Un nuevo episodio de descoordinación se produjo hoy entre el anfitrión y el invitado después del encuentro entre Mauricio Macri y Vladimir Putin. Cuando, después de la cena que tuvo lugar en el Salón Eva Perón de Casa Rosada, se dirigieron a hacer la declaración ante los medios.
"Hablamos sobre la creación de una estación de energía atómica en Argentina (para lo cual) tenemos un acuerdo firmado por el uso de energía atómica con fines pacíficos que va a ser muy importante", dijo el presidente de la Federación Rusa.
Pero luego, cuando el canciller Jorge Faurie fue consultado ´por los periodistas acerca de esa declaración explicó que "en relación a la posibilidad de crear una central nuclear, ellos han ofrecido en distintas oportunidades esa posibilidad, pero la situación económica de nuestro país no permite encarar un proyecto de estas características, mucho menos en el corto y mediano plazo".
Evidentemente, la firma de un "documento estratégico sobre cooperación en materia nuclear entre la Secretaría de Energía y ROSATOM, junto a una hoja de ruta de Cooperación en proyectos concreto en el ámbito de uso pacífico de la energía nuclear, y la cooperación de la producción y suministro de uranio y radioisótopos, reactores de de investigación, centrales nucleares de alta y baja potencia", hacen razonable la declaración de Putin.
Faurie también resaltó el hecho de que este año ambos presidentes se hayan reunido tres veces, tal como lo había señalado Infobae. En efecto, en enero Macri realizó una visita de estado a Moscú y en julio se encontraron en Johannesburgo cuando Argentina fue invitada a la reunión de las BRICS. "Existe el deseo de fortalecer la relación entre ambos países en todos los ámbitos, hacer crecer la balanza comercial que a fin de año llegará a 1000 millones de dólares", expresó Putin, que gobierna Rusia desde hace 18 años y, como tal, se plantea políticas de largo plazo.
Ayer nomás, la Argentina y la Federación Rusa firmaron un acuerdo de colaboración científico-técnica en materia pesquera que forma parte de un combo que ambos mandatarios conversaron durante el encuentro que mantuvieron en enero en Moscú, que incluyó la apertura del mercado ruso para la pesca y la habilitación de plantas y buques que se fue concretando a lo largo del año a excelente ritmo.
En efecto, ya hay 120 plantas pesqueras argentinas que ya están habilitadas para exportar a Rusia y las exportaciones de langostinos, merluza hubsi, vieras y centolla crecen mes a mes, con fuerte inversión de empresarios rusos enfocados, más que nada, en acuicultura. Además, en cerdo crecieron fuertemente las exportaciones también, al punto que hoy la Federación Rusa es el principal destino exportador de cerdo argentino y se sigue trabajando para lograr el cierre de un acuerdo entre YPF y GAZPROM.
Rusia y Argentina también firmaron un acuerdo de prórroga entre RTA y TV Novosti por tres años para la emisión de la señal Russia Today en la Argentina. Y se renovó el mecanismo de consultas políticas entre ambas cancillerías que fue suscripto por Faurie y por el mítimo Sergei Lavrov.
En diálogo con Infobae, el embajador argentino en Moscú, Ricardo Lagorio, resaltó que el próximo 17 de diciembre se firmará un memorando entre el Mercosur y la Unión Económica Euroasiática (UEEA), que integran Rusia, Kazajistán y Biolurrusia desde el 2014, que sería el primer paso de un acuerdo de libre comercio entre ambas regiones. "Se trata de un mercado potencial de casi 500 millones de personas", señaló el diplomático.
Y agregó que ·"lento, pero se avanza mucho y en forma permanente y la expectativa es que el crecimiento basado en los vínculos en el sector privado continúen y se profundicen, porque el ritmo de las negociaciones es constante". De hecho, el jueves se realizó en Buenos Aires un encuentro de las cámaras empresariales argentina y rusa de ambos países, que presidieron Andrey Guriev, dueño del gigante en fertilizantes PhosAgro y Juan Manuel Collazo, vicepresidente de Helport.
El vínculo entre Putin y Macri no empezó demasiado bien, cuando se encontraron por primera vez en el G20 que se realizó en Hangzhou, China, en 2016, el argentino le hizo un chiste de fútbol que el líder ruso no entendió, y se sintió ofendido. Sin embargo, mundial de fútbol de por medio y trabajos diplomáticos sostenidos encarrilaron el vínculo, tal como hoy se volverá a exhibir en Buenos Aires.
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