Un antiguo invento para hacer música: la historia de una máquina que no escribe letras ni números

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Woody Allen afirma que ha escrito todos sus guiones y artículos en The New Yorker en una máquina de escribir. Eso son 60 años. Y le funcionó. De hecho las máquinas de escribir están de vuelta hoy en día. Y unas de las más deseadas son las máquinas de escribir música Keaton, por una razón interesante. Se patentaron en 1936 y fueron diseñadas para escribir notas musicales, nada de letras o números.

La patente original tenía catorce teclas y en 1953 fue mejorada hasta 33. En los años cincuenta se vendía por 255 dólares. La marca Keaton intentaba crear algo que imprimiera los caracteres de forma meticulosa, precisa y en el sitio exacto, y terminaron creando un teclado circular que le da un aspecto muy particular.

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"El teclado está adaptado al tipo de caracteres musicales de barras de compás y líneas suplementarias, que al repetirse aparecen en los mismos espacios relativos respecto a las líneas… Y el segundo teclado sirve para escribir notas, bemoles, sostenidos y demás", escribieron en Keaton.

Los usuarios de esta máquina controlan dónde aparecerán los caracteres en la página con ayuda del metro curvo de la izquierda. Moviendo la manivela arriba o abajo, le dicen a la máquina cuánto debe ajustarse, moviéndose 1/24 de pulgada en cada dirección. Para asegurarse de que cualquiera que usara la máquina pudiera ver dónde se iba a imprimir el carácter, incluyeron una larga aguja para que no haya dudas.

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El resultado final, al contrario que los manuscritos hechos a mano, debía ser de suficiente calidad como para publicarse. Se supone que hacía más fácil para editores, educadores y otros músicos hacer copias en buena cantidad. Sin embargo, dado lo pequeño de su nicho de mercado, no sabemos si el producto fue un éxito o no. Pero su originalidad lo ha convertido en un deseado objeto de coleccionista. Aunque se cree que solo queda una docena en condiciones de ser usadas, a veces se encuentran en subastas online a precios que van desde los 6.000 a los 12.000 dólares.