Oscar Centeno, el ex chofer del ex funcionario kirchnerista Roberto Baratta, tendrá que volver a escribir. Pero está vez será ante los peritos que dispuso el Tribunal Oral Federal 7, a cargo de llevar adelante el juicio oral por la llamada causa de los Cuadernos. Centeno, un arrepentido bajo el programa de Protección a Testigos e Imputados-Colaboradores, fue citado para el próximo 18 de diciembre para confeccionar un cuerpo de escritura y así compararlo con los anotadores en donde se relatan los viajes en donde se recaudaba coimas. La Justicia quiere establecer con certeza que fue él el autor de los manuscritos, revelaron a Infobae fuentes judiciales.
El tribunal lo citó para el próximo 18 de diciembre a las 10, “para la confección del cuerpo de escritura del encausado Oscar Bernardo Centeno, recordándosele los derechos que lo asisten, de conformidad con los arts. 265, 294 y 295 del C.P.P.N”. La cita es en el Palacio de Tribunales, “bajo las directivas técnicas de los peritos oficiales designados, quienes proveerán los materiales necesarios para concretarlo”. Allí estarán también los peritos de parte.
“Se viene el show”, dijo a Infobae uno de los abogados defensores apenas fue notificado. Es que, por fuera de este expediente, se abrió una causa a pedido de uno de los empresarios arrepentidos, Armando Loson, en la que se detectaron tachaduras y enmiendas que pertenecerían a Jorge Bacigalupo, el amigo remisero al que Centeno le había dado sus anotadores para que nadie los viera. Esos manuscritos le fueron entregados al periodista Diego Cabot, del diario La Nación, quien los acercó al fiscal Carlos Stornelli, quien llevaba la causa por Gas Licuado.
Al inicio de la causa de los Cuadernos, Centeno declaró primero en indagatoria y luego como arrepentido y confesó haber escrito el relato de esos viajes que hacía Baratta, uno de los funcionarios del entonces ministro de Planificación Julio De Vido, en los que -según afirmó- se buscaban bolsos con dinero. Muchos ex funcionarios y empresarios, también al declarar como arrepentidos, confirmaron esos pagos.
Por esa causa, Cristina Kirchner está acusada de ser la jefa de una asociación ilícita que se dedicaba a recaudar coimas. Además, decenas de empresarios de primer nivel -entre ellos Angelo Calcaterra, primo de Mauricio Macri- fueron acusados de “cohecho”. Todo se conoció públicamente en agosto de 2018, cuando el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli llevaron adelante las primeras detenciones. El expediente se transformó en una megacausa, en la que hay 174 acusados. El viernes pasado, finalmente, el TOF 7, a cargo de Enrique Mendez Signori, Fernando Canero y Germán Castelli, ordenó que el debate oral comience el 6 de noviembre del 2025. Pero al disponer el llamado al debate oral, también ordenaron avanzar con el peritaje sobre los manuscritos. Y por eso la citación para la prueba caligráfica.
Desde el inicio de la causa hubo discusión por la validez de los cuadernos -o fotocopias, como muchos de los acusados plantearon-. Bacigalupo había quedado a cargos de los anotadores, pero después Centeno se los comenzó a reclamar. Finalmente, se los devolvió. El chofer de Baratta afirmó que por eso decidió prender la parrilla y quemarlos. Así lo dijo en su indagatoria.
“Una tarde de mayo de este año, aproximadamente, vino mi amigo Miguel Córdoba con su esposa Juana, de quien no recuerdo su apellido, a tomar unos mates. Yo ahí, aprovechando un momento que estaba solo con Córdoba, le relaté los cuadernos que tenía, donde yo anotaba cosas muy comprometidas y lo que me había hecho Bacigalupo. Y le comenté que los iba a quemar, a lo que él me señaló que sería conveniente. Ahí me levanté, busqué la caja con los cuadernos, me fui al fondo donde está el quincho y en la parrilla los rompí uno por uno, los amontoné y los quemé. Me quedé atizando el fuego hasta que se terminaron de quemar y Miguel Córdoba me miraba desde la puerta de la cocina, que está cerca”, contó Centeno, según reveló Infobae el 27 de agosto de 2018.
Sin embargo, en 2019, cuando ya se conocía que Alberto Fernández y Cristina Kirchner ganaban las elecciones presidenciales, el periodista Cabot fue citado y le entregaron seis de los ocho originales. En una declaración por afuera de esta causa, por una causa que se sigue en España, Centeno afirmó que estaba convencido de que los había destruido.
Pero en aquella declaración también confirmó la autoría de los manuscritos: “Escribía porque era una costumbre castrense que solía tener formada de anotar todo lo que se hacía con el vehículo. El horario de salida y de entrada, y el lugar al que se iba, además de otras cosas personales”, dijo. No hubo anotaciones entre 2010 y 2011. “Dejé de escribir porque había fallecido el doctor Néstor Kirchner y pensé que no se iban a hacer más estos viajes, y además porque tenía un poco de temor porque yo sacaba fotos y videos“, afirmó.
Esos cuadernos recuperados quedaron a disposición del TOF desde que aparecieron en 2019, pero los jueces se habían negado a entregar los originales para que fueran peritados por el juez Marcelo Martínez De Giorgi, quien investigaba las irregularidades denunciadas por el empresario Armando Loson en las hojas que aludían a él. La denuncia fue hecha sobre la base de un peritaje privado en el que se detectaron enmiendas en las menciones que lo comprometían. El juez ordenó un peritaje caligráfico oficial y confirmó que otras manos escribieron en los cuadernos, además de las de Centeno. Ordenó chequear con la letra de Hilda Horowitz, la ex mujer de Centeno, y con la de Bacigalupo. Y allí, según se informó, se encontraron coincidencias.
Bacigalupo fue allanado, llamado a indagatoria y procesado por Martínez De Giorgi hace un año. Pero en julio pasado la Cámara Federal revocó ese procesamiento y ordenó llevar adelante un nuevo peritaje sobre esos escritos, aunque esta vez sobre los originales que aparecieron dos años después del inicio de la causa y quedaron incorporados al expediente. No solo se busca analizar las enmiendas, sino confrontarlas con manuscritos “indubitables” que haya hecho el ex policía investigado.
A la espera de esos peritajes que solo aluden a Loson, el Tribunal Oral ahora pasará a chequear la letra de Centeno. Y eso podría abrir la puerta a nuevos cuestionamientos, en los que esta vez jugarían todos los involucrados.