El ajuste de Martín Guzmán: entre las críticas en el Frente de Todos, el gesto al FMI y la necesidad de gastar antes de las elecciones

El déficit fiscal es el más bajo de los últimos seis años, pero en la coalición de Gobierno le piden al ministro ser más flexible, de cara a las legislativa de noviembre. Tensiones por la reducción de partidas para jubilaciones, salarios y programas asistenciales

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El freno de mano en el gasto no vino sin resquemores dentro del Frente de Todos, ya que un sector reclama que el Poder Ejecutivo acelere las partidas para llegar a las elecciones con más aire (Reuters)
El freno de mano en el gasto no vino sin resquemores dentro del Frente de Todos, ya que un sector reclama que el Poder Ejecutivo acelere las partidas para llegar a las elecciones con más aire (Reuters)

Martín Guzmán “se sentó” sobre la caja y el déficit acumulado de los primeros meses del año fue el más bajo desde 2015. Algunos de los gastos más relevantes para el Estado cayeron con fuerza y en el mercado es leído como una ofrenda al Fondo Monetario Internacional para apurar la resolución de las negociaciones.

El freno de mano en el flujo de fondos desde el sector público no vino sin resquemores dentro del Frente de Todos, ya que un sector de la coalición de Gobierno reclama más o menos airadamente que el Poder Ejecutivo acelere el gasto para llegar a las elecciones parlamentarias con más aire en medio de la crisis económica y saliendo de la pandemia que deterioró todos los indicadores sociales.

El resultado fiscal del primer cuatrimestre año terminó con un déficit primario de 0,2% del PBI -unos $81.000 millones-, un nivel que no se registraba para ese período en 6 años

Los últimos meses del 2020 dejaron un sabor de boca amargo en la conducción económica porque la dinámica a la que se vieron forzados por la crisis sanitaria -ampliar el gasto con emisión monetaria y sin acceso a financiamiento- retornó en forma de una furiosa escalada de la cotización del dólar libre a casi $200 y una aceleración inflacionaria. Ese abismo al que se asomó la economía obligó a moderar el gasto público.

Las negociaciones de la deuda con el Fondo Monetario Internacional transcurrieron en los últimos meses con un eje central en la discusión entre el staff técnico del organismo y las autoridades argentinos: qué camino fiscal tomará la Argentina y a qué velocidad lo transitará. Un alto funcionario en diálogo con Infobae incluso arriesgaba en los últimos días que una vez que se resuelva esa cuestión las conversaciones deberían marchar rápido hacia el acuerdo.

Según recopiló un informe de Analytica, “hasta abril, el gasto corriente primario cayó 9% en términos reales, con ajustes significativos en asistencia social (13%), donde las jubilaciones (-8%) representan 60% de ese total (EFE)
Según recopiló un informe de Analytica, “hasta abril, el gasto corriente primario cayó 9% en términos reales, con ajustes significativos en asistencia social (13%), donde las jubilaciones (-8%) representan 60% de ese total (EFE)

El ajuste: qué partidas recortó Hacienda y por qué

El resultado fiscal del primer cuatrimestre del año terminó con un déficit primario (sin tomar en consideración el pago de intereses de deuda) de 0,2% del Producto Bruto Interno -unos $81.000 millones-, un nivel que no se registraba para el lapso enero-abril desde 2015. Como referencia, el año anterior -cuando recién había comenzado la pandemia- el rojo fiscal había sido de 1,4% del PBI.

Pero vale la pena analizar de manera más fina para entender cómo Guzmán consiguió esa disciplina fiscal. Según recopiló un informe de Analytica, “hasta abril, el gasto corriente primario cayó 9% en términos reales, con ajustes significativos en asistencia social (13%), donde las jubilaciones (-8%) representan 60% de ese total. El ajuste también viene golpeando sobre los salarios públicos (bajaron 10% en valores reales) y las transferencias a las provincias (45%)”, mencionó.

Lo que sucede con el gasto previsional tiene un correlato fuerte con el mercado laboral que todavía está recuperándose (Fares)

Para Florencia Fares, economista de la Universidad de San Martín, el recorte en las jubilaciones “se explica por el nuevo sistema de indexación, basado en los salarios y la recaudación (y la mayor inflación que licuó el gasto) y quizás también por bajas en los afiliados porque justamente el covid.19 golpea más fuerte a ese grupo poblacional. Igual esto último es menos relevante porque el plan de vacunación tuvo como prioridad a ese grupo”, dijo a Infobae.

“Si se mira el Ripte, los salarios en términos reales se vienen recuperando desde el 2020, pero todavía no alcanzan los niveles pre-pandemia. Lo que sucede con el gasto previsional tiene un correlato fuerte con el mercado laboral que todavía está recuperándose”, mencionó.

"Si seguimos teniendo déficit todos los años nadie nos va a renegociar porque no vamos poder pagar ahora ni en diez años", dijo a Infobae Rafael Flores (Reuters)
"Si seguimos teniendo déficit todos los años nadie nos va a renegociar porque no vamos poder pagar ahora ni en diez años", dijo a Infobae Rafael Flores (Reuters)

No todas las partidas presentan recortes. Algunas, incluso, suben fuertemente aunque no alcanza para compensar las podas en los gastos más representativos para el fisco.

“Como contrapunto, el gasto en subsidios y en obras públicas vienen presentando elevadas tasas de expansión, ante la decisión política de congelar o subir marginalmente las tarifas de electricidad y gas en un contexto de mayores costos de generación de la energía, y a la focalización en la inversión pública como factor dinamizante de las economías locales, formando parte de una estrategia con evidente intencionalidad electoral”, opinó la consultora Aerarium, dirigida por Paulino Caballero, ex subsecretario de Relaciones con Provincias durante el Gobierno de Mauricio Macri.

