Las mujeres Cyrus abrieron las puertas de su familia y revelaron secretos desconocidos

Reunir a las mujeres de la familia Cyrus bajo un mismo techo constituye, según Brandi Cyrus, “es un milagro”. Las agendas de Tish Cyrus-Purcell y sus hijas —Brandi, Miley y Noah— suelen estar repletas de giras, lanzamientos musicales y proyectos individuales, dificultando la coincidencia.

Sin embargo, recientemente se reunieron en la casa de Tish, en Los Ángeles, para una conversación íntima con New York Magazine sobre los valores y dinámicas que consolidaron su unión familiar, incluso durante los momentos difíciles de su vida pública.

Éxitos individuales y colaboración familiar

El momento actual de cada una es resultado de trayectorias tan diversas como exitosas. Miley Cyrus celebró su noveno álbum, Something Beautiful, junto con un filme. Noah Cyrus presentó su segundo disco, I Want My Loved Ones to Go With Me. Mientras que Brandi concluyó una residencia en la Sphere de Las Vegas y grabó episodios del pódcast familiar Sorry We’re Cyrus junto a su madre.

A pesar de la exposición mediática y los rumores sobre relaciones y desacuerdos, supieron encontrar mecanismos para reconciliarse y fortalecer sus lazos. Ejemplo de ello fue la reciente presencia de Brandi y Tish apoyando a Miley durante los Grammy y la colaboración de Noah como coanfitriona en el pódcast familiar, según indicó New York Magazine.

La dinámica entre hermanas y madre se caracteriza por el apoyo mutuo y la cooperación tanto profesional como personal. Miley explicó: “No venimos aquí a comer, venimos a que mamá trabaje. Si debemos grabar un video o negociar con la discográfica, siempre recurrimos a ella”.

Por su parte, la menor de las Cyrus (Noah) añadió que la comunicación es constante: si una no llama a su madre, la otra lo hace enseguida. Brandi destacó cómo todas se consultan tanto en asuntos personales como de trabajo. Debido a que Tish disfruta su doble rol de madre y representante.

Las reuniones familiares entre risas y anécdotas afianzaron costumbres propias. Miley se refirió con humor a la política de “trae tu propia comida” en las cenas, mientras Noah recordó la sencillez de los platos y la ausencia de verduras en la mesa. La madre defendió su estilo, argumentando que sus hijas crecieron sanas.

En una misma sintonía, se rieron al recordar el accidente de Miley y una batidora o la obsesión de Tish por mantener la cocina ordenada. Noah destacó la influencia de Pinkus, su prometido alemán, quien introdujo recetas europeas en la familia.

La música como hilo conductor y aprendizaje de experiencias

La música desempeña un papel primordial en la vida de toda la familia Cyrus. Brandi, primera artista femenina con una residencia en la Sphere, agradeció el sostén de Tish y rememoró los viajes familiares en coche al ritmo de country y rock de los 80.

Miley y Brandi evocaron los primeros conciertos y aventuras compartidas en tiempos de Hannah Montana. La familia tiene canciones asociadas a momentos especiales; Miley lleva tatuada una frase de “The Thing” de los Pixies por un viaje familiar, y Noah inmortalizó en la piel la portada de “Against the Wind” de Bob Seger, última canción que cantó con su abuela. Para ellas, la música va más allá del éxito y Miley Cyrus aseguró: “La música debe tratarse de recuerdos, no de números”.

Las lecciones fundamentales surgieron de desafíos y experiencias difíciles. Noah valora lo aprendido en su última relación, mientras Miley reflexionó sobre la necesidad del respeto mutuo en la pareja, algo que considera no siempre estuvo presente en la vida amorosa de su madre.

Tish, casada con Dominic Purcell desde 2023, destacó la importancia de equilibrar atracción y respeto en una relación. Su hija Miley subrayó los desafíos de gestionar críticas en el ámbito profesional y la defensa de su libertad artística. A su vez, la hija mayor (Brandi) recordó la evolución de Tish, que pasó de trabajar tras cámaras a mostrarse públicamente, especialmente a partir del pódcast familiar.

Celebración de las diferencias con valores familiares

El respeto por las diferencias y la valoración de las identidades individuales son claves en la convivencia de las Cyrus. Miley celebró la capacidad de la familia para honrar los estilos y opiniones propias, evitando disputas sobre temas delicados y promoviendo la autenticidad a través de la moda y la música.

Por otra parte, Noah reconoció la influencia de Miley en su actitud y estilo y ambas rememoraron anécdotas de la infancia, como coreografías navideñas. Brandi reveló que preparar una coreografía juntas en Navidad se transformó en una tradición, un momento destinado exclusivamente a la diversión familiar.

Los valores transmitidos por Tish dejaron una huella duradera en sus hijas. Recalcó la importancia de la firmeza y la amabilidad, principios heredados de su propia madre y acompañados de disciplina en el hogar. Su hija Miley interpreta esa firmeza como una forma de protección y amor, estableciendo límites para permitir el crecimiento personal.

Brandi busca propósito y felicidad en cada proyecto, priorizando estos valores sobre cualquier resultado económico. De este modo, las hijas consideran que el final de una etapa no debe confundirse con el fracaso, sino que es una oportunidad para reafirmar convicciones.

Para Tish, el modo en que se afrontan los desafíos y responsabilidades en la vida cotidiana influye en cómo se gestionan los negocios, las relaciones y la imagen personal. Sostuvo que la atención al detalle y el orden en su hogar reflejan directamente los valores que buscó transmitir y aplicar en su entorno más cercano, concluyó New York Magazine.

Una familia marcada por la colaboración, el respeto a la individualidad y el valor de los lazos personales, las Cyrus continúan defendiendo su identidad en un mundo donde la exposición y los desafíos son constantes, pero donde celebrar las diferencias y apoyarse mutuamente sigue siendo el centro de todo.