“Criacuervo”: el homenaje de Orlando Echeverri Benedetti a los perdedores cumple cinco años

El escritor cartagenero publicó en 2017, de la mano de Angosta Editores, su segunda novela, una de las mejores piezas de la literatura colombiana en los últimos años.

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"Criacuervo", la segunda novela de Orlando Echeverri Benedetti, cumplió cinco años. (Foto: Cortesía Angosta Editores).
"Criacuervo", la segunda novela de Orlando Echeverri Benedetti, cumplió cinco años. (Foto: Cortesía Angosta Editores).

El nombre de Orlando Echeverri Benedetti comenzó a hacerse conocido entre los lectores en Colombia con el libro Sin freno por la senda equivocada, título que en 2014 obtuvo el Premio Nacional de Novela Idartes y fue publicado por El Peregrino Ediciones, el sello dirigido por el brillante editor Juan David Correa y el escritor Álvaro Robledo.

Habiéndose desempeñado como periodista en el diario El Universal de Cartagena, y como fotógrafo, recorriendo países como Argentina, Tailandia, Alemania y España, entre otros, Echeverri Benedetti consiguió en aquellos años gestar una de las sorpresas literarias del momento en la literatura nacional. La obra estuvo entre los títulos preseleccionados al Premio Nacional de Novela del Ministerio de Cultura en 2016 y si bien no consiguió avanzar hasta las últimas instancias, fue considerada por la prensa como una de las novelas más interesantes del último tiempo.

La primera novela de Orlando Echeverri Benedetti, publicada por El Peregrino Ediciones.
La primera novela de Orlando Echeverri Benedetti, publicada por El Peregrino Ediciones.

No pasó mucho para que apareciera publicada la segunda novela del cartagenero, de la mano de Angosta Editores, la editorial de Héctor Abad Faciolince. El libro de Echeverri Benedetti era apenas el tercer título del catálogo y muy pronto se convirtió en una de las piezas más interesantes de la literatura colombiana en ese año.

Criacuervo fue publicada en 2017. En ella se percibía una voz única, una historia poderosa, un ritmo raro, según el propio Abad Faciolince. Su editor fue José Ardila, el autor del Libro del tedio y una de las voces incluidas en el listado más reciente de la revista Granta, con los 25 escritores menores de 35 años más prometedores de la literatura escrita en español.

Al final de ese 2017, la segunda novela de Echeverri Benedetti fue incluida en la lista de los diez mejores libros del año, según la extinta Revista Arcadia, y al año siguiente, una vez más, el escritor cartagenero tenía la posibilidad de ser considerado entre los autores que aspiraban al Premio Nacional de Novela del Ministerio de Cultura. A diferencia del 2016, en 2018, con Criacuervo, Echeverri Benedetti consiguió estar entre los finalistas, junto a Pilar Quintana con La perra, Antonio García Ángel con Declive, Gilmer Mesa con La cuadra y el fallecido Roberto Burgos Cantor con Ver lo que veo, título que terminaría llevándose el galardón.

"Es inevitable que mi experiencia fuera del país no permee en los temas y los personajes que elijo", Orlando Echeverri Benedetti. (El Heraldo, 2017).
"Es inevitable que mi experiencia fuera del país no permee en los temas y los personajes que elijo", Orlando Echeverri Benedetti. (El Heraldo, 2017).

Si bien al cartagenero se le escapaba una vez más el premio, su novela no paró de cautivar lectores. También llamó la atención de los editores. Un año después, de la mano de la filial colombiana del grupo editorial Penguin Random House, Echeverri Benedetti publicaría La fiesta en el cañaveral, su tercer libro y el primero de cuentos.

Cuando envió Criacuervo a los editores de Angosta, no necesitaron más de una lectura para entender que se trataba de una pieza de gran factura literaria. En alguna ocasión, Echeverri Benedetti comentó que la novela fue su forma de rendirle un tributo al desierto, “a nadar de noche, a los perdedores, al chirrinchi de los wayúus, a la Puerta de Brandeburgo”.

En entrevista con el escritor Paul Brito para El Heraldo, en una conversación que tuvo lugar en junio de 2017, el autor señalaba que, en su opinión, toda novela debe buscar cierta lúdica en su estructura. “No me refiero a un arbitrario juego experimental, sino simplemente al hecho de correr riesgos en el hallazgo de una dinámica entre la forma y el contenido”. Podría decirse que la suya lo consigue sobremanera y con extrema lucidez.

“Su materia prima es el espaldar de la realidad, su hilo negativo, su trasfondo invertido, como si Orlando hubiera escrito su obra del lado de adentro, y luego le hubiera dado la vuelta, igual que una camisa”, apuntaba Brito. “La novela se aleja de los esquemas trillados de otras que no arriesgan maneras diferentes de contar, que no tratan de redefinir o definir en sus propios términos la esencia de la escritura”.

Uno de los escritores más interesantes del panorama actual de la literatura colombiana. (Foto cedida por el autor).
Uno de los escritores más interesantes del panorama actual de la literatura colombiana. (Foto cedida por el autor).

Criacuervo es un salto al vacío, una oda al destino, un guiño a la tragedia olvidada de vivir la vida sin más ambición que perderse en ella, reza una reseña del libro que publicó El Tiempo en el suplemento Lecturas. Es la historia de los hermanos Zweig y su intento por hacerle frente a un destino ya trazado, lo que convoca a los lectores a acercarse a esta novela.

Klaus y Adler, además de su sangre, tienen poco en común: la infancia en Berlín, la intimidad con el agua y el amor por la misma mujer: Cora. El tiempo pasa y el uno sale de Alemania, mientras que el otro se queda. Esa decisión será capital para el rumbo que tomarán sus vidas. Después de muchos años, Klaus, asentado en Criacuervo, un lugar en pleno desierto de La Guajira, decide invitar a Adler y a Cora y conciliar de esa forma un pasado conflictivo. Pero el curso ya está fijado, intentar superarlo será imposible.

"Criacuervo", la segunda novela del escritor Orlando Echeverri Benedetti. (Cortesía: Angosta Editores).
"Criacuervo", la segunda novela del escritor Orlando Echeverri Benedetti. (Cortesía: Angosta Editores).
“En la luneta intacta del vehículo deformado entre los fresnos, la policía encontró una calcomanía que rezaba: Quizá el enigma de Dios sea tan vago y, sin embargo, tan cierto. Dentro del carro se hallaban los cuerpos sin vida de una pareja de biólogos...”.

De Criacuervo se ha dicho mucho y a la vez muy poco. Pese a su extensión, es una novela compleja en sí misma, aunque entretenida y vertiginosa. Su gestación, influida por el cine, la fotografía, las lecturas y las vivencias del autor, sigue siendo tema de duda hoy por hoy. ¿Acaso no es eso lo que consiguen todas las grandes obras?

Cinco años se cumplen desde que los lectores asistieron por vez primera al encuentro con esta novela que, se lee de una sentada, pero se queda dando vueltas en la mente de quien lee por varios días, semanas, e incluso meses.

La de Orlando Echeverri Benedetti es una voz distinta, con una fuerza poco común en la literatura colombiana de lo que va de este siglo XXI. Si bien apenas ha publicado tres libros, no es necesario más para decir que la suya es una obra que ya se ha ganado un lugar en la memoria colectiva de los lectores, críticos y periodistas, por la calidad literaria con la que ha sido concebida.

Tendrán que pasar, pues, otros cinco años y muchos más para que nos decidamos sobre si es o no una de las grandes piezas de la literatura colombiana en toda su historia. Y quizá, aun entonces, sigamos dándole vueltas al asunto. Que así sea.

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