La focalización en la inversión pública como factor dinamizante de las economías locales, formando parte de una estrategia con evidente intencionalidad electoral (Caballero)

Para la economista Emilia Calicibete, “el hecho de que el déficit fiscal sea más bajo que la misma altura del año pasado tiene que ver con ciertos factores, pero lo más importante a destacar me parece que es que el año pasado dejó bases de comparación muy bajas. El nivel de gastos contra ingresos fue tan marcado que en comparación a ese periodo es esperable que los resultados de este año mejoren”, dijo a este medio.

Por su lado, el presidente de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP) Rafael Flores aseguró que “lo que estamos viendo en estos últimos meses es un fuerte ajuste fiscal. Por un lado suben los ingresos por una cierta recuperación de la economía y por los impuestos que aumentó o creó el gobierno nacional (como el impuesto a la riqueza) y por la suba de las retenciones por el mejor precio de los commodities”, aseguró a Infobae.

El gesto al FMI e interna en el Frente de Todos

Flores agregó un elemento a su análisis: ¿por qué el ministro de Economía propició un ajuste de ese tamaño?. “Porque hay una necesidad de mostrar un sendero fiscal sustentable para poder negociar la deuda con el Fondo. El FMI puede discutir más o menos ciertas reformas, pero lo que va a pedir a la Argentina es que muestre de qué manera una postergación de los pagos va a hacer que el país puede afrontarlos. Si seguimos teniendo déficit todos los años nadie nos va a renegociar porque no vamos poder pagar ahora ni en diez años”, analizó.

Para Florencia Fares (Unsam) el gesto de disciplina fiscal va más allá del FMI. “Creo que se quiere dar una señal de alineamiento fiscal hacia los mercados, en general, más allá de la renegociación de la deuda. Por supuesto, esto es algo positivo en términos de la renegociación, pero como todavía falta para las elecciones, hay que esperar a ver si hay algun incremento del gasto”, anticipó.

“Hay una necesidad de mostrar un sendero fiscal sustentable para poder negociar la deuda con el Fondo. El FMI va a pedir a la Argentina que muestre de qué manera una postergación de los pagos va a hacer que el país puede afrontarlos” (Flores)

El ajuste puede allanar el camino de las negociaciones con el FMI, pero trae como contraprestación una mayor tensión dentro de la coalición de Gobierno. Desde el sector del Frente de Todos más identificado con la vicepresidenta Cristina Kirchner consideran que el Poder Ejecutivo debería ser más laxo en términos fiscales para afrontar una crisis sanitaria y económica como la actual. Así se deja ver, por ejemplo, en el último informe de Coyuntura Económica, el centro de estudios que dirige Roberto Feletti, ex viceministro de Economía durante el Gobierno de Cristina Kirchner y actual secretario administrativo del Senado bonaerense.

Tras el affaire tarifas, la coalición de Gobierno propone un clima de borrón y cuenta nueva, que se coronó el último martes con una reunión de alto perfil entre Guzmán y el gobernador bonaerense Axel Kicillof (Presidencia)
Tras el affaire tarifas, la coalición de Gobierno propone un clima de borrón y cuenta nueva, que se coronó el último martes con una reunión de alto perfil entre Guzmán y el gobernador bonaerense Axel Kicillof (Presidencia)

Varios grupos político-técnicos, entre los que se incluyen los que producimos el siguiente informe, señalábamos la necesidad de de mayor laxitud fiscal y monetaria que la ejecutada”, cuestionó. “La prudencia fiscal, la estabilidad de la cotización del dólar en los mercados alternativos y el respaldo de los mandatarios europeos no alcanzaron para desacelerar la inflación”, criticó Feletti.

En las últimas semanas, tras la fractura expuesta en el Frente de Todos con el affaire tarifas y el intento de desplazamiento del subsecretario de Energía, Federico Basualdo, la lectura que propone la coalición de Gobierno es que reina ahora un clima de borrón y cuenta nueva, que se coronó el último martes con una reunión de alto perfil entre Guzmán y el gobernador bonaerense Axel Kicillof.

“La prudencia fiscal, la estabilidad de la cotización del dólar en los mercados alternativos y el respaldo de los mandatarios europeos no alcanzaron para desacelerar la inflación” (Feletti)

De todas maneras, intrigas palaciegas al margen, para algunos economistas la trayectoria fiscal en lo que va del año deja vislumbrar que el déficit podría terminar siendo menor al 4,2% del PBI que previó el Presupuesto. Según estimaciones de la consultora 1816, para alcanzar esa cifra el déficit fiscal de cada mes en lo que resta del 2021 debería ser de $200.000 millones. Como referencia, solo durante los meses más duros de cuarentena el año pasado (y diciembre por cuestiones estacionales) tuvieron un nivel similar de desequilibrio en las cuentas.

No obstante, para Emilia Calicibete “el país está atravesando una segunda ola en la cual el Gobierno tendrá que tomar medidas para acompañar a gran parte de la población si se continua con las restricciones en la actividad. Es muy probable que vuelvan a recurrir en ciertas herramientas que se utilizaron el año pasado, como congelar tarifas, ciertos precios, dar ayuda a quienes más lo necesitan, incrementando los gastos; y además, se agrega al cierre las exportaciones que implica menor recaudación. Como resultado entonces es muy probable que sí se esté en línea con el déficit del 4,5% del PBI establecido en el Presupuesto”, concluyó

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