Ocho mitos sobre los ebooks que deberías empezar a descartar

¿Los libros digitales son más fríos, más difíciles de leer, más caros? Aquí un análisis de este formato que ya está instalado. Y qué tiene de verdad la grieta con el papel.

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Leyendo un libro electrónico. ¿Cuán diferente es? (Foto Shutterstock)
Leyendo un libro electrónico. ¿Cuán diferente es? (Foto Shutterstock)

“¿Cuántos ebooks leíste el último año?” Si nos hubiesen hecho esta pregunta hace diez o quince años, todos o casi todos habríamos dicho: “¡Cero!”. Hoy, con la versatilidad de los dispositivos y la calidad de los libros digitales, los ebooks se convirtieron en una realidad cercana para cualquier lector y no sólo para los heavy readers, aquellos que leen varios libros al año.

Sin embargo, este tipo de lectura sigue estando rodeada de algunos mitos. Vamos a analizarlos.

Mito 1: La grieta “papel o digital”

Un equívoco frecuente con respecto al libro digital es que se lo suele pensar en términos de grieta: o se es lector de papel o se es lector de ebooks. “En el futuro nadie va a leer libros físicos”: ya podemos tirar abajo ese mito. Los lectores somos anfibios y pasamos de uno a otro sin hacernos demasiado conflicto.

Mito 2: Un libro electrónico es un pdf

Hacer un ebook no es fácil. La producción es más económica, pero no es más fácil. Esta idea está muy vinculada a la idea errónea de que un ebook es un PDF. Y, si bien ese formato es el más extendido para compartir archivos de texto, un pdf no es un ebook. De hecho, lo crearon pensando en que uno lo iba a recibir y lo iba a imprimir. Por eso parece la fotocopia digital de una página.

En el subte. La lectura digital convive con la de papel. (Foto Reuters)
En el subte. La lectura digital convive con la de papel. (Foto Reuters)

Mito 3: Al ebook no le puedo poner mis marcas

Los ebooks no son estáticos. Están pensados para ser leídos en e-readers, teléfonos, tablets, etc. Se los puede subrayar, intervenir con comentarios —como si fuera una nota al margen—, copiar pequeños fragmentos, etc. Para que sean así de versátiles requieren de una buena programación que habilite cambios de tipografías, tamaños de letra, colores de imágenes, y demás configuraciones.

Mito 4: Leer en digital es caro

¿Es caro leer en digital? Depende. Está claro que se necesita de un equipo electrónico, pero no es imprescindible comprar un e-reader. Los lectores digitales como el Kindle o el Nook son dispositivos específicos para la lectura y cuestan alrededor de 70 dólares. Pero también hay aplicaciones gratuitas para el teléfono y la tablet que realizan las mismas acciones. Y, por otro lado, los ebooks son mucho más baratos que los libros en papel: en general cuestan menos de la mitad; en algunos casos hasta cuatro veces menos.

Existen distintos formatos de ebooks. El más común es el epub, y luego hay otros como mobi, azw, iba, etc. En una librería, aunque haya libros en tapa dura, trade y bolsillo, las cosas son más sencillas. ¿Hay que saber qué significan las siglas? En principio, no. No es mejor el epub que el mobi ni el mobi que el iba. Simplemente señalan en qué dispositivo se los puede leer. El primero es un formato universal, el segundo es exclusivo del Kindle, el tercero de Apple, y así. Lo único que hay que tener en cuenta al comprar un ebook es con qué dispositivo se lo va a leer.

Simplemente, leer. (Foto Shutterstock)
Simplemente, leer. (Foto Shutterstock)

Mito 5: El ebook fomenta la piratería

El ebook no fomenta la piratería. De hecho, hay muchas ediciones en papel que son piratas. En digital puede ser más fácil la copia, pero no mucho más fácil que fotocopiar un libro. Además, hay ciertas controles de seguridad como el DRM (“Digital Rights Management”) que limitan las duplicaciones.

Mito 6: Si pierdo el dispositivo, pierdo el libro

Todas las librerías de ebooks —desde BajaLibros hasta Amazon— funcionan con almacenamiento en la nube. Esto significa que el libro está en el dispositivo mientras se lee, pero a la vez queda una copia en nuestro perfil en el servidor. Es, más o menos, lo que hace Google con las fotos del teléfono. Esto es muy importante, porque el contenido se independiza del aparato. Supongamos que se rompe o nos lo roban, o, para no llegar a ese extremo, simplemente queremos continuar la lectura en otro dispositivo: el libro está disponible, esperándonos.

Mito 7: Es una lectura más “fría”

En la lectura de libros físicos se ponen en juego ciertas habilidades que completan la lectura desde el mundo de los sentidos. Por eso, mucha gente que romantiza el papel habla de olores, texturas. Es súper válido. Esas habilidades quedan en segundo plano en los libros digitales —aparecen otras destrezas, como la memorización y el tacto— y entonces parecen más fríos. Pero no lo son: el contenido, finalmente, es el mismo.

Mito 8: Es una lectura más “fragil”

Asociado a esta última característica, hay otro prejuicio que dice que la lectura en pantalla es más frágil que la lectura en papel. Y, si bien hay ciertos estudios que dicen que el ebook requiere de un disposición distinta, lo que se dice es que requiere de una mayor concentración —quizá, justamente, porque con el libro físico juegan otros sentidos—.

Lo ideal es silenciar las notificaciones del dispositivo mientras se lee.

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