¿Por qué los niños y los adultos mayores tienen más riesgo de deshidratación en verano y cómo prevenirla?

A medida que las temperaturas suben, la necesidad de mantener una hidratación adecuada se vuelve aún más esencial, ya que la deshidratación es una condición que puede tener consecuencias graves para la salud

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Los riñones de los adultos
Los riñones de los adultos mayores suelen ser menos eficaces para conservar agua, lo que provoca una pérdida más rápida de líquidos (Freepik)

Durante los meses de calor extremo, los expertos en salud advierten sobre los riesgos particulares de deshidratación que enfrentan dos grupos vulnerables: los niños y los adultos mayores. A medida que las temperaturas suben, la necesidad de mantener una hidratación adecuada se vuelve aún más esencial, ya que tanto los menores como los ancianos son más propensos a la deshidratación, una condición que puede tener consecuencias graves para la salud.

La Dra. Romy Mayta, médico especialista de B Braun, explica que “aunque la deshidratación puede afectar a cualquier persona, la falta de líquidos en el cuerpo es especialmente peligrosa para estos grupos, que tienen características biológicas y fisiológicas que aumentan su susceptibilidad; por eso, es importante tomar abundante agua o bebidas hidratantes”.

¿Por qué los niños son más vulnerables a la deshidratación?

Los niños son más activos,
Los niños son más activos, lo que genera una mayor producción de sudor y, por lo tanto, una pérdida más rápida de líquidos (Freepik)

La especialista destaca las razones por las cuales los niños son más propensos a deshidratarse:

  • Mayor proporción de agua en su cuerpo: los niños, especialmente los más pequeños, tienen una mayor cantidad de agua en su cuerpo en comparación con los adultos, lo que significa que pierden líquidos con mayor rapidez a través del sudor, la orina y la respiración.
  • Menor capacidad para regular la temperatura: los niños tienen una capacidad limitada para regular su temperatura corporal. Como su sistema no está completamente desarrollado, les resulta más difícil adaptarse a cambios rápidos de temperatura, como los que ocurren durante las olas de calor.
  • Mayor actividad física: los niños son naturalmente más activos, lo que genera una mayor producción de sudor y, por lo tanto, una pérdida más rápida de líquidos. Esto se intensifica cuando juegan al aire libre o practican deportes.
  • Sensibilidad a la sed: a menudo, los niños no reconocen o no pueden comunicar adecuadamente su sed, lo que puede resultar en una insuficiencia de líquidos.

¿Por qué los adultos mayores están en mayor riesgo de deshidratación?

La Dra. Mayta afirma que “a medida que las personas envejecen, también aumentan los riesgos asociados con la deshidratación”. Además, menciona los siguientes factores que ponen a los adultos mayores en riesgo:

  • Reducción de la sensación de sed: a medida que se envejece, muchas personas experimentan una disminución en la sensación de sed, lo que hace que no sientan la necesidad de beber líquidos hasta que ya están levemente deshidratados.
  • Disminución de la capacidad renal: los riñones de los adultos mayores suelen ser menos eficaces para conservar agua, lo que provoca una pérdida más rápida de líquidos. Además, ciertos medicamentos que se usan frecuentemente en esta etapa de la vida, como los diuréticos, pueden aumentar la eliminación de agua del cuerpo.
  • Enfermedades crónicas: los adultos mayores son más propensos a sufrir enfermedades crónicas que afectan la hidratación, como diabetes, insuficiencia renal y enfermedades cardíacas. Estas condiciones pueden alterar el equilibrio de líquidos en el cuerpo, lo que incrementa el riesgo de deshidratación.
  • Dificultades para movilizarse o acceder a agua: las limitaciones físicas de los adultos mayores pueden dificultar el acceso al agua o incluso el acto de beber, especialmente si tienen movilidad reducida o si se encuentran en entornos donde el acceso a líquidos no es inmediato.

Cómo prevenir la deshidratación en niños y adultos mayores

Para los adultos mayores, quienes
Para los adultos mayores, quienes suelen tener una menor sensación de sed, es vital fomentar el consumo regular de líquidos, incluso si no lo piden (CuídatePlus)

Prevenir la deshidratación en verano es esencial, especialmente en grupos vulnerables como los niños y los adultos mayores.

En el caso de los niños, es importante ofrecerles agua de manera frecuente, incluso si no muestran señales de sed. Los pequeños, al ser más activos, pierden líquidos rápidamente a través del sudor, por lo que es recomendable que beban agua antes, durante y después de hacer ejercicio o jugar al aire libre. Además, se pueden incorporar bebidas hidratantes que contengan electrolitos, como bebidas isotónicas, para reponer los minerales perdidos. Evitar que se expongan al sol durante las horas de mayor calor también es crucial.

Para los adultos mayores, quienes suelen tener una menor sensación de sed, es vital fomentar el consumo regular de líquidos, incluso si no lo piden. Las bebidas como agua, jugos naturales o infusiones son buenas opciones. También es importante que los adultos mayores eviten la exposición directa al sol y permanezcan en lugares frescos durante el día. El monitoreo de la hidratación en estos grupos es esencial para prevenir complicaciones asociadas a la deshidratación.