Cerca de Aguilar de Campoo, entre las localidades de Villaescusa de las Torres y Mave, se ubica uno de los rincones más singulares de Palencia. Se trata de un paraje natural que desafía al tiempo y el cual ha sido moldeado a lo largo de los siglos por la erosión del agua. Esto ha dado lugar a un paisaje pétreo en el que las formas calcáreas son las principales protagonistas.
Es por eso que Las Tuerces, se ha convertido en un destino ideal para los amantes de la geología y el senderismo gracias a sus encantos únicos. Tanto es así, que está declarado como Monumento Nacional “Laberinto de las Tuerces”, y su atractivo radica en un paisaje kárstico que mezcla la belleza natural con siglos de historia geológica y humana.
Un paraje singular
Las Tuerces es el resultado de un prolongado proceso de erosión química y mecánica, que durante millones de años moldeó la roca caliza que predomina en la zona. La acción combinada del viento, la lluvia y el deshielo ha esculpido un paisaje laberíntico de pasadizos, arcos naturales, cuevas y pilares de roca que parecen desafiar las leyes de la gravedad. Estas formaciones, conocidas como “túmeros” o “torcas”, crean un entorno de cuento que invita a la exploración y la fotografía.
Más allá de su espectacular geología, Las Tuerces también es un refugio para una rica diversidad biológica. En sus ecosistemas conviven especies de flora y fauna adaptadas a las condiciones particulares de este entorno. Entre la vegetación destacan las encinas, los matorrales mediterráneos y una amplia variedad de plantas aromáticas y endémicas. En cuanto a la fauna, es habitual observar aves rapaces como el águila calzada, el halcón peregrino y el búho real, así como mamíferos como zorros y tejones.
Rutas de senderismo
El enclave se extiende por unas 50 hectáreas, ofreciendo rutas de senderismo que permiten descubrir cada rincón de este lugar. Así, desde la web de Turismo de Palencia señalan que de todos los senderos que recorren Las Tuerces y el Cañón de la Horadada, el que parte desde Villasescusa de las Torres es el más accesible y corto. Este itinerario cuenta con una longitud de alrededor de cinco kilómetros y se tarda en recorrer unas dos horas, por lo que es una opción perfecta para hacer con la familia y amigos.
El viajero puede estacionar el vehículo en el parking habilitado en la entrada del pueblo. Desde allí, se atraviesa el casco urbano siguiendo la dirección del páramo calizo, visible en todo momento, hasta alcanzar un panel interpretativo que marca el inicio de la ruta. El sendero comienza con un ascenso moderado por la ladera que conduce hasta la cima del páramo. A medida que se avanza, las primeras formaciones rocosas empiezan a destacar en el horizonte. Siguiendo el camino principal, se llega a la emblemática “Peña Mesa”, una roca en forma de seta que se ha convertido en uno de los símbolos más reconocibles de Las Tuerces.
Desde este punto, los visitantes pueden explorar numerosos caminos secundarios que se ramifican por la zona. La recomendación más común es “perderse” entre las formaciones para disfrutar plenamente del espacio y descubrir los rincones más sorprendentes. Finalmente, con un poco de orientación, es sencillo encontrar un sendero que descienda de nuevo hacia el pueblo, completando así un recorrido circular. Igualmente, entre los puntos más destacados está la conocida “Ventana de Las Tuerces”, un arco natural que ofrece vistas espectaculares de la llanura castellana y las montañas circundantes.
Cómo llegar
Desde Palencia, el viaje es de alrededor de 1 hora y 10 minutos por la carretera A-67. Por su parte, desde Burgos el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 5 minutos por la vía N-627.