitis o acumulación de sarro que no se eliminan con el cepillado casero. Además, las limpiezas profesionales (profilaxis dental) ayudan a eliminar placa endurecida (sarro) y revisan el estado de encías, dientes y tejido bucal. La combinación de hábitos de higiene en casa con revisiones periódicas es esencial.
  • Cepillarse correctamente: no basta con cepillarse: la técnica importa. El cepillo debe colocarse en un ángulo de 45°, con movimientos suaves, circulares o elípticos, cubriendo todas las superficies: exteriores, interiores y de masticación. También es importante dedicar el tiempo adecuado (no menos de dos minutos) y no presionar demasiado para evitar dañar encías o esmalte.
  • Cambiar el cepillo de dientes regularmente: los cepillos pierden eficacia con el uso: las cerdas se desgastan, acumulan bacterias y dejan de limpiar correctamente. Por ello, es recomendable cambiarlos cada 2 o 3 meses, o antes si las cerdas se ven deformadas. Esto garantiza una limpieza efectiva y reduce riesgos de irritación o daño en encías. Varios especialistas coinciden en este punto.

Otros aliados para la higiene bucal

El enjuague bucal no debe
El enjuague bucal no debe considerarse como reemplazo del cepillado de dientes, sino como complemento (Shutterstock)
  • Enjuague bucal: un buen enjuague, preferiblemente con flúor o con agentes antisépticos (según orientación dental), puede ayudar a reducir bacterias, refrescar el aliento y alcanzar zonas donde cepillo e hilo no llegan. No debe considerarse como reemplazo, sino complemento.
  • Cepillo interproximal: útil especialmente si existen espacios más grandes entre dientes, aparatos ortodónticos o prótesis. Permite limpiar con mayor profundidad las zonas interdentales difíciles.

Enfermedades más comunes relacionadas con una mala higiene bucal

La falta de una higiene completa puede llevar a varias afecciones:

  • Caries dental: resultado del acúmulo de placa y restos de comida que producen ácidos que desmineralizan el esmalte. Las autoridades de salud en Perú advierten que una limpieza deficiente favorece su aparición.
  • Gingivitis y periodontitis: la placa acumulada puede inflamar las encías. Si no se trata, la gingivitis puede evolucionar a periodontitis, afectando los tejidos de soporte de los dientes, pudiendo causar pérdida dental.
  • Mal aliento (halitosis): bacterias que se acumulan en lengua, encías o espacios entre dientes liberan compuestos malolientes. Una higiene incompleta —sin limpieza interdental o de lengua— aumenta el riesgo.
  • Infecciones bucodentales: la acumulación de placa y sarro puede favorecer infecciones locales, y en casos más graves, afectar la salud general; por ejemplo, existe evidencia de que una mala salud oral puede asociarse con problemas cardiovasculares.