Entender la diferencia entre el saldo contable y el saldo disponible es fundamental para gestionar adecuadamente nuestras finanzas personales. Ambos conceptos se refieren a los montos de dinero en una cuenta bancaria, pero representan aspectos distintos de nuestra situación financiera. A continuación, explicaremos en detalle cada uno de ellos:
¿Cuál es la distinción entre saldo disponible y saldo contable?
Para comprender el motivo detrás de los montos divergentes del saldo disponible y contable, es necesario analizar cada concepto por separado.
El saldo disponible se refiere al monto de dinero en nuestra cuenta bancaria que podemos utilizar sin restricciones. En términos sencillos, es la cantidad de dinero que podemos gastar en cualquier momento según nuestro estado de cuenta.
Por otro lado, el saldo contable engloba el saldo disponible junto con los cobros o pagos que aún no han sido procesados. Es decir, el saldo contable se calcula sumando el saldo disponible y las transacciones pendientes de aprobación o registro.
Un ejemplo para ilustrar la diferencia
Imaginemos que observamos en nuestro estado de cuenta un saldo contable de 100 soles y un saldo disponible de 80 soles. Naturalmente, nos preguntaremos por qué existe esta discrepancia.
Una posible explicación es que recientemente hayamos gastado 20 soles en un almuerzo. Sin embargo, esta transacción aún no ha sido registrada en el saldo contable, lo que explica la diferencia entre ambos montos. A este tipo de operaciones pendientes de procesamiento se les denomina “retención” o “retención de saldo”.
Retenciones y procesamiento de transacciones
Es posible que te estés cuestionando por qué algunas transacciones tardan en procesarse. Esta demora puede deberse a que los comercios donde realizaste las compras aún no han transferido la información de las ventas al sistema bancario.
Aunque el término “retención” puede generar cierta inquietud, en realidad, solo representa el dinero que ya hemos utilizado en algún comercio. Para asegurar una comprensión clara, veamos otro ejemplo.
Es probable que hayas notado en más de una ocasión que los montos del saldo disponible y contable no siempre coinciden. Esta discrepancia se debe a diferentes factores, y es posible que te hayas preguntado por qué el saldo disponible casi siempre es menor que el saldo contable.
La influencia de los tipos de cuentas bancarias
Según la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), aunque en teoría las cuentas de ahorro permiten disponer del dinero en cualquier momento, cada entidad financiera ofrece diferentes tipos de cuentas, con características específicas asociadas a los movimientos realizados y a las comisiones o cargos cobrados.
La variación de saldos en diferentes tipos de cuentas
Partiendo de esta premisa, existen cuentas en las cuales el saldo disponible difiere del saldo contable. ¿A qué se debe esto?
En el Banco de la Nación, explican que el saldo disponible es el dinero que podemos utilizar sin restricciones, mientras que el saldo contable representa el saldo disponible más las transacciones pendientes de procesamiento o el dinero que no podemos utilizar de inmediato.
El BBVA, por su parte, indica que la diferencia entre el saldo contable y el saldo disponible se debe a la existencia de una o más operaciones pendientes de procesamiento. Estas operaciones se conocen como “retención” o “retención de saldo” y representan una parte de nuestro saldo total que temporalmente no podemos utilizar.
Según el BN, en algunos casos, esta diferencia depende del comercio donde se realizaron los pagos o compras y de la velocidad con la que dichos comercios informan sus ventas al sistema bancario.
Por otro lado, el BBVA añade que la discrepancia también puede deberse a una transferencia de dinero o al cobro de un cheque que se encuentra en proceso de revisión. Durante este lapso, el banco verifica la cuenta de origen de los fondos y, una vez aprobada la transacción, el dinero se refleja en el saldo disponible.
Tipos de cuentas que muestran ambos saldos
De acuerdo con la SBS, los productos financieros en los cuales los titulares de cuentas pueden visualizar tanto el saldo disponible como el saldo contable son los siguientes:
Cuenta de ahorro:
Este tipo de cuenta permite realizar depósitos en una entidad financiera a nombre del ahorrador, ya sea una persona natural o jurídica. Además de brindar seguridad al dinero, esta cuenta puede generar intereses durante el tiempo que los fondos permanezcan en la institución financiera.
Cuenta CTS:
La cuenta CTS es aquella en la cual el empleador realiza depósitos por disposición legal. Su propósito principal es prever el riesgo que implica la terminación de la relación laboral y la consiguiente pérdida de ingresos. Es importante destacar que, si bien durante la pandemia se ha permitido el retiro total de la Compensación por Tiempo de Servicio, normalmente esta cuenta suele tener un saldo disponible limitado.
Cuenta de plazo fijo:
En este tipo de cuenta, se realizan depósitos de dinero por un período de tiempo determinado. Al abrir una cuenta de plazo fijo, el cliente se compromete a no disponer de los fondos depositados antes de cumplir el plazo acordado. A cambio, la entidad financiera pagará una tasa de interés proporcional al tiempo de permanencia acordado. Las características de los montos y plazos dependerán de la entidad financiera, pero generalmente existen plazos de 30, 60, 90, 180 o 360 días.
Cuenta sueldo:
Las cuentas sueldo están diseñadas para recibir el salario del titular. La empresa empleadora tiene la posibilidad de realizar el pago de la remuneración en la entidad financiera elegida por el empleado.
A pesar de las diferencias entre las cuentas mencionadas, el BBVA señala que, dado que la mayoría de las operaciones bancarias son casi inmediatas en la actualidad, no es extraño que los montos del saldo contable y saldo disponible coincidan en la mayoría de los casos.
¿Cuánto demora pasar de saldo contable a saldo disponible?
En situaciones en las que se presenta una retención de saldo en nuestra cuenta bancaria, es importante comprender cómo se libera este saldo retenido. En general, la liberación del saldo retenido ocurre de manera automática, pero puede tomar un tiempo para que se refleje nuevamente en nuestro saldo disponible. Este proceso de liberación puede demorar hasta 10 días útiles, que es el plazo máximo asignado para que el banco verifique y confirme lo sucedido en la operación.
Cuando realizamos una transacción que genera una retención de saldo, como por ejemplo, utilizar una tarjeta de crédito en un establecimiento o realizar una reserva de hotel, el banco retiene temporalmente una parte del saldo disponible en nuestra cuenta. Esta retención se realiza como una medida de seguridad para garantizar que los fondos necesarios estén disponibles para cubrir el pago final de la transacción una vez que se haya procesado por completo.