Cobra Kai: seis lecciones del éxito de Netflix para transformar tu vida

Pablo Nachtigall, psicólogo autor de “Inteligencia emocional en el amor”, analiza la serie secuela de Karate Kid en busca de consejos para vivir mejor: valores, segundas oportunidades, qué hacer ante situaciones de bullying y cómo reconciliarse con el pasado.

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El psicólogo Pablo Nachtigall parte del éxito de la serie de Netflix Cobra Kai para dar consejos sobre cómo lidiar con el bullying y reconciliarse con el pasado.
El psicólogo Pablo Nachtigall parte del éxito de la serie de Netflix Cobra Kai para dar consejos sobre cómo lidiar con el bullying y reconciliarse con el pasado.

¿Quién no ha visto al día de hoy la serie Cobra Kai, que viene arrasando en audiencia en la plataforma Netflix? ¿Quién que detente una edad de 40 años en adelante no se ha emocionado y conmovido con esta nueva entrega que nos conecta con la nostalgia de una época tan hermosa como los años 80?

Hasta la fecha actual se ha convertido en una de las series más vistas en todo el mundo. Cobra Kai es la secuela de la famosa saga cinematográfica Karate Kid que ha sido un furor en los años 80 y ha despertado la fascinación y fanatismo de diversas generaciones. En esta nueva serie en donde prosigue la historia unos 30 años después del campeonato de 1984, se vuelve a profundizar en la antigua rivalidad entre Daniel LaRusso, el discípulo simpático, correcto y gentil del Sensei Miyagi (el papel que inmortalizó a Pat Morita), y Johnny Lawrence, el “chico malo”, agresivo y machista, quien lo acosaba en la escuela y no lo dejaba en paz.

Ambos se reencuentran en la misma ciudad y reflotan sentimientos de rabia, competencia y dolor para ver quién es el maestro de Karate más exitoso. Para aquellos que hemos crecido viendo la saga cinematográfica y nos hemos emocionado e identificado con el maltrato, el esfuerzo y la superación que Daniel ha experimentado en las sucesivas películas, esta nueva serie constituye un entretenimiento único para reconectarnos con nuestra niñez y adolescencia, con el aditivo de poder verla con nuestros hijos y compartir con ellos nuestras sensaciones, recuerdos y vivencias ligadas a esa década.

En mi caso me emociona poder compartir esta serie con mi pareja e hijo mayor, e ir contándoles las películas de Karate Kid que ellos no han visto (parezco Adam Sandler glorificando los años 80). Más allá del éxito arrollador de esta serie que nos conmueve y que compartimos entre grandes y chicos, existen 6 lecciones muy valiosas que se entremezclan en estas 5 temporadas, de las cuales podemos aprender y aplicar para transformar nuestra vida personal:

Cobra Kai, secuela de la exitosa saga cinematográfica Karate Kid, es una de las series más vistas de la plataforma de streaming.
Cobra Kai, secuela de la exitosa saga cinematográfica Karate Kid, es una de las series más vistas de la plataforma de streaming.

Seis lecciones que podemos aprender de la serie Cobra Kai a fin de reflexionar, crecer y transformar nuestra vida

Lección Nº1: Asumamos una postura activa en relación al bullying

Todos somos Daniel LaRusso, Miguel, Eli Moskowitz “Hawk” o Aisha (quienes eran acosados en la escuela durante la primera temporada). El bullying escolar se caracteriza por la actitud de uno o varios compañeros de acosar, molestar, agredir, burlar y hostigar a otro niño o adolescente que generalmente está en una posición de desventaja o inferioridad. Aunque, para que este acoso escolar se consolide, precisa de la falta de acción y medidas pertinentes de los maestros, padres y autoridades escolares, ya que de otra manera no proseguiría su curso.

El bullying escolar genera heridas emocionales profundas. He atendido muchos pacientes que han sufrido del bullying y, hasta el día de hoy, siguen recordando con dolor y angustia esos sucesos en los que se sintieron maltratados. Al respecto, en una entrevista, la actriz Mary Mouser, quien encarna a Sam, la hija de Daniel LaRusso, confesó que en su niñez había sufrido el maltrato constante por parte de sus compañeros y eso la llevaba a querer ocultarse en el baño de su escuela porque no tenía amigos con quienes pasar el recreo.

