El neofolclore que visibilizó Rosalía: por qué el orgullo de lo popular ha conquistado la música española

El director de ‘Jenesaispop’ Sebas E. Alonso, el periodista Gabriel Carey, el crítico musical Odi O’Malley y la musicóloga Marta España reflexionan sobre la renovación de la música regional en los últimos años

Guardar
De izquierda a derecha, Rodrigo
De izquierda a derecha, Rodrigo Cuevas, Rosalía y Juanjo Bona. (Montaje Infobae España)

Fue en 2018 cuando un tsunami llamado Rosalía (Sant Esteve Sesrovires, 1993) irrumpió con tanta fuerza en el panorama español que hizo historia. Primero llegó Malamente, el primer single de su segundo álbum, y después, Pienso en tu mirá. El resultado final fue El Mal Querer, una de las últimas obras maestras como pocas se recuerdan en España, con el que la para entonces cantaora captó la atención de curiosos y ajenos. Fuera de nuestras fronteras, algo también se removió. Su éxito llegó rápido y sin cura: la catalana, que para entonces tenía 25 años, publicaba su Trabajo Final de Grado (TFG) fusionando flamenco con ritmos urbanos como trap, R&B contemporáneo o el pop bailable. Para muchos, probablemente, darle al play a ese álbum de 30 minutos y 11 canciones fue lo más cercano que habían estado nunca de reproducir el folclore originario de Andalucía.

Rosalía no tiró la primera piedra —que se lo digan a ella, cuyos primeros meses poséxito estuvieron envueltos en debatir si hacía apropiación cultural por no ser andaluza, sino catalana, y cantar flamenco—, pero sí "puso la más grande" de ellas al visibilizar el neofolclore español, como recuerda el crítico musical Odi O’Malley a este medio. Así es como se abrió una puerta al público general que hasta entonces parecía cerrada. “El Mal Querer rompió un muro imaginario por el que no podían pasar los géneros regionales. Rompió la primera grieta para todo el mundo. El resto se han ido colando poco a poco”, resume Gabriel Carey, periodista en la web especializada Jenesaispop. Este 22 de agosto se celebra el Día Mundial del Folclore. España tiene mucho que ofrecer.

Los nombres abundan: Rodrigo Cuevas (Asturias), Baiuca, Tanxugueiras (Galicia), Juanjo Bona (Aragón), Maestro Espada (Murcia), Queralt Lahoz (Cataluña), Judeline (Andalucía)... Especialmente en los últimos años, ha surgido una nueva generación de artistas que apuestan por renovar la música regional. En muchos de estos casos, son jóvenes. Algunos no superan los 25 años.

Rosalía recoge el premio al
Rosalía recoge el premio al Álbum del Año por «'El Mal Querer' en la 20º edición de los Latin Grammy, en 2019. (REUTERS/Steve Marcus)

¿Ha tenido Rosalía algo que ver con este crecimiento? Como apunta Marta España, musicóloga y periodista cultural de medios como Rockdelux, con El Mal Querer “hubo un antes y un después”, pero en lo que se refiere “al neofolclore más que al folclore en sí mismo". “Después de Rosalía, mucha gente —autores, creadores, público— se interesó por la fusión de la música tradicional con el urbano-latino”. Y con esto coincide el periodista musical Sebas E. Alonso, fundador y director de Jenesaispop, web líder independiente sobre música pop, que señala, que la ganadora de dos premios Grammy y 12 Grammy Latino “ha sido un punto de inflexión en cuanto a su tratamiento desde un punto vanguardista".

Un público dispuesto a escuchar “otras cosas”

Sin embargo, los expertos mencionan como precedentes en la fusión de géneros folclóricos a artistas como Camarón con La leyenda del tiempo; el también cantaor granadino Enrique Morente con el grupo Lagartija Nick en su álbum Omega; el grupo flamenco-fusión Ketama, que actualmente forma Antonio Carmona, o Rosario, que ya en los 90 se acercó al pop. Un poco más recientemente Rodrigo Cuevas (Oviedo, 1985), que aterrizó en el panorama nacional en 2012 con el álbum Yo soy maga, un repertorio de canciones gallegas. “Lo de Rodrigo Cuevas va más allá del folclore asturiano: ante todo es un performer que se mira tanto en las grandes folclóricas como en gente tan histriónica como Freddie Mercury. Actuando en el Movistar Arena [el pasado 25 de enero], ya se vio que es algo que trasciende géneros”, remarca el fundador de la web.

“Hace unos años nadie habría imaginado que un concursante de OT hiciera un disco entero sobre la música de su pueblo”

Sin embargo, apunta O’Malley, El Mal Querer “fue una bofetada de ‘espabilina’ para el folclore patrio. Desde entonces, el resto de artistas que juegan con él sumaron en ambición, en ganas de llegar al público mainstream. Se perdió un poco el miedo a que todo el mundo no ‘entendiera’ el folclore. ¿Qué hay que entender en él? Hemos pasado a un momento más de disfrutarlo que de explicarlo“, concluye.

