Los primeros monumentos de Lima: íconos coloniales que marcaron el nacimiento de la ciudad

Con su arquitectura imponente y su rica historia, estos monumentos siguen siendo testigos silenciosos del proceso de fundación y consolidación de la capital peruana

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Con sus raíces en el
Con sus raíces en el siglo XVI, estos monumentos se mantienen como símbolos vivientes de una época que definió el rostro de Lima. (Composición Infobae Perú)

Lima, la capital de Perú, está a punto de celebrar un hito importante: su 490º aniversario. Fundada el 18 de enero de 1535 por Francisco Pizarro, la ciudad ha sido testigo de siglos de historia, transformándose en un centro clave de cultura, comercio y política en América del Sur. A lo largo de casi cinco siglos, Lima ha evolucionado desde un pequeño asentamiento colonial hasta convertirse en una de las principales metrópolis del continente. Este aniversario no solo es una oportunidad para recordar su fundación, sino también para reflexionar sobre los primeros monumentos que se erigieron en sus primeros años, símbolos que han perdurado hasta la actualidad y que siguen siendo testigos de la riqueza histórica y cultural de la ciudad.

Los primeros monumentos de Lima, construidos tras su fundación, no solo reflejan la influencia de la España colonial, sino que también marcan los comienzos de una ciudad que, con el paso de los siglos, se consolidaría como la capital de un virreinato y, más tarde, como la moderna Lima que conocemos hoy. La Catedral de Lima, y la Iglesia de San Francisco son algunos de los monumentos que, a lo largo de estos 490 años, han resistido el paso del tiempo y continúan siendo puntos de referencia importantes. Estos íconos coloniales son parte fundamental del legado arquitectónico y cultural que ha dado forma a la identidad limeña.

La Iglesia de San Francisco: un refugio religioso y cultural en el corazón de Lima

Iglesia de San Francisco: Jr
Iglesia de San Francisco: Jr Ancash cuadra 3 (Tv Perú)

La Iglesia de San Francisco, construida en el siglo XVI, es uno de los templos más representativos de Lima. Su arquitectura barroca colonial la convierte en un destacado ejemplo del estilo de la época, con una imponente fachada que captura la atención de quienes la visitan. Además de su iglesia, el complejo incluye el convento de los Franciscanos y las famosas catacumbas, que sirvieron como cementerio durante los primeros años de la ciudad. Este espacio no solo fue religioso, sino también cultural, albergando una biblioteca que contenía textos religiosos y científicos, siendo un centro clave de conocimiento en la época colonial.

La Iglesia de San Francisco también es conocida por sus hermosos claustros, adornados con azulejos sevillanos, y por ser un lugar de gran importancia histórica en la ciudad. A lo largo de los siglos, ha resistido terremotos y otros desastres, manteniendo su vitalidad como un centro de fe y cultura. Hoy en día, la iglesia sigue siendo un atractivo turístico importante, y su ubicación en el centro histórico de Lima la convierte en un punto clave para comprender la historia y el legado colonial de la ciudad.

La Catedral de Lima: el símbolo de la fe y el poder colonial

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La Catedral de Lima, uno de los centros históricos con mayor antigüedad ,alberga cripta de personajes históricos y santos que están presentes en la vida de muchos peruanos. Foto: Composición Infobae

La Catedral de Lima, construida entre 1564 y 1773, es uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad. Situada en la Plaza Mayor, su construcción sobre un antiguo templo indígena simboliza el poder de la Iglesia Católica en la época colonial. Su arquitectura mezcla estilos renacentistas, barrocos y neoclásicos, y cuenta con una impresionante fachada y un interior que alberga valiosas piezas de arte religioso. En su interior también descansan los restos de Francisco Pizarro, el fundador de Lima, y otros personajes históricos importantes, lo que la convierte en un punto focal de la historia peruana.

A lo largo de los siglos, la Catedral ha sido escenario de eventos significativos, como la coronación de virreyes y la realización de ceremonias eclesiásticas clave. Su ubicación central en la ciudad refleja el rol que jugó en la Lima colonial como centro del poder político y religioso. Hoy en día, es un atractivo turístico de gran importancia, y sigue siendo un símbolo de la fe y la identidad limeña.

La Casona de San Marcos: un reflejo de la nobleza colonial y su relación con la universidad

Casona de San Marcos, uno
Casona de San Marcos, uno de los primeros monumentos de Lima. (Wikipedia)

La Casona de San Marcos, ubicada frente a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, fue construida en el siglo XVII y es un claro reflejo del poderío de la nobleza colonial limeña. Con una arquitectura imponente, destaca por sus balcones de madera tallada y sus detalles ornamentales, que dan cuenta del estatus de sus antiguos habitantes. El edificio ha sido testigo de numerosos momentos históricos, siendo un centro de actividad política y cultural durante la época colonial. A lo largo de los años, la casona ha mantenido su importancia como un lugar de encuentro para intelectuales y figuras relevantes en la historia del Perú.

Hoy en día, la Casona de San Marcos sigue siendo un emblema de la historia limeña y un símbolo de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la más antigua de América. El edificio alberga diversas actividades académicas y culturales, y su preservación se ha convertido en un esfuerzo por mantener vivas las raíces históricas de Lima, vinculadas tanto a la universidad como a la ciudad misma.

La Casa del Oidor: residencia del Poder Judicial colonial en el corazón de Lima

La prioridad de su propietario
La prioridad de su propietario es seguir revitalizando este lugar para que las personas continúen apreciando el valor histórico de este patrimonio cultural. Créditos: Tapada Limeña

La Casa del Oidor, construida en el siglo XVIII, es un importante ejemplo de la arquitectura colonial de Lima. Situada en el centro histórico de la ciudad, su fachada barroca y detalles ornamentales la convierten en una pieza clave del patrimonio arquitectónico limeño. El edificio sirvió como residencia de un “oidor”, un magistrado encargado de administrar justicia en el virreinato del Perú. Su diseño elegante refleja el poder y la influencia de la élite colonial que habitaba en la ciudad durante esa época.

Actualmente, la Casa del Oidor alberga el Museo de la Historia de Lima, lo que le ha otorgado un nuevo propósito como espacio cultural y educativo. A lo largo de los años, el edificio ha sido restaurado para preservar su valor histórico y arquitectónico, y sigue siendo una referencia clave para entender la historia del derecho y la estructura social en el virreinato. Su ubicación en el corazón de Lima la convierte en un testigo silencioso de la evolución de la ciudad a lo largo de los siglos.

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