El paradigma sistémico para comprender y afrontar el fenómeno del bullying nos dice que todos estamos en la misma situación y por ende somos responsables de lo que sucede. ¿Qué significa esto? Si en la escuela de tus hijos, un compañero sufre de acoso escolar, también es nuestro problema y nos toca hacer algo al respecto.

Generalmente existen 3 posturas frente al bullying que contribuyen a que crezca:

1) O se es el acosador o acompañante de quien agrede.

2) Se puede ser victima de la burla.

3) Se es testigo pasivo sin hacer nada al respecto.

Lamentablemente estas 3 posturas no solo abarcan a los niños sino a los adultos que enseñan. Aunque existe una cuarta postura que es la que puede reducir y afrontar exitosamente el bullying, que es la participación activa consciente y, en ella, todos asumimos la responsabilidad en este problema. Cuando abordamos este tema en conjunto, padres, maestros, autoridades, alumnos, conversando al respecto y contemplando como podemos hacer algo en equipo, el bullying se alquimiza y se vuelve una oportunidad para conectarnos desde el respeto, diálogo y colaboración.

Por ello, la próxima vez que escuches o te enteres de una situación de bullying en el colegio de tus hijos, puedes preguntarte: ¿Cuál es mi responsabilidad en este fenómeno? ¿Cómo puedo ayudar a enfrentar el bullying en equipo con otras personas en vez de quedarme en actitud pasiva, consintiendo que un niño sea maltratado?

El psicólogo destaca el impacto que un buen maestro como Miyagi puede tener en la vida de un niño que empieza a aprender artes marciales.
El psicólogo destaca el impacto que un buen maestro como Miyagi puede tener en la vida de un niño que empieza a aprender artes marciales.

Lección Nº2: La vida es algo más que blanco o negro

Si hay algo que nos enamora a los adultos de Cobra Kai es justamente la increíble capacidad de traernos a los personajes que hace 30 años nos habían presentado como “malos, agresivos y violentos” y poder vislumbrar sus dificultades, cualidades y aspectos humanos. Johnny Lawrence es el mejor ejemplo de ello. En su aparición en la primera película de Karate Kid, era el típico adolescente violento y prepotente que usaba el karate para imponerse en su escuela y acosar a Dany. Sin embargo 30 años después, en esta nueva serie, reaparece como un cincuentón frustrado y derrotado, con múltiples heridas emocionales y un hijo con quien pocas veces había interactuado, entre otras cosas.

Con el correr de los capítulos y temporadas, la mayoría de los televidentes en todo el mundo terminamos amando más a este personaje de Johnny que es tan machista, rudo, sensible y generoso. ¿Qué nos lleva a sentir cariño por alguien que en el pasado era un acosador violento? Justamente su humanidad, que descubrimos detrás de sus actitudes agresivas y brutas.

Johnny refleja el dolor y la soledad que muchísimas personas han experimentado en sus propias vidas al no haber tenido figuras amables, integras y generosas que los guíen. También nos conecta con ese aspecto de derrota y agobio ante el paso de los años de la vida que podemos sentir en determinados momentos, sobretodo cuando sobrevienen las crisis de la mediana edad (algo que todos los que pasamos los 40 años en algún momento podemos experimentar).

Muchas veces detrás de un acosador, hay una historia de dolor, carencia familiar y malos tratos. Esto no es de ninguna manera un intento de justificar conductas violentas ni delictivas. Miguel se muestra al inicio de la primera temporada como un adolescente de origen latino, que es humilde, sensible y familiero aunque comienza a mutar, convirtiéndose en un muchacho con mas confianza, agresivo y avasallante, ya que era el alumno preferido de Cobra Kai, para luego recapacitar después de su accidente en donde es arrojado por las escaleras.

El psicólogo también sostiene que no todo es blanco o negro e invita a abrazar las contradicciones: "Muchas veces detrás de un acosador, hay una historia de dolor, carencia familiar y malos tratos".
El psicólogo también sostiene que no todo es blanco o negro e invita a abrazar las contradicciones: "Muchas veces detrás de un acosador, hay una historia de dolor, carencia familiar y malos tratos".