El cantante Rodrigo Cuevas en
El cantante Rodrigo Cuevas en el photocall de la XXXII edición de los Premios 'El Ojo Crítico' de Radio Nacional de España, en el Museo Reina Sofía, a 30 de mayo de 2022, en Madrid (España). (Fernando Sánchez/Europa Press)

Una de las justificaciones que los profesionales consultados encuentran en el auge de la diferente fusión de géneros es un cierto sector del público saturado de los géneros tradicionales, como el pop, que, señala Alonso, “está completamente estacado en un eterno revival”. “Hay una parte del público dispuesto a escuchar otras cosas. La música latina y la folclórica, junto a las mal llamadas ‘músicas del mundo’, han abierto un océano de posibilidades“. Y pone el ejemplo del aragonés Juanjo Bona (Magallón, 2003), que se dio a conocer en la pasada edición de Operación Triunfo y en el que quedó cuarto. En marzo publicó su álbum debut, Recardelino, una fusión de pop con jota aragonesa. “Juanjo Bona me parece el mejor ejemplo: hace unos años nadie habría imaginado que un concursante de OT hiciera un disco entero sobre la música de su pueblo. No ha vendido millones, pero ha conseguido un público súper fiel. En Jenesaispop es el artista que más tráfico nos ha aportado en el último año”, señala el director del medio. “Admiro mucho a estos artistas que cogen lo local y lo intentan llevar a lo universal. Si quieres triunfar, no te vayas muy lejos. Busca lo que tienes alrededor y lo que mejor conoces”, añade Carey sobre el estilo que hace, por ejemplo, Bona.

Precisamente con el fenómeno OT también coincide O’Malley. “Los efectos de Benidorm Fest y OT han dado más alas al folclore gallego y a la jota, en el caso de Juanjo. Aún queda camino por recorrer y mucho que jugar con ello, porque siguen siendo situaciones aisladas, pero es evidente que poco a poco van ganando terreno“. Y si esto está funcionando, es por la capacidad emotiva, la nostalgia y los recuerdos de la infancia o de nuestros abuelos. “Intuyen que en la interpretación de Guitarricadelafuente hay un componente de sentimiento que no tienen en [la playlist de Spotify] Novedades Viernes, por ejemplo. Y ese punto de provocación del sentimiento se está focalizando mucho en proyectos que tiran de folclore”, añade el crítico musical. Por otro lado, España apunta que un mundo hiperglobalizado ha provocado “la búsqueda de nuestra propia identidad ante el miedo de que se pierda en un futuro”.

Juanjo Bona durante la promoción
Juanjo Bona durante la promoción de 'Recardelino', su álbum debut. (Universal Music Spain)

Pero por mucho que el neofloclore haya invadido los rincones musicales del público, no han aumentado las escuchas hacia las músicas tradicionales más puras, apunta España “No sé cuánta gente que escucha asiduamente a Rosalía se pone discos de flamenco, o cuanta gente que escucha Baiuca hace una búsqueda exhaustiva de muñeiras no electrónicas“, sentencia la experta en Música popular urbana.

Ahora bien, ¿están dispuestas las discográficas a invertir en este tipo de proyectos? En casos contados, como por ejemplo fue el caso de Rosalía, cuyo segundo álbum llegó a Sony ya completo, necesitan tiempo, por lo que las grandes majors no suelen tenderles la mano. “Parece que el tema de la tradición siempre va a ir ligada a un mercado más independiente. La creación de ese tipo de proyectos necesita de calma, de mimo, tiempo y de un diseño con detalle y gusto para funcionar“, dice O’Malley. ”Los sellos siguen muy ensimismados con la prisa y la inmediatez, el proyecto que da streams y el que sigue el flujo del mercado de turno. Y son ideas, estas, que difícilmente les encajan en ese sistema. De cuando en cuando invierten en ellas, pero lo más normal es que los propios artistas decidan ir por libre o con sellos más pequeños“, finaliza.

Rosalía rompió aquel muro, y ahora, a través de él, se cuelan muchas otras voces. El folclore vuelve, con orgullo, a recordarnos lo que un día fuimos.

Los expertos recomiendan

Infobae España pregunta a los expertos consultados que recomienden a un artista neofolclórico. Estas son sus apuestas.

  • Sebas E. Alonso (Jenesaispop): “Me gusta mucho el disco de Juanjo Bona [Recardelino]. Creo que es un disco precioso, muy bien contado y elaborado al que mucha gente y muchos medios no han prestado suficiente atención”
  • Odi O’Malley: “Yo me enamoré hace unos años del proyecto de Vicente Navarro, que tira de folclore manchego en sus álbumes y tiene un gusto exquisito para interpretarlo y mezclarlo con elementos de trap, de R&B, de pop... me parece que tiene dos álbumes deliciosos, de esos que reúnen sorpresa, emoción, calma y conexión a la tierra. Y yo, que soy vasco, barriendo para casa también recomendaría la escucha del álbum Aaztiyen, de Zetak, que ahonda en el folclore vasco y navarro mezclándolo con electrónica y pop de una forma súper audaz.”
  • Gabriel Carey (Jenesaispop): “Mi apuesta es que el futuro del pop está en las manos de [los americanos] Dijon y Mk.gee y todo el colectivo de Rusia IDK en España. Rusowsky, Ralphie Choo, Tristán, Mori... Todos son increíbles. También voy a decir [el rapero y cantante americano] Teezo Touchdown, que es un tío que ha colaborado con Tyler, Drake... Tiene algo muy especial".