Humanos Digitales: el pensamiento humanístico en la aplicación tecnológica

¿Hacia dónde va la humanidad? ¿Seremos capaces de dominar la técnica, es decir, las herramientas y los métodos, o serán estos los que nos dominen?

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(Freepik)
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“Todo estriba en manejar la técnica, en cuanto medio, de la manera adecuada”, Heidegger. La pregunta por la técnica.

La revolución tecnológica no es un evento que empiece y acabe en un punto, sino un continuum de cambios que, por su diversa magnitud, abrumarían a cualquier que desee predecir el futuro. ¿Hacia dónde va la humanidad? ¿Seremos capaces de dominar la técnica, es decir, las herramientas y los métodos, o serán estos los que nos dominen?

Una de las cuestiones primordiales de la filosofía consiste en determinar la esencia de las cosas, su autenticidad, su verdad. En la sociología es común preguntarnos cómo nos organizamos de manera colectiva. En la antropología observamos la acción humana, mientras que en la psicología nos preguntamos por la causa de dicha acción. Así, las humanidades intentan comprender la realidad y dotarla de sentido. En cuanto a la técnica, decía Heidegger, esta no es neutral, sino que revela una forma en la que el hombre se relaciona con el mundo.

El lector se preguntará cuál es la relación entre tecnología y humanidades, considerando que, en muchos casos –y atendiendo al bastante arraigado concepto de “progreso” como un proceso imparable, dotado de vida propia–, la tecnología es vista como un fin en sí mismo y no necesariamente como un medio para mejorar la vida del ser humano. Si vemos la tecnología como un medio para un fin particular, entonces podremos entender que su desarrollo está relacionado directamente a las disciplinas mencionadas arriba, las humanidades, pues ellas revelan su sentido y dirección. ¿Qué queremos lograr? ¿Qué determina el carácter ético del desarrollo tecnológico?

Las razones por las cuales se desarrolla una tecnología y las consecuencias que esta genera en la sociedad y el individuo exigen una comprensión profunda de los elementos en juego. En ese sentido, las humanidades nos muestran el camino a través del cual podemos descubrir los efectos que las nuevas tecnologías manifiestan en nuestras vidas. Debemos pensar en esos efectos desde una mirada holística, atendiendo no solo a los visibles, sino también a los que se generan en la evolución de su uso o puesta en práctica.

La digitalización y las tecnologías más recientes, como la inteligencia artificial (IA), tienen el potencial de borrar las fronteras entre quienes producen y quienes consumen. Carlos Scolari hace uso del neologismo “prosumidor” para hablar de una persona que no solo accede a contenido en los medios digitales, sino que también lo crea, todo gracias a que el avance tecnológico permite dicha producción. Antes, esta facultad era exclusiva de los grandes medios de comunicación, que tenían el dinero y los conocimientos necesarios para producir y difundir contenido. Hoy, esta capacidad se extiende al otrora “espectador”, quien abandona su pasividad tradicional para transformarse en “usuario”.

Este nuevo actor tiene el deber, tanto cívico como profesional, de desarrollar competencias ligadas al uso responsable de la tecnología, especialmente las mediáticas e informacionales. Esto incluye, entre otras, gestionar y analizar críticamente la vasta información disponible, organizar nuestro ecosistema de medios digitales y comunicar eficiente y éticamente a través de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs). No es solo una cuestión de responsabilidad, sino algo que, además, capacita al individuo para ser un sujeto de derecho y un profesional competente en una sociedad eminentemente digital y mediatizada.

Siguiendo esa línea, las posibilidades que nos da la tecnología y la revolución que está generando al permitir el acceso al conocimiento y a la creación de nuevas tecnologías, nos invita a reflexionar sobre el rol del ser humano en ese proceso. ¿Permitiremos que la tecnología determine nuestra forma de vida y nos domine, o seremos nosotros quienes decidamos cómo estas tecnologías influyen en nuestras vidas? Las Humanidades Digitales –nueva disciplina de estudios que combina el pensamiento humanístico con la aplicación de tecnología–, ofrecen un espacio predilecto para dar respuesta a estas preguntas, contribuyendo a un desarrollo más justo y democrático de la sociedad.