
Desde la llegada de Javier Milei al Gobierno la deuda pública bruta creció en más de USD 40.000 millones, pero si se contabiliza también la deuda “cuasi fiscal” del Banco Central, que cayó drásticamente, la deuda consolidada se redujo. El 30 de noviembre de 2023 -sobre el final de la gestión presidencial de Alberto Fernández- la deuda del Tesoro ascendía a USD 425.556 millones. Si se le suman los cuantiosos pasivos remunerados que acumulaba entonces el BCRA, por USD 61.980,8 millones por títulos en pesos (al tipo de cambio oficial) y USD 5.138 millones en Bopreal, los pasivos públicos totalizaron unos 492.684,8 millones de dólares.
El 30 de diciembre de 2024, tras un año de gobierno de Javier Milei, la deuda del Tesoro creció en USD 41.130 millones (por absorción de la mayor parte de la deuda del BCRA), a USD 466.686 millones, pero en simultáneo los pasivos del BCRA quedaron reducidos a USD 9.147 millones (por Bopreal). Es decir que los pasivos remunerados de la autoridad monetaria se redujeron en USD 57.971,8 millones en esos 13 meses bajo análisis. En el balance total, la deuda pública consolidada (Tesoro más BCRA) disminuyó en 16.841,8 millones de dólares.

Lautaro Moschet, economista de la Fundación Libertad y Progreso, explicó que “la eliminación de la deuda remunerada (del BCRA) permitió al Gobierno consolidar el proceso de desinflación. Como contracara, el Tesoro asumió esa deuda, que en condiciones normales hubiera implicado un mayor riesgo de default. Sin embargo, el sólido desempeño fiscal generó una mejora en la sostenibilidad de la deuda, que se vio reflejada en la caída del riesgo país”.
Esta caída de la deuda general del sector público es en parte explicada por la devaluación inicial aplicada por la administración de Javier Milei, que llevó al tipo de cambio oficial de $366,45 a $799,95 (+118,3%) el 13 de diciembre de 2023, que “licuó” -medido en dólares- el stock de Pases pasivos en el BCRA y también la deuda soberana en moneda doméstica.
Sin embargo, en el balance de 2024 este impacto terminó siendo poco significativo si se tiene en cuenta que el Gobierno apeló a emitir nueva deuda de corto plazo en pesos y a estabilizar el stock en dólares, a la vez que se desarrolló un proceso muy veloz de apreciación cambiaria, con un dólar que aumentó muy por debajo de la inflación (27,7% contra 117,8%).
Así el monto total de la deuda pública consolidada (Tesoro más BCRA) cayó USD 16.841,8 millones o un 3,4 por ciento. Dicha tasa es similar a la de la caída de la actividad en el período y, por lo tanto, no incidió en el ratio deuda/PBI que siguen algunos economistas.
Además, si se considera que el stock de Pases pasivos del Banco Central se terminó de absorber con bonos soberanos y las LEFI (Letra Fiscal de Liquidez) en julio de 2024, el crecimiento de la deuda del Tesoro desde entonces estuvo explicado por la renovación de vencimientos y la tasa de interés devengada. Esta última variable será clave en los próximos meses para la evolución de la deuda y es de prever que la tasa de política monetaria (aún en el 32% nominal anual) se vaya reduciendo al seguir el sendero de la desinflación de la economía.
Desde Max Capital enfatizaron que “esta semana el Banco Central anunció la reducción del crawling peg del 2% al 1% a partir de febrero. Las tasas de interés permanecen sin cambios por ahora, pero creemos que se implementará una reducción de 500 puntos básicos antes de que inicie el nuevo crawl. La reducción del crawling peg fue anunciada después de la publicación del IPC de diciembre, que fue de 2,7%, superior al 2,5% que el Gobierno había señalado como necesario para reducir el crawl. El gobierno fundamentó su decisión en expectativas de inflación más bajas y en indicadores de alta frecuencia. Estas dinámicas también justificarían un recorte de tasas, para evitar costos excesivos en intereses y continuar incentivando el crédito”.
Por otra parte, fue fundamental para transitar este proceso de traspaso de deuda del BCRA al Tesoro sin mayores tensiones cambiarias el objetivo manifiesto del Gobierno de mantener equilibradas las cuentas públicas. El ministro de Economía, Luis Caputo, informó este viernes que en 2024 el Sector Público Nacional (SPN) registró un superávit primario de 1,8% del PIB y un superávit financiero de 0,3% del PIB.
“Se trata del primer superávit financiero anual en 14 años, y el mayor en 16 años. No obstante, a diferencia de aquellos períodos, el actual superávit financiero se alcanzó honrando la totalidad de las obligaciones contraídas por el Sector Público Nacional. El resultado fiscal publicado hoy debe entenderse como un hito en nuestra historia”, expresó el jefe del Palacio de Hacienda.
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