Fue una figura emblemática en la historia contemporánea de Perú por su rol como empresario, periodista y político. Con una trayectoria que abarca desde la dirección de medios de comunicación hasta la gestión pública en la capital del país, Ricardo Belmont ha dejado una marca indeleble en la sociedad peruana.
Fue alcalde de Lima en dos periodos distintos, congresista y fundador del influyente canal RBC Televisión, conocido como El Canal del Pueblo. Su vida ha estado guiada por la comunicación y un enfoque empresarial que sentó precedentes en la radiodifusión peruana. Esta es su historia.
Se preparó para el éxito
Nació en Lima el 29 de agosto de 1945, hijo del empresario Augusto Belmont Bar y Cristina Cassinelli Inurritegui. Se educó en los colegios Inmaculado Corazón y Santa María Marianistas, para luego cursar estudios superiores en la Universidad de Lima, de donde se graduó en 1967 en Administración. Esta base académica lo llevó a construir una carrera marcada por la combinación de negocios y medios de comunicación.
La carrera periodística de Belmont se destacó desde sus inicios. Fue director del noticiero El diario del aire en Radio Unión y de la emisora RBC La Estación, que luego evolucionó en distintas marcas, como Okey Radio y Viva FM.
La niña de sus ojos
Desde 1966, lideró la fundación de RBC Televisión, un canal que buscó representar la voz del ciudadano común y que operó en canal 11.1 HD en Lima. Bajo su dirección, miles de personas participaron como accionistas, reflejando su compromiso con un modelo de comunicación participativa.
A lo largo de su carrera, Belmont condujo varios programas de alto impacto en la televisión peruana. En 1979, se unió a América Televisión con el programa A fondo, y luego, entre 1981 y 1983, dirigió El cielo es el límite y Belmont en Panamericana en Panamericana Televisión. Durante esa época, Belmont se volvió un rostro familiar en la pantalla chica, ganando notoriedad por su estilo directo y carismático.
Uno de sus legados más memorables fue la promoción de la Teletón, un evento benéfico de alcance nacional que unió a varios canales de televisión en apoyo al Hogar Clínica San Juan de Dios, una institución dedicada a la atención de personas con discapacidad física. Entre 1981 y 1993, y nuevamente en 2003, Belmont lideró la transmisión de esta causa, logrando una movilización masiva de solidaridad entre los peruanos.
Giro político
En 1988, Belmont incursionó en la política y fundó el Movimiento Cívico Independiente OBRAS. Con esta plataforma, se postuló a la alcaldía de Lima y ganó las elecciones municipales de 1989, superando al candidato del FREDEMO, Juan Incháustegui.
Su mandato como alcalde (1990-1992) estuvo caracterizado por proyectos de infraestructura ambiciosos, como el Trébol de Javier Prado y la construcción de losas deportivas en barrios desfavorecidos. Fue reelegido para un segundo mandato en 1992, venciendo al entonces alcalde de Arequipa, Luis Cáceres Velásquez.
Entre las obras más destacadas de su gestión municipal, se cuenta la ampliación de la Avenida Universitaria, que conecta seis distritos de Lima; el bypass de Alfonso Ugarte y el Óvalo Higuereta. También supervisó la construcción del Puente Nuevo, que une El Agustino y San Juan de Lurigancho, y el intercambiador vial de la Panamericana Norte con la Avenida Universitaria.
Bajo su liderazgo, Lima recibió en 1991 el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, gracias a los esfuerzos del Patronato de Lima, presidido por Eduardo Arrarte.
A Palacio de Gobierno
En 1995, Belmont buscó expandir su influencia política presentándose como candidato presidencial con el Movimiento OBRAS. En esa contienda, lo acompañaron Máximo San Román y Juan Avendaño Valdez como candidatos a la vicepresidencia.
Sin embargo, la reelección de Alberto Fujimori truncó sus aspiraciones presidenciales, aunque Belmont se mantuvo como un crítico del régimen.
Tras la caída del gobierno de Fujimori, Belmont volvió a la arena política en 2001, integrándose a la plancha presidencial del Frente Independiente Moralizador como candidato a la primera vicepresidencia, encabezada por Fernando Olivera. La fórmula no logró pasar la primera vuelta, quedando en cuarto lugar.
Belmont continuó activo y en 2006 fue candidato al Congreso como independiente, invitado por Acción Popular. Aunque obtuvo más de 29,000 votos, no logró una curul, quedando como accesitario. Sin embargo, en 2009 asumió como congresista, reemplazando al fallecido Alberto Andrade. Sirvió en el Parlamento hasta 2011, concluyendo el periodo legislativo iniciado en 2006.
En 2016, Belmont aceptó la candidatura presidencial por el partido Siempre Unidos, pero renunció a ella en enero de ese año tras discrepancias con el fundador del partido, Felipe Castillo. Estas diferencias surgieron cuando Castillo incluyó al abogado Isaac Humala como candidato al Congreso, lo cual Belmont no aprobó.
Un intento más
En 2018, Ricardo Belmont compitió nuevamente por la alcaldía de Lima, esta vez con el partido Perú Libertario. Sin embargo, perdió frente a Jorge Muñoz. En los últimos años, Belmont se ha reinventado como creador de contenido en plataformas digitales, compartiendo análisis de la política peruana y mundial.
Para el 2021, el presidente Pedro Castillo lo designó como asesor presidencial, aunque su nombramiento se anuló días después debido a las polémicas surgidas en torno a su figura.
La vida de Belmont no ha estado exenta de controversias. Ha sido objeto de críticas por sus declaraciones sobre la pandemia de COVID-19 y por sus afirmaciones sobre teorías conspirativas. Asimismo, en 2003, su programa fue retirado del canal 7 por disputas editoriales.
Otro episodio notorio fue su disputa con Phillip Butters en 2022, que culminó con la intervención en RBC Radio y la recuperación de la señal por parte de Belmont, lo cual dio lugar a investigaciones por parte del Ministerio Público.