Cumbre de bancos centrales: preparan junto a economías del G7 medidas para combatir el impacto del coronavirus

Tras la semana negra que se vivió en los mercados por el avance del coronavirus, el Banco Central Europeo, la Reserva Federal de EEUU y otras entidades preparan una baja de las tasas de interés para evitar un colapso financiero

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Imagen de archivo del edificio que alberga a la Reserva Federal de Estados Unidos en Washington. Marzo, 2019. REUTERS/Leah Millis
Imagen de archivo del edificio que alberga a la Reserva Federal de Estados Unidos en Washington. Marzo, 2019. REUTERS/Leah Millis

El avance del coronavirus en el mundo, especialmente en Europa, Asia y Estados Unidos tiene en jaque a la economía mundial y se teme por un colapso financiero como ocurrió en 2008 tras la crisis de las hipotecas inmobiliarias en Estados Unidos. Para evitar esa situación y anticiparse a un desenlace negativo, los principales bancos centrales del mundo preparan una acción coordinada junto a economías del G7 que podría ser el gran gesto que espera el mercado para recuperar la confianza.

Si bien los efectos sobre la economía de una política monetaria todavía más expansiva son cada vez más reducidos, los expertos recuerdan que los mercados son un juego de expectativas y presiones y que el movimiento conjunto sería sin duda un mensaje contundente, señaló una publicación del portal español Expansión.

En ese contexto, afirmó que este martes los bancos centrales se acoplan a la cita por teleconferencia que mantendrá el G7 (Grupo de los siete) conformado por Alemania, Canadá, Japón, Gran Bretaña, Francia e Italia en un intento de abordar la situación financiera desfavorable producto de efectos del coronavirus.

Según la publicación, esos pasos apuntan a una actuación conjunta y el mercado ya especula con la primera bajada de tipos coordinada desde 2008 para contener lo que la OCDE califica como "el mayor peligro" desde la crisis financiera global.

En los últimos días, las principales autoridades monetarias de los países desarrollados empezaron a cambiar su discurso para trasladar a los inversores su disposición de utilizar las herramientas a su alcance para combatir al coronavirus en su vertiente económica.

La primera fue la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, que el viernes emitió un comunicado extraordinario para recordar que está “vigilando estrechamente el desarrollo y las implicaciones para la economía (del coronavirus) y que usará sus herramientas y actuará como sea apropiado para apoyar la economía”.

“Pero la agresividad de la Fed tiene también su base en el margen de maniobra que todavía posee y es posible que no sea igualada por el resto de bancos centrales. Estados Unidos tiene todavía balas en la recámara y busca prevenir en vez de curar”, remarcó el artículo.

Asimismo, indicó que se espera que la actuación en Estados Unidos, que acostrumbra a ser más ágil que el resto a la hora de anunciar nuevos estímulos, sea casi inmediata. “La duda no es ya si bajará los tipos de interés en la próxima cumbre que celebrará el 17 y 18 de marzo, sino si el recorte será de 25 puntos básicos o intentará dar un golpe sobre la mesa con uno de hasta 50 puntos básicos”, agregó.

En tanto, indicó que el Banco Central Europeo (BCE), por su parte, consiguió conciliar las divergentes opiniones que habían tenido sus miembros en relación a la necesidad de actuar para contener el impacto económico del coronavirus.

También a través de un comunicado extraordinario, la presidenta Christine Lagarde señaló que el coronavirus crea “riesgos para la economía y el funcionamiento de los mercados” y que el BCE está “vigilando estrechamente su desarrollo”. “Estamos preparados para tomar las medidas apropiadas y específicas, según sea necesario y de forma acorde a los riesgos subyacentes”, indicó.

FOTO DE ARCHIVO. La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde. REUTERS/Francois Lenoir.
FOTO DE ARCHIVO. La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde. REUTERS/Francois Lenoir.

Según Expansión, el mercado anticipa una bajada de tipos, hasta el -0,6%, pero aún desconfía de si se llevará a cabo en la reunión del 12 de marzo o más adelante.

“El BCE -como el Banco de Japón, que recurrió a las compras de activos para mostrar su compromiso para estimular la economía- podría también optar por elevar las compras de deuda (ahora de 20.000 millones) como principal medida de choque, aunque éstas generan todavía más discrepancia entre los miembros del Consejo de Gobierno”, añadió la publicación.

En cualquier caso, a las puertas de la reunión del G7, el gran aporte de Europa a la lucha contra el impacto económico del coronavirus radica en la política fiscal. “Si el G7 acuerda una intervención conjunta, la zona euro podría superar las reticencias que ha manifestado, entre otros, Alemania a la hora de lanzar los estímulos fiscales que durante años ha pedido el BCE, agotado en su uso de la política monetaria”, concluyó.

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