Robby, el hijo de Johnny, era alumno de Daniel y luego se vuelve el referente de Cobra Kai, solo para terminar reconectándose con su padre y los nobles valores del karate de Miyagi Do. Como vemos, todos tenemos un lado luminoso y otro oscuro, con cualidades, defectos, recursos y dificultades. Casi nadie es enteramente malo ni completamente bueno.

Daniel LaRusso parece ser el muchacho educado, correcto, bondadoso y padre ejemplar. Sin embargo, muchas veces peca de encerrarse en su manera de ver la vida en términos de blanco o negro, generándole conflictos con su propia familia y su eterno archienemigo/amigo que es Johnny.

¿Qué podemos aprender de este lección? Concebir la vida en términos de blanco o negro, bueno o malo, puede limitarnos en los vínculos humanos ya que nos quedamos polarizados, creyendo que existe una única escala de valores correcta y que aquello que no se adecue a la misma merece ser excluido o castigado. La realidad es que hay cosas que pueden ser buenas o malas, correctas o incorrectas y también hay una gama muy amplia de grises, para los cuales precisamos aprender a observar, reconocer y respetar a través del diálogo.

Al cierre de la cuarta temporada, podemos ver cómo los principios de Cobra Kai y Miyagi Do comienzan a integrarse en la manera de luchar, ya que ambos tienen aportes necesarios y complementarios. Aprender a integrar en vez de quedarnos en los extremos es una gran lección para nuestra vida, madurez y crecimiento personal.

¿Qué pasa con el bullying? El autor sostiene que no hay un único culpable: "Todos estamos en la misma situación y por ende somos responsables de lo que sucede".
¿Qué pasa con el bullying? El autor sostiene que no hay un único culpable: "Todos estamos en la misma situación y por ende somos responsables de lo que sucede".

Lección Nº 3: La falta de inteligencia emocional genera conflictos continuos

Las peleas que se suscitan continuamente en la serie Cobra Kai, tanto dentro como fuera de la escuela, proceden de una actitud reactiva e infantil, donde el diálogo reflexivo brilla por su ausencia. Una persona manifiesta un adecuado nivel de inteligencia emocional o madurez cuando se muestra predispuesta a formular una autocrítica, reconocer sus errores, asumir responsabilidades y abrirse al diálogo constructivo.

Cuando vemos una escuela donde surgen, se alimentan y perpetúan las peleas como sucede en Cobra Kai, podemos inferir que hay una ausencia marcada de la figura de autoridades adultas con capacidades emocionales acorde a sus cargos. La primera medida que un adulto debe llevar adelante a fin de reducir el clima hostil de guerra en una familia o institución educativa es propiciar el diálogo reflexivo.

La inteligencia emocional se caracteriza por la capacidad de reflexionar, reconocer errores, aprender de ellos y mostrarnos receptivos a escuchar e intercambiar con los demás. Tanto Johnny como Daniel, a lo largo de las primeras 3 temporadas, manifiestan serias dificultades para poder escucharse y conversar adultamente ya que por momentos sus emociones los sobrepasan. Y esa animosidad competitiva que sienten los hace enfrentarse una y otra vez, arrastrando a sus alumnos y generando situaciones violentas que culminan con accidentes y hechos violentos dentro de la escuela.

Por eso, desarrollar madurez y capacidad de diálogo en nuestra vida es fundamental para abordar conflictos, violencia y bullying de manera adecuada. Una de las escenas mas memorables y movilizantes de la serie es cuando Dany y Johnny se encuentran en un bar y, rememorando su adolescencia conflictiva, comienzan a encontrar puntos de conexión que hasta ese momento no habían percibido. Empiezan a darse cuenta de que eran mas parecidos de lo que creían. Comienzan a percibirse como seres humanos en vez de enemigos. Inician un primer diálogo empático que es la semilla de un futuro acercamiento entre ellos como aliados.

La lección que podemos aprender aquí es que, sin desarrollar comprometidamente nuestra madurez como adultos, es imposible experimentar una vida con vínculos equilibrados, amorosos, colaborativos y respetuosos. ¿Cómo puedes desarrollar tu madurez de manera comprometida?

