Ana Gasteyer reflexionó sobre el perfeccionismo en su carrera: “La diferencia entre hacerlo bien y perfecto solo la percibes tú”

La actriz y humorista estadounidense fue entrevistada para el pódcast “Good Hang”, donde compartió los desafíos de exigirse demasiado y cómo encontrar satisfacción personal dentro del mundo del espectáculo y su vida artística

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La actriz y cantante compartió
La actriz y cantante compartió su emblemática experiencia en Saturday Night Live, incluyendo el impacto de los sketches navideños en su carrera (REUTERS)

La reconocida actriz, cantante y exintegrante de Saturday Night Live (SNL), Ana Gasteyer compartió recientemente una conversación íntima en el pódcast Good Hang junto a la comediante Amy Poehler.

En un episodio especial por las fechas festivas, recordó sus momentos más emblemáticos en SNL, habló sobre el valor de la comedia, el perfeccionismo y compartió anécdotas personales que revelaron tanto su recorrido profesional como aspectos poco conocidos de su vida.

“Saturday Night Live” y el poder del humor

Me considero la duquesa de la Navidad, eso empezó porque una persona me llamó así y lo adopté. Mis momentos de legado en SNL son el sketch de Sweaty Balls y el especial navideño de Martha Stewart. Los transmiten cada año en fechas navideñas”, mencionó. Su vínculo con la comedia navideña se consolidó también al coescribir junto a Rachel Dratch “A Clusterfunk Christmas”, una parodia de películas de Hallmark.

Para la artista estadounidense, el recuerdo más impactante de SNL fue ver a Dan Aykroyd interpretando al presidente Jimmy Carter y presenciar cómo el propio mandatario reía de sí mismo mientras lo parodiaban en televisión. Sobre ese momento, comentó: “Eso me marcó mucho. Entendí el poder de la parodia y la importancia de saber reírse de uno mismo”.

Ana Gasteyer resaltó en el
Ana Gasteyer resaltó en el pódcast Good Hang junto a Amy Poehler la importancia de distinguir entre perfeccionismo y autoexigencia en la comedia (Good Hang)

La comedia y el ridículo en la carrera escénica

“La comedia de sketches es embarazosa”, afirmó Gasteyer diferenciando este género del stand-up. Además, remarcó: “El stand-up es cool: puedes salir con chaqueta de cuero y hacer tu número. En los sketches acabas cargando pelucas, moños y accesorios absurdos”. Incluso relató haber sido detenida por exceso de velocidad y descubrir una peluca olvidada en la guantera de su coche.

La vergüenza, según ella, es parte inherente del proceso creativo. “Todavía tengo un área de pelucas en mi casa”, comentó entre risas.

Recordó con su colega Poehler cómo los comediantes de sketches disfrutan incluso de los fracasos. A propósito de esto, compartió: “La mayor diversión es cuando un sketch se estrella por completo. Recuerdo uno sobre DJs matutinos que fue un desastre en el escenario, pero el equipo de guionistas no dejaba de reír en la sala. Es un tipo de terapia comunitaria para quienes hacemos sketches”.

Camino personal: de la música clásica al teatro y televisión

Durante el pódcast Good Hang, revisó su infancia inmersa en la música clásica debido a la influencia de sus padres y sus inicios como violinista. Ante esto, confesó: “El violín es un instrumento profundamente melancólico. El mío lo heredé de una tía y llegó a mi familia durante la Gran Depresión, cuando mi abuelo lo recibió como pago por un trabajo. Todavía lo toco y lo llevé a un campamento de violín el verano pasado”.

Su transición hacia la actuación y luego a la comedia se dio en la adolescencia, marcada por experiencias únicas, como su amistad con Amy Carter, hija del expresidente. “Tocamos el violín en Camp David para Anwar Sadat, Menájem Beguín y Jimmy Carter”, recordó. Sumado a que, fuera del escenario, no se percibe como una persona extrovertida.

Tras estudiar voz en Northwestern, encontró su lugar en el grupo de improvisación The Groundlings en Los Ángeles, donde coincidió con figuras como Will Ferrell (quien la recomendó para SNL), Cheri Oteri y Maya Rudolph. “Ver a Jennifer Coolidge, Kathy Griffin y Lisa Kudrow usando pelucas y gafas en el escenario me hizo sentir que ese era mi mundo”, explicó.

El recorrido de Ana Gasteyer
El recorrido de Ana Gasteyer incluye la música clásica, actuaciones en la Casa Blanca y colaboraciones con estrellas de la comedia, como Will Ferrell (NBC)

Perfeccionismo, aprendizaje y anécdotas personales

Gasteyer habló con franqueza sobre el impacto del perfeccionismo en su carrera, especialmente durante su etapa como Elphaba en “Wicked”. Al asumir ese rol tras Idina Menzel, se sentía sometida a una constante autocrítica. “Era implacable conmigo misma. Después de cada función solo pensaba en los errores”, admitió.

Años después, al escuchar grabaciones de sus presentaciones, descubrió que las diferencias entre actuaciones eran mínimas. “Te das cuenta de que la diferencia entre hacerlo bien y hacerlo perfecto solo la percibes tú. Nadie más lo nota”, compartió, remarcando que intentó inculcarle esa perspectiva a sus hijos.

El episodio abundó en historias curiosas sobre familia y amistades. Gasteyer recordó haber presenciado la actuación de “Annie” por el elenco original en la Casa Blanca junto a Amy Carter, así como haber tocado el violín para líderes internacionales. “Vimos Star Wars con la familia Sadat en la Casa Blanca”, relató.

La comediante reflexionó sobre cómo
La comediante reflexionó sobre cómo el perfeccionismo afecta la percepción personal, especialmente tras interpretar a Elphaba en 'Wicked' (Good Hang)

Reflexiones y referentes del humor

Cuando la presentadora Poehler le preguntó qué la hace reír, la actriz lo tuvo claro: “Mel Brooks es mi referente. Me divierten las cosas grandes y absurdas, como ‘Young Frankenstein’ y ‘The Producers’”. Además, elogió contenidos actuales alejados de la pretensión, celebrando la diversión sin complejos y mencionando a creadores emergentes en redes sociales.

Durante el pódcast, ambas comediantes intercambiaron recomendaciones y nostalgias sobre películas, sketches y discos que forman parte del recuerdo colectivo, como éxitos del entretenimiento.

La charla para Good Hang finalizó con Ana Gasteyer subrayando que la autoexigencia puede nublar la percepción propia. Reconocer el valor de lo logrado y celebrar los avances, incluso si parecen mínimos, puede ser la clave para encontrar libertad y satisfacción en la carrera artística.