
Desde su salto a la fama como jurado en “El Gran Chef Famosos”, Giacomo Bocchio se ha convertido en el centro de la polémica no solo por su rigor gastronómico, sino por sus opiniones públicas en temas sensibles, su estilo directo y, más recientemente, por una serie de declaraciones catalogadas como discriminatorias y ofensivas por buena parte de la audiencia. El cocinero tacneño, premiado por su labor en la alta cocina y conocido por su perfil crítico, ha enfrentado una seguidilla de controversias que lo han transformado en uno de los personajes más comentados de la televisión y redes sociales peruanas.
La más reciente explosión mediática la provocó un comentario suyo en su canal de YouTube, donde afirmó: “un jefe puede ser gordo, pero un líder no”. La frase fue ampliamente rechazada por considerarse gordofóbica y, ante la presión pública y el aluvión de críticas, Bocchio publicó un comunicado en el que reconocía el error. “Pido perdón a quienes ofendí. No pretendía atacar a nadie, quería resaltar la importancia de la disciplina y la salud”, explicó. Aclaró, además, que eliminó la sección correspondiente del video, que originalmente tenía a su madre como invitada especial, para preservar el mensaje de cuidado familiar.
De la cocina a las controversias
Este episodio no es aislado en la trayectoria mediática del chef. Giacomo Bocchio ha sostenido posturas firmes y muy criticadas sobre diversidad de género y derechos trans. En un pódcast declaró que la existencia de baños inclusivos en lugares públicos (como el aeropuerto Jorge Chávez) era una amenaza a los derechos de las mujeres, llegando a decir: “No voy a permitir que un hombre entre si mi sobrina está dentro, estoy dispuesto a irme preso”. Estas afirmaciones fueron consideradas transfóbicas por muchos usuarios y activistas.
No menos polémica fue la acusación de homofobia y transfobia que le hizo el influenciador Josi Martínez, hecho que llevó a Giacomo a responder públicamente: “Obviamente que no lo soy, no tengo nada en contra de ninguna persona”, afirmó, atribuyendo los conflictos a las nuevas generaciones y describiendo a muchos jóvenes como “cada vez más frágiles”. “Mi trabajo es juzgar los platos, no involucrarme en polémicas personales”, insistió Bocchio, pidiendo mantener el debate dentro del ámbito culinario.
Pero las opiniones de Bocchio han traspasado la cocina y las redes. Sus enfrentamientos con concursantes de “El Gran Chef Famosos” fueron notorios, en especial con la actriz Fiorella Cayo, a quien increpó duramente en más de una ocasión con frases como “anda aprende a tu casa” o “no sabes escuchar, no voy a insistir contigo”. Además, el chef dejó claro que su rol en el programa no es ser payaso ni cómico: “Yo no hago payasadas, mi papel es otro”.
En cuanto a temas sociales, Giacomo ha sido directo respecto a las minorías: “Somos un país democrático, la mayoría manda”, indicó en una entrevista, minimizando lo que considera como presiones minoritarias. Sobre el aborto, no ha dudado en manifestar su postura abiertamente provida: “Permitir el aborto es permitir que madres maten a sus hijos”, ha dicho, abogando por una batalla cultural a favor de sus convicciones. Estas posiciones han generado tanto aplausos entre sectores conservadores, como rechazo de colectivos progresistas.
El chef no oculta tampoco su afición por la caza, defendiendo la práctica como una tradición familiar: “Me atacan los que después se comen un pollo a la brasa. Si todos cazáramos, valoraríamos mucho más a los animales”, aseveró, relativizando la crítica sobre la ética de su hobby.
Otro campo de conflicto recurrente ha sido con influencers y estudiantes a quienes, asegura, les ha enseñado técnicas y principios culinarios. “Veo a varios influencers que han aprendido de mí y nunca reconocen la fuente; no les nace decir: ‘Esto lo aprendí de Giacomo’, dijo, lamentando la falta de gratitud en el medio gastronómico digital y tradicional.
Además, sus relaciones con el crítico gastronómico Javier Masías han sido tensas, particularmente tras la muerte de Alberto Fujimori, cuando marcaron diferencias públicas respecto a la actitud frente al fallecimiento del expresidente. Bocchio expresó su respeto hacia la familia de Fujimori y luego dejó de seguir a Masías en redes, asegurando que este “se equivocó”.
De otro lado, y ante las constantes críticas que recibe por sus polémicos comentarios, el chef ha pedido públicamente que cesen las críticas en su contra y defiende su derecho a la libertad de expresión. “No le he faltado el respeto a nadie, solo pido el mismo trato”, aseguró, reiterando que no ve problema en compartir su fe cristiana y hacer pública su opinión, aunque este ejercicio sigue multiplicando la controversia a su alrededor.
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