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Lección Nº4: Los valores hacen la gran diferencia en nuestra vida

Los valores constituyen las piedras basales que guían nuestras conductas. No es lo mismo un país, organización, institución educativa o familia que posee una brújula moral y vive de manera coherente, que cuando se carece de integridad. Cuando existen una serie de principios o valores morales que son compartidos con respeto, cuidado y afecto dentro del seno de una familia o escuela, esto tiende a generar un clima armónico en donde las personas se sienten cuidadas, pueden desarrollar la capacidad de expresar lo que sienten y colaborar entre si para crecer y consolidar un mayor bienestar grupal. En tanto que está comprobado que la falta de valores morales, genera conflictos, conductas violentas y caos.

Un arte marcial puede enseñarse y practicarse desde una actitud honorable, centrada y pedagógica tendiente a formar seres humanos equilibrados, respetuosos e íntegros, o bien fomentar niños agresivos, prepotentes y avasallantes. ¿De que depende esto? Daniel siguiendo el modelo del señor Miyagi, encarna el arquetipo del maestro generoso, honesto y sensible que procura trasmitir valores importantes en el karate. Su deseo es contribuir en formar seres humanos con los valores que él ha vivenciado durante su proceso de entrenamiento con su sensei.

Mientras que John Kreese y Terry Silver se enfocan en crear un dojo con alumnos que ganen campeonatos sin importar los medios para alcanzar sus metas. Si tu hijo practicase artes marciales, ¿cuál de estos maestros te gustaría que lo entrene? ¿Qué efectos consideras que podría generar en su bienestar y salud mental?

Como padre de un niño que practica taekwondo hace más de 5 años, conozco de primera mano la enorme importancia de aprender un arte marcial enmarcado en una filosofía de vida con valores morales. He visto a mi hijo incorporar valores muy importantes en su manera de entrenar, que han contribuido a modelar sus actitudes ante la vida y ello ha sido gracias a la presencia de Senseis honorables e íntegros.

Los niños que practican artes marciales con un maestro que vive su propia vida con integridad aprenden a desarrollar carácter, poder personal, disciplina, respeto por el prójimo, autocontrol y capacidad de cuidado hacia los demás. Mientras que aquellos pequeños y adolescentes que permanecen con maestros carentes de moralidad, con dificultades para manejar su propia agresividad y que solo quieren alumnos para ganar trofeos, terminan convirtiéndose en “soldaditos de Cobra Kai”, procurando pelearse, ganar a toda costa y dañar al otro. La diferencia la hacen los valores y cuán congruentes somos con ellos.

(Netflix)
(Netflix)

Lección Nº5: Todos tenemos una segunda o tercera oportunidad si decidimos aprovecharla

En esta serie, Johnny ha sido un padre ausente gran parte de la vida de su hijo Robby, quien se siente dolido y enojado con él. Como le sucede a muchos padres ausentes, Johnny no se sentía preparado emocionalmente para ser padre y, en vez de permanecer en contacto con su hijo, decide mantenerse apartado.

Sin embargo, en la temporada 5, Johnny decide retomar el contacto con su hijo, persistiendo en ello hasta lograr un acercamiento emocional que nutre a ambos. Hasta ese momento, Johnny sentía dolor por la distancia con su hijo pero no hacia nada concreto para cambiar la situación. Hasta que decide aprovechar esta nueva oportunidad y ocupar su rol como padre.

Lamentablemente, los hombres que procrean hijos y luego se ausentan constituyen un hecho muy común que genera dolor, tristeza y heridas profundas en la psiquis de millones de personas. Al respecto resulta muy esclarecedor el documental Muéstrame al padre de los hermanos Kendrick, referentes del cine cristiano en el mundo, que muestra los estragos causados por la ausencia de la figura paterna en una familia, citando cifras estadísticas en los Estados Unidos y su impacto en la tasa de criminalidad, drogas y violencia.

Así como Johnny, si has estado ausente en relación al cuidado y contacto con tus hijos, es importante recordar que siempre tenemos la oportunidad de volver a acercarnos a ellos desde el amor. Aún cuando estos manifiesten rechazo y enojo hacia nosotros, podemos persistir con la actitud guerrera de un “Cobra Kai” y la sensibilidad de “Miyagi Do” a fin de vincularnos con ellos.

