El mercado de cambios empieza a trazar su escenario que llegará después del dólar soja

El campo sigue siendo el principal demandante de los dólares alternativos y la tasa de interés no alcanza para contener su suba

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(Foto: Franco Fafasuli)
(Foto: Franco Fafasuli)

Los mercados del mundo cerraron en rojo a excepción de Brasil. La Argentina soportó bien esta tormenta que preanuncia una recesión mundial. De hecho, el riesgo país, aumentó 44 unidades a 2.434 puntos básicos porque los bonos de la deuda en moneda extranjera tuvieron caídas de entre 1,5% y 3,4%.

Pero lo que preocupa es que los dólares financieros se están despegando del dólar oficial y la brecha alcanza a 115% a pesar de que el Banco Central puso las tasas en 107% efectiva anual. Las tasas ya no contienen la suba de los dólares alternativos porque creen que se están agotando las medidas para eludir una devaluación.

“Si bien vimos débil al real brasileño, no me parece un dato menor la decisión del Banco Central de Brasil de mantener la Selic (tasa de referencia) sin cambios luego de subirla sistemáticamente desde enero de 2021. Un real fuerte ayudaba al Banco Central argentino a mantener el tipo de cambio pisado. Pero seguimos emitiendo pesos que no tienen demanda. El dólar soja lleva emitido el equivalente al 17,2% de la base monetaria en solo 13 ruedas y los pasivos remunerados (intereses) que genera esa emisión se duplicarán en un año. La pregunta es ¿Hasta dónde puede aguantar un dólar retrasado en este contexto?” señaló el analista financiero Andrés Reschini.

Si bien la devaluación se acelera mes a mes, también se acelera la inflación. Con el dólar soja compraron algo de tiempo a costa de aumentar los pasivos del Banco Central y las presiones sobre la brecha cambiaria. Ya vimos en junio la corrida contra la deuda soberana. Si no se logra construir confianza en algún momento el mercado se retira y no avisa. Los futuros esta semana se calmaron, pero de todas maneras fin de diciembre ajustó a 185,77% de tasa efectiva anual y demuestra que sigue faltando confianza”, agregó Reschini.

En el mundo las tasas están subiendo. Japón que fue la única potencia que se resistió, lo pagó con la caída del yen y China, que bajó las tasas, con el derrumbe del yuan, que ayer perdió 0,40% y devaluó las reservas Argentinas en casi USD 100 millones.

La contracara de estas monedas es la fortaleza del dólar en el mundo frente a las demás monedas que, según Reschini, está en el nivel más alto desde 2002. Tras el derrumbe de las Bolsas de Nueva York, las tasas de los bonos del Tesoro, que bajaron su cotización, aumentaron a 3,71% y se convirtieron en una aspiradora de los dólares del mundo.

Los dólares alternativos que se operan a través de los bonos AL30D (-1,6%) y del GD30D (-2,1%) tuvieron fuertes alzas porque sigue la demanda del agro. Con un descenso de 15% de los negocios a USD 207 millones, el MEP aumentó $4,28 (+1,4%) a $302,19 y el contado con liquidación, $6,26 (+2%) a $312,16.

El agro siguió siendo el principal demandante porque lo que era un rumor pasó a ser una realidad: la pesificación de los contratos en dólares termina hoy y las compras y fijaciones con el dólar a $200 se liquidan hasta el lunes. O sea que la semana que viene el dólar mayorista, que ayer subió 28 centavos a $145,18, será desde octubre el dólar para la soja. Como las operaciones se cierran anticipadamente desde el martes, las fijaciones de precios se harán al tipo de cambio mayorista oficial. Si bien todo indica que comienza el funeral del dólar soja, cabe recordar que la Argentina es un país imprevisible.

De hecho, ayer, con la compra de USD 340 millones al sector agropecuario, el BCRA hizo la segunda mayor expansión monetaria desde que se lanzó el dólar soja.

Las reservas por el pago de la deuda al FMI y por la nueva y fuerte caída del yuan, perdieron USD 1.200 millones y quedaron en 36.319 millones. El FMI, retornará USD 1.800 millones cuando se apruebe oficialmente la revisión de las cuentas.

Pero lo que preocupa es la tendencia: en dos días se perdieron USD 1.938 millones, a pesar de que en ese lapso el Central compró USD 583 millones a los sojeros. Sin esas compras las reservas hubieran caído poco más de USD 2.500 millones.

El “blue” fue ignorado porque las grandes manos fueron a los dólares alternativos que son en blanco. Por eso bajó $2 a $285 y la brecha con el MEP es de $17 una de las más altas. Nunca el “blue” se separa más de $15. Cuando llega a ese límite, ajusta para no quedar desarbitrado. Por lo tanto, hoy puede subir el “blue” o bajar el MEP para cumplir con esa relación de precios.

La Bolsa fue, al igual que la de Brasil que subió 2%, a contramano del mundo. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, aumentó 1,70% en pesos, pero cayó 0,3% en dólares. El monto de negocios fue austero: $1.663 millones y las subas más importantes fueron las de Cresud (+4,33%), Telecom (+4,29%) y CableVisión (+3,91%).

Los ADR’s -certificados de tenencias de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- padecieron la caída global. Los negocios fueron elevados y superaron los $5.300 millones. Las mayores bajas fueron para Globant (-8,5%), seguido de Despegar (-7,3%) y MercadoLibre (-4,2%).

En los futuros se vio esta cobertura de los inversores. Fin de año aumentó 0,73% a $193,20. Si se compara este valor con el cierre de ayer, la devaluación estimada es de 33%. La cobertura con títulos dollar linked también fue importante. Los bonos que ajustan por el precio del tipo de cambio oficial, tuvieron subas generalizadas. El T2V2 aumentó 0,76% y el TV23, 0,45. Los bonos duales que cubren contra la inflación y la devaluación subieron 0,25%.

El mercado hoy es una moneda lanzada al aire y nadie sabe de qué lado caerá.

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