Una joven dio por perdido su muñeco de la infancia en un hotel, pero los empleados hicieron algo increíble

Ava Shulman, una joven de 23 años, vivió una montaña rusa emocional durante sus vacaciones familiares en Hawái, cuando se dio cuenta de que su objeto más preciado —un peluche de la infancia llamado Lamby— había desaparecido.

Lamby, un pequeño cordero de felpa que ha acompañado a Ava desde que era una niña, fue su compañero inseparable durante años. Aunque hoy ya no lo lleva a todos lados, Ava decidió incluirlo en su viaje a las paradisíacas playas de O‘ahu.

Pero al empacar en el último día de su estancia en el Marriott’s Ko Olina Beach Club, se dio cuenta de que Lamby no estaba por ningún lado.

Sospechando que pudo haber sido recogido por error con las sábanas del hotel durante la limpieza, Ava presentó de inmediato un reporte de objeto perdido.

“Estaba llamando a todo el mundo, ya había aceptado que Lamby se había perdido para siempre”, confesó en una entrevista con la revista PEOPLE.

Sin embargo, el personal del hotel ya se había movilizado. Lawton Mauai, director de Seguridad del Marriott, explicó que al recibir la alerta “se inició de inmediato una búsqueda” y, tal como Ava Shulman temía, encontraron al peluche en el centro de lavandería del complejo.

“Lo recuperamos y le aseguramos a Ava que Lamby estaba a salvo”, relató.

Aunque, la historia no terminó ahí. Lo que vino después fue una conmovedora iniciativa del personal del Marriott que decidió transformar la angustia de su huésped en una experiencia inolvidable.

Para tranquilizar a Ava Shulman, el equipo del hotel no solo le notificó que Lamby estaba en perfectas condiciones, sino que se dieron a la tarea de retratarlo disfrutando del resort como un verdadero huésped VIP.

Desde fotos con el equipo de limpieza hasta momentos en la alberca, e incluso saboreando un raspado hawaiano, Lamby fue el protagonista del día.

“Todo empezó como una manera simpática de tranquilizar a Ava, pero vimos una oportunidad para crear un momento especial. Quisimos mostrar cuánto nos importan nuestros huéspedes”, compartió Mauai.

Una de las imágenes, enviada con un mensaje ficticio desde Lamby, decía: “¡Aloha, familia! Sé que deben estar preocupados por mí, pero estoy bien. Madelyn, nuestra encargada de la villa, fue tan dulce que me dejó quedarme con ella cuando estaba asustado porque no los encontraba”.

Ava recibió las imágenes antes de que Lamby fuera enviado de regreso a casa. Y cuando publicó su experiencia en redes sociales, la historia no tardó en viralizarse.

La respuesta del Marriott no se detuvo ahí, ya que el equipo de redes sociales del hotel le hizo llegar varios obsequios a Ava Shulman del tamaño de Lamby, incluyendo una bata personalizada, una camisa hawaiana para Lamby, un AirTag, un vaso térmico, una maleta y un certificado para una estadía gratuita.

“Es una muestra hermosa de humanidad. Mucha gente en el sector de la hospitalidad hace cosas extraordinarias todos los días que casi nadie ve”, reflexionó Shulman

Incluso, destacó que el gesto del personal no era parte de su responsabilidad laboral, pero aun así decidieron dedicarle tiempo y energía.