También podemos asumirnos como figuras parentales o maternales adultas y concientes hacia aquellas personas que realmente están necesitando de afecto, atención y guía, ya que ello puede sanarnos y contribuir a la salud de los demás. Tanto en nuestra profesión, trabajo o roles familiares, podemos aprovechar estas oportunidades para hacer un bien a los demás… y a nosotros mismos. Si hemos cometido errores en el pasado podemos redimirnos asumiendo nuestra responsabilidad y decidiendo hacer algo diferente y positivo por los demás. ¿Conoces personas que estén precisando de una guía y apoyo emocional para sus dificultades? ¿Cómo puedes contribuir con ello de manera consciente y equilibrada?

Nachtigall, psicólogo especialista en inteligencia emocional, se pregunta: "¿Qué puedes hacer para dejar de pelearte con tu pasado y comenzar a reconciliarte con el mismo?".
Nachtigall, psicólogo especialista en inteligencia emocional, se pregunta: "¿Qué puedes hacer para dejar de pelearte con tu pasado y comenzar a reconciliarte con el mismo?".

Lección Nº6: Reconciliarnos con nuestra pasado

En algún momento de nuestras vidas, todos podemos haber experimentado algún hecho traumático, desagradable o doloroso en relación a nuestros padres, familiares, amigos o compañeros de escuela. Tanto Johnny como Daniel seguían enojados y dolidos por sus experiencias familiares y escolares del pasado. Daniel había sufrido el acoso y violencia de Johnny y seguía furioso, lo cual le impedía conectarse en el presente como un adulto, padre de familia y empresario exitoso que era.

Mientras que Johnny había sufrido de la ausencia de su padre biológico, el destrato de su padrastro millonario y el intento de su Sensei John Kreese de golpearlo salvajemente en el estacionamiento luego de que perdiera el campeonato de 1984 (inicio de Karate KId-II). Ambos seguían dolidos con su pasado. Al parecer ninguno de los dos había hecho “terapia Gestalt ni constelaciones familiares” para poder hablar, procesar y sanar esas vivencias traumáticas que seguían cobijando en su interior.

Cuando albergamos emociones de dolor, rabia y amargura por lo vivido en el pasado y nos las procesamos adecuadamente, tendemos a quedarnos estancados en el resentimiento e insatisfacción y ello puede intoxicar nuestra vida. La reconciliación con nuestro pasado implica reconocer e dolor, hablarlo, sentirlo, procesarlo y aprender a verlo con otros ojos desde la compasión hacia nosotros mismos.

Cuando Daniel se vuelve amigo de Johnny y de Chazen Toguchi, el muchacho japonés que lo había desafiado a un combate a muerte en la película Karate Kid II, se inicia un proceso de reconciliación que resulta sanador para todos (recuerdo haber llorado de emoción al contemplar esos capítulos en los que Daniel vuelve a visitar Okinawa). La reconciliación nos amiga con la vida.

Este bello concepto nos lo traen las constelaciones familiares cuando nos invitan a mirar con agradecimiento a nuestros padres más allá de lo que hayamos experimentado con ellos. Bert Hellinger explica que nuestros padres nos dan el mayor regalo que un ser humano puede recibir que es la vida misma. Y aquello que nuestros padres no nos han dado, como adultos podemos dárnoslo conscientemente.

Esta bella lección que nos transmite el padre de las constelaciones familiares, es crucial ya que nos reconcilia con la existencia misma. Es imposible afrontar nuestra vida con profundidad, confianza y amor si seguimos enojados con papá y mamá, reprochándoles por aquello que creemos que no nos han dado. Asumir la responsabilidad de nuestra vida, con gratitud, nos coloca en una postura de madurez y aceptación con la vida misma. ¿Cuáles son las situaciones de tu pasado con las que sigues manteniéndote en un estado de enojo, dolor y carencia? ¿A quienes sigues culpando de tus dificultades actuales? ¿Qué puedes hacer para dejar de pelearte con tu pasado y comenzar a reconciliarte con el mismo?

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