Economía retrasó para la semana que viene el lanzamiento de la oferta de reestructuración de deuda

El cronograma para la renegociación de la deuda establecía que en la segunda semana de marzo se lanzaría la oferta concreta. Ese plazo no va a poder cumplirse, según dijeron fuentes oficiales, por el mal clima financiero global

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El ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, en entrevista con Reuters, Buenos Aires, Argentina, 11 marzo 2020.
REUTERS/Agustín Marcarian
El ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, en entrevista con Reuters, Buenos Aires, Argentina, 11 marzo 2020. REUTERS/Agustín Marcarian

El Gobierno postergó el lanzamiento de la oferta de reestructuración de la deuda que estaba prevista para esta semana. La incertidumbre en los mercados de todo el mundo como resultado de la expansión del coronavirus hacen que empiecen a flexibilizarse los tiempos originalmente establecidos por el cronograma oficial establecido por el ministro de Economía Martín Guzmán.

La postergación fue confirmada a la agencia Télam por fuentes oficiales que precisaron que la propuesta cuyo cronograma inicialmente estaba pautado a partir del 9 de marzo, debió ser aplazada, “apuntando a la semana próxima”.

El mes pasado el Ministerio de Economía hizo público el “Cronograma de acciones para la gestión del Proceso de Restauración de la Sostenibilidad de la Deuda Pública Externa”, que establece la segunda semana de marzo como fecha para el lanzamiento de la oferta y para el inicio de reuniones informativas sobre la oferta, el roadshow.

Pero ni el roadshow ni la oferta tuvieron el acompañamiento del contexto. El viaje se vio afectado por la epidemia de coronavirus que limita los movimientos de las líneas aéreas, por lo que ya se pensaba en transformarla en una campaña a través de reuniones virtuales.

La propuesta cuyo cronograma inicialmente estaba pautado a partir del 9 de marzo, debió ser aplazada, apuntando a la semana próxima

Pero además de la pandemia en sí, la reacción del mercado financiero respecto a los posibles efectos de las medidas de prevención sobre la economía global tampoco dejó mucho margen para una compleja operación financiera como la que trata de conducir Guzmán.

“Hemos estado en el camino correcto, pero ahora estamos en una situación de emergencia global que requiere que cada lado sea flexible”, dijo Martín Guzmán en referencia a los tenedores de bonos internacionales, añadiendo que si no se cumple el plazo del 31 de marzo, debería ser solo “cuestión de días”.

Asimismo, en declaraciones a Reuters dejó en claro que el Gobierno no aceptará nada que no sea sostenible. “Seremos absolutamente firmes en eso”, aseguró al tiempo que agregó: “Cualquier acuerdo tendría que evitar forzar más austeridad fiscal en la economía argentina afectada por la recesión”.

Guzmán dijo además que el país está buscando “renovar” sus deudas con el FMI, aunque aclaró que el acuerdo con los tenedores de bonos es más urgente, considerando que los pagos de bonos vencen rápidamente y que el país no puede seguir pagando sus deudas con las reservas internacionales.

"Cualquier acuerdo tendría que evitar forzar más austeridad fiscal en la economía argentina afectada por la recesión”, afirmó el ministro de Economía Martín Guzmán .REUTERS/Agustin Marcarian
"Cualquier acuerdo tendría que evitar forzar más austeridad fiscal en la economía argentina afectada por la recesión”, afirmó el ministro de Economía Martín Guzmán .REUTERS/Agustin Marcarian

En el ministerio de Economía dijeron las conversaciones siguen y que eso va a llevar todo el tiempo necesario en este contexto de crisis económica por el coronavirus. Recordaron, además, que el propio presidente Alberto Fernández, dijo que puede haber alguna diferencia de unos pocos días respecto de la fecha límite impuesto para el 31 de marzo.

El riesgo país subió más de 800 puntos en lo que va de marzo por el derrumbe de los bonos soberanos argentinos en medio del sacudón de los mercados a nivel global. El castigo a los bonos argentinos en particular y a la confianza de los inversores en general está probando ser un revés importante para la expectativa oficial de cerrar rápido el capítulo de la deuda.

También para la intención encender a la economía, dado el parate que va a generar la decisión oficial de suspender eventos públicos, las cuarentenas que se imponen a los que llegan del exterior y el golpe a la actividad económica que se espera.

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