La madrugada del domingo 10 de noviembre, en la tranquila ciudad de Granbury, Texas, un incendio irrumpió en un complejo de apartamentos, desatando una carrera contra el tiempo para salvar una vida. Un llamado al 911 a las 12:50 horas alertó a los servicios de emergencia sobre un fuego que se propagaba rápidamente en la cuadra 300 de Parkwood Drive.
Lo que comenzó como un incendio estructural pronto se convirtió en una misión de rescate cuando los bomberos del Granbury Volunteer Fire Department (GVFD) recibieron la noticia de que un niño pequeño estaba atrapado en el segundo piso de una de las viviendas.
Cuando las unidades de bomberos llegaron al lugar, el equipo desplegó rápidamente su estrategia de rescate. Entre ellos, el bombero B. Serratelli, de la unidad Engine 1, ascendió por la ventana del dormitorio en un intento de llegar hasta el menor, según relató el servicio de emergencia a través de un comunicado en redes sociales.
El niño que fue rescatado de las llamas
El bombero J. Head, del equipo de North Hood County, también accedió a la misma ventana, logrando juntos retirar al niño del departamento envuelto en humo y fuego.
La operación fue un esfuerzo coordinado y de precisión que permitió que el niño fuera sacado del edificio en cuestión de minutos, evitando lo que podría haber sido un desenlace trágico.
Una vez fuera del edificio, el niño de dos años fue entregado de inmediato al equipo de Texas EMS, que esperaba en el lugar para brindarle atención médica urgente.
Tras evaluar su estado, los paramédicos tomaron la decisión de trasladarlo en un helicóptero medivac hacia Forth Worth, donde recibiría cuidados avanzados.
“Todos somos voluntarios, pero somos profesionales. Entrenamos con los más altos estándares y esperamos eso de todos nuestros miembros”, concluyeron los bomberos en su publicación de Facebook.
Un angustiante episodio para la familia
Phylicia Keen, madre del menor de edad, relató en entrevista con CBS News que esta mañana, “entre las 12:50 y 1:00″ horas, escuchó cómo se rompían algunos cristales, fue entonces que entró a la sala de estar y supo que eran sus ventanas las que estaban quebrándose por las llamas que provenían del balcón.
Se apresuró para tomar a uno de sus hijos entre sus brazos, sin embargo, no pudo sostener a Liam, el menor de dos años. “Desafortunadamente, solo pude agarrar al que estaba más cerca de mí para salir”, declaró.
Cuando intentó regresar por su hijo, Keen vio que “todo el pasillo” de su sala de estar estaba completamente envuelto en humo negro. Los bomberos no tardaron en llegar al rescate de Liam.
“Lo que pasa por nuestra cabeza, como bomberos, es que el resultado será el mismo que vemos el 80% de las veces. Pero esta vez no. Unos momentos después, logran sacar a Liam con vida por la ventana. Llevo 22 años haciendo esto y es la primera vez que veo que todo sale como debe ser”, relató el capitán de bomberos de Granbury.
Keen reveló que los bomberos le dijeron que Liam “estaba llorando”, lo que calificó como “probablemente el mejor momento” de su vida, pues “apenas un par de segundos antes”, pensó que su hijo podría haber perdido la vida.
Como reportó CBS News, Liam fue trasladado por vía aérea al Hospital Infantil Cook, ubicado en la ciudad de Fort Worth, por intoxicación con monóxido de carbono.
Su hijo salió adelante y ahora se encuentra de regreso con su familia gracias a la labor de los bomberos. “Son héroes increíbles. Los ángeles no reciben el reconocimiento suficiente. Se ponen manos a la obra y no se detienen”, concluyó la madre de Liam.