La economía que viene: cuáles son las expectativas financieras para después del canje de deuda

Los analistas creen que superada la reestructuración se impone una agenda que aborde la crisis de crecimiento y el desequilibrio fiscal para habilitar un proceso inversor. Qué se espera para acciones, bonos y dólar

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Los agentes financieros esperan señales macroeconómicas para activar un nuevo ciclo alcista para acciones y bonos. (Reuters)
Los agentes financieros esperan señales macroeconómicas para activar un nuevo ciclo alcista para acciones y bonos. (Reuters)

Los inversores bursátiles enfocan su atención en las próximas negociaciones que deberán activarse con el Fondo Monetario Internacional (FMI), así como el trazado de un plan económico que permita abordar la reducción de los desequilibrios fiscales y monetarios, acentuados en los últimos meses por las medidas de asistencia contra la pandemia.

El Gobierno presentó ante la SEC (ente regulador de mercados de los EEUU) la nueva oferta de reestructuración de deuda acordada con los acreedores el pasado 4 de agosto. Así se abrió formalmente la inscripción al canje. El presidente Alberto Fernández oficializó la propuesta mediante la publicación en el Boletín Oficial del Decreto 676/2020. Esa norma implementa la segunda enmienda a la oferta presentada el 21 de abril con la cual habilita la emisión de nuevos bonos por hasta 66.137 millones de dólares.

Entre el 4 y e 15 de septiembre podrían concluir dos episodios clave: el canje de deuda con ley extranjera y el canje de bonos con legislación argentina

Entre los cambios introducidos en pos de una mayor aceptación, se incluyó una cláusula que permite al acreedor retirar su consentimiento para modificar los bonos hasta cinco días hábiles posterior al cierre de una futura reestructuración. A última hora de la jornada, BlackRock y otros acreedores ratificaron su apoyo al canje.

El Ministerio de Economía precisó que la oferta se abre desde las 17 horas del 24 de agosto hasta las 17 del 28 de agosto de 2020. El anuncio de los resultados está previsto para el 31 de agosto y la fecha de ejecución, la fecha de entrada en vigencia y la fecha de liquidación continuará siendo el 4 de septiembre de 2020.

En simultáneo, el Gobierno oficializó el procedimiento para la reestructuración de los títulos elegibles emitidos bajo ley local por casi USD 42.000 millones, en un proceso que se extenderá entre el 1 y el 15 de septiembre.

Estas dos reestructuraciones soberanas por más de USD 100.000 millones despejarán en gran parte el complejo panorama financiero de la Argentina para los próximos tres años ¿Cuáles son las proyecciones de los analistas superada esta instancia clave?

“Parece que la Argentina se liberó de uno de los condicionantes que tenía, el de la deuda. El PBI global va a caer aproximadamente 5% este año. Pero Argentina ya partía de -2%. Lo que para todos fue un golpe, para nosotros fue un trompazo. Argentina podría llegar a caer 11%, según proyecciones de Latin Focus, desde dos años en recesión. Argentina tiene condicionantes para crecer. Uno de ellos es la deuda. No vamos a recuperar en 2021 todo lo perdido en 2020, de eso estemos seguros”, señaló Santiago Bulat, economista asociado en Invecq Consulting.

Las acciones y los bonos argentinos experimentaron una fuerte recuperación de cuatro meses, hasta que se anunció el acuerdo por el canje a comienzos de agosto

En términos macroeconómicos Bulat enfatizó que “Argentina tiene un déficit fiscal de 7 puntos del PBI, no va a tener una consolidación macroeconómica hacia adelante y es uno de los países con la inflación más alta del mundo. En 2002 Argentina tenía una economía que estaba creciendo, con superávit primario, superávit fiscal y un tipo de cambio recontra alto. Ahora hay cepo, la economía está cerrada y si bien entran dólares, no es por una economía abierta en su funcionamiento”.

“Solucionado el tema de los bonistas queda solucionar los problemas fiscal, monetario y todo el problema inflacionario, pues Argentina está acumulando desequilibrios, con una economía totalmente frenada a la que se le está inyectando dinero para fogonear la demanda”, subrayó Bulat. Y añadió que “a la Argentina se llevan los dólares del superávit comercial por ahorro, la mitad de la balanza comercial positiva, y la presión por ese lado sigue. Por más que se arregle con acreedores, el país no va a volver rápido a los mercados voluntarios de deuda. Ahora queda negociar con el FMI una deuda súper importante. Una vez que haya canje, el riesgo país va a bajar. El tema es hasta cuánto. Argentina va a terminar con una tasa de descuento mayor”.

Solucionado el tema de los bonistas quedan los problemas fiscal, monetario e inflacionario. Argentina acumula desequilibrios con una economía frenada (Bulat)

Para el plano cambiario, el economista de Invecq consideró que “un tipo de cambio de equilibrio hoy tendría que estar en 109 pesos. Me parece que vamos a ver un salto cambiario a fin de año o a principios del que viene, porque se va a evitar una devaluación cerca de las elecciones, es un escenario que se va a tratar de evitar todo lo posible. Por eso es momento de cubrirse con deuda atada a la inflación, que puede terminar debajo de 40% este año, pero puede ser mayor el año que viene, presionada por el tipo de cambio”.

