Manuel Lozano, director de la Fundación Sí: "Acá fabricamos juguetes y amor"

Es el director de este proyecto, que tiene como principal objetivo la inclusión social de los sectores más vulnerables. Todas las noches le entrega comida a gente en situación de calle y a 216 centros comunitarios. Y desde hace cuatro años arrancó con la iniciativa de producir objetos para que todos los niños tengan su obsequio para las fiestas.

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Lozano posa con dos muñecos que los voluntarios acaban de terminar. Hasta el 24 de diciembre, los interesados pueden sumarse a esta movidad solidaria de Navidad.
Lozano posa con dos muñecos que los voluntarios acaban de terminar. Hasta el 24 de diciembre, los interesados pueden sumarse a esta movidad solidaria de Navidad.

Una mañana de 2013 se despertó con una gran idea: además de recolectar juguetes para donar en durante las Fiestas, ¿por qué no también fabricarlos? Así, Manuel Lozano (33) puso manos a la obra. "De entrada, todos pensaban que era una locura. Pero fue tanta la aceptación de la gente y la cantidad que hicimos, que año a año se duplican los pedidos y los voluntarios. En 2016, trece mil personas pasaron por la Fundación para darnos una mano. Esto es una fábrica de juguetes y de amor", confiesa este abogado que, aunque se recibió con el mejor promedio en la sede porteña de la Universidad Católica de Salta, dedicó su vida a ayudar a los demás.

En mayo de 2012 creó la Fundación Sí. Desde entonces, se puso al hombro y abrazó a puro corazón una causa tan maravillosa como dolorosa: darle de comer, noche a noche, a cientos de personas en situación de calle. Para esos chicos son los juguetes: "Todos los días vamos a 216 centros comunitarios y ahí hay muchos niños. Pasamos la noche de Navidad con ellos. Verles las caras cuando reciben su regalo es impagable", describe Manuel, emocionado.

Nacido en Chascomús, es un ejemplo de solidaridad. Su compromiso no se manifiesta sólo cuando llega una fecha importante: constantemente da ejemplo de vida. Y sigue sumando voluntarios. Hoy son 2.300, y en 2018 serán muchos más.

El sábado 10 abrió sus puertas, y a las pocas horas los talleres de Angel Carranza 1962 estaban llenos.
El sábado 10 abrió sus puertas, y a las pocas horas los talleres de Angel Carranza 1962 estaban llenos.

Esta nota sorprende a Manuel cosiendo un muñeco de peluche. Mientras termina de pegarle los ojos, está pensando en otro gran objetivo de Sí. "La felicidad es enorme porque en estos días se reciben en Santiago del Estero cuatro de los 224 estudiantes universitarios que se albergan en nuestras cinco residencias. Son los primeros en sus familias, y algunos hasta en sus pueblos", detalla.

Mientras charla, el timbre de la Fundación –en Angel Carranza 1962, Palermo– no para de sonar. Familias enteras se suman a la fabricación de muñecos y juegos de mesa, que dentro de unos días serán repartidos por la Ciudad de Buenos Aires.

En el taller de costura se crean los muñecos de peluche.
En el taller de costura se crean los muñecos de peluche.

"Acá creemos en la magia",reza el cartel en la entrada de la Fundación, que abre sus puertas de 16 a 20. En las grandes mesas del parque, recibe a voluntarios dispuestos a participar de los talleres de pintura o costura, donando algo que no tiene precio: su tiempo, para que un chico sea feliz.

"A partir del 21 intensificamos el laburo: esta fábrica abrirá sus puertas también a la mañana. Porque comenzamos a preparar las empanadas para las recorridas. La gente puede traer tapas, latas de choclo, todo lo que quiera… Y si no saben qué hacer en estas Fiestas, los invito a sumarse. El 24 y el 31, desde las 21 hasta las dos de la mañana, hacemos la visita más mágica del año", cierra Manuel, quien invita a que todos se sumen a su mundo solidario.

Por Sergio Oviedo.
Fotos: Alejandro Carra.

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