José Ignacio Bano, gerente de asesoramiento financiero e inteligencia de negocios en InvertirOnline trazó con prudencia un escenario moderadamente optimista para la incursión financiera: “El nivel de tasas de la Argentina influye en el nivel de precios de las empresas argentinas. Según estimaciones de bancos privados, con un riesgo país que recorte a 1.100 puntos después del canje, el Merval en dólares podría regresar a los 556 puntos. Hoy está en los 360: si esto fuera así, el potencial de alza de las acciones sería de más del 50%, según un Merval medido en dólares, mientras que la zona de piso serían los 300 puntos, una zona que escasas veces perforó, por cuanto podría ser un punto de entrada si se busca upside. De todos modos, nada es color de rosa y las dificultades macroeconómicas también aplican para las empresas: hay controles de precios, restricciones al comercio exterior y estamos en una pandemia que hay que ver cómo nos va a dejar”.

Si el riesgo país baja a 1.100 puntos con una reestructuración de la deuda, hay potencial de alza para las acciones (José Ignacio Bano)

“Qué caro le salió a la Argentina no tener un mercado de capitales abierto, porque todo el mundo lo que hizo fue ‘patear’ el problema para la próxima generación, cubriendo el ‘bache’ con deuda y postergando el pago con futuro crecimiento”, reflexionó Bano. “A la Argentina no le quedó más que emitir dinero, porque había que dar asistencia con el coronavirus”, añadió el experto de InvertirOnline.

“Los bonos indexados por CER ya están arriba de la par y eso es por la gran cantidad de pesos que hay. Es un nicho de mercado muy buscado y hoy ausente, que es el que ocupaban las Lebac, las Lecap y los bonos cortos antes del proceso de reestructuración. Quien tiene pesos y quiere hacer una inversión de menos de un año tiene pocas alternativas más allá de un plazo fijo, que tiene tasa Badlar negativa. Por eso el éxito de las colocaciones de Letras que hace el Estado y también las emisiones de empresas por dólar linked”, aseveró Bano.

Fuente: Facundo Rodríguez.
Fuente: Facundo Rodríguez.

Lucas Yatche, analista de Portfolio Personal Inversiones, afirmó que “el Gobierno apunta a cerrar con éxito los acuerdos de canje de deuda con los acreedores privados en las próximas semanas. En este marco, los bonos soberanos en dólares lograron mantener estabilidad, aunque ya con las estructuras definidas de los nuevos títulos, el foco se centra en los rendimientos esperados para estos bonos una vez que sean emitidos”.

Un camino más despejado debería contemplar mejorar los resultados fiscales, generar estabilidad económica y recuperar reservas (Lucas Yatche)

“Los precios actuales del mercado reflejan una exit yield en torno al 11 ó 12 por ciento, y está claro que para lograr una comprensión de spreads va a ser necesario más. Apuntando acá a lo que se sabía: el canje era condición necesaria, pero no suficiente. Un camino más despejado es clave para lograr bajar la tasa de descuento, y este debería contemplar mejorar los resultados fiscales, generar estabilidad económica -y política- y comenzar a recuperar reservas que garanticen la capacidad de pago futura del país. Puntos que también serán claves a la hora de sentarse con el FMI, en donde las negociaciones probablemente se extiendan hasta el 2021”, describió Yatche.

Facundo Rodríguez, magister en gestión económica y financiera de riesgos, sostuvo que “luego del acuerdo de la Argentina con los tenedores de bonos denominados en moneda extranjera, se observa con cierto optimismo la mejora del mercado. Las acciones se encuentran en gran medida muy baratas. Por lo cual, al disiparse el default, se espera que capitales externos lleguen” con actitud compradora.

El Gobierno debe hacer lo necesario para la llegada de capitales que permitan financiar a las empresas y mejorar la estructura productiva (Facundo Rodríguez)

“Para los próximos meses se espera que el nivel de actividad comience a aumentar, aunque en un nivel muy inferior a los anteriores a la cuarentena. Por lo cual habrá que esperar a la presentación formal del canje de la deuda y la presentación de los balances de las empresas. Es obvio que el país necesita de capitales, el Gobierno deberá hacer todo lo necesario para la llegada de capitales de largo plazo que permitan financiar las empresas y mejorar la estructura productiva de la Argentina. Para esto se necesita de una política monetaria coherente, que ayude al crecimiento y a la estabilidad cambiaria y no atente contra ellos”, consideró Rodríguez.

Merval en dólares y cotización contado con liqui

Fuente: Facundo Rodríguez
Fuente: Facundo Rodríguez

Para el economista Gustavo Ber, “más allá de algún tímido y efímero rebote técnico, los activos locales siguen transitando una toma de ganancias tras confirmarse el acuerdo con los acreedores externos, el cual espera concluirse próximamente a través de una elevada adhesión que sea suficiente para activar las Cláusulas de Acción Colectiva y evitar holdouts, a fin de complementarse con el canje de deuda local”.

Las miradas de los inversores se dirigen hacia las negociaciones que deberán activarse con el FMI así como un plan económico (Gustavo Ber)

“Luego de descontarse dicho evento, las miradas de los inversores se dirigen hacia las negociaciones que deberán activarse con el FMI así como un plan económico que permita pronosticar una convergencia en los desequilibrios fiscales y monetarios, acentuados por la pandemia. Ocurre que los operadores reconocen que las renovadas preocupaciones cambiarias tienen epicentro en dichas señales, ya que de no mejorarse la confianza de los agentes económicos -y así desinflarse las elevadas brechas del 80%- crecen las chances de nuevas restricciones a corto plazo a fin de proteger las reservas”, consideró el titular del Estudio Ber.

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