El héroe que merecía continuar con el legado de su padre: Kasper Schmeichel, el arquero de los penales de Dinamarca

El arquero danés consiguió atajarle un penal a Luka Modric, la figura de Croaci, en tiempo de descuento. Volvió a hacer lo propio en la tanda en dos oportunidades, pero aún así sus méritos no alcanzaron para llevar a su equipo a los cuartos de final. Peter, su padre y gloria danesa, vibró con sus intervenciones

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Kasper Schmeichel atajó un penal en tiempo de descuento a Modric y luego dos en la serie definitoria (Foto: REUTERS)
Kasper Schmeichel atajó un penal en tiempo de descuento a Modric y luego dos en la serie definitoria (Foto: REUTERS)

Minuto 114. Luka Modric, capitán y figura de la selección de Croacia, apoya la pelota en el punto del penal y se dispone a ejecutar la pena máxima. Segundos antes, Jorgensen bajó desde atrás a Rebic para evitar -con falta- lo que hubiese sido la derrota de su equipo. El marcador muestra el 1-1 parcial entre los balcánicos y Dinamarca en el cruce por los octavos de final.

Néstor Pitana se lleva su silbato a la boca y da el pitido, señal que habilita al jugador del Real Madrid a ejecutar su tiro. Es ahí cuando Kasper Schmeichel se disfraza de héroe por un rato y se queda con el remate del atacante. El arquero le dio una vida más a su selección y forzó a definir en una tanda de penales el pase hacia los cuartos de final del Mundial de Rusia.

Claro que el nombre Schmeichel, el conjunto nacional danés y un penal atajado ya habían coincidido en el tiempo: más precisamente, el 22 de junio de 1992. Allí, Peter, el padre de Kasper y estrella tanto del Manchester United como de su seleccionado, fue quien le tapó un disparo desde los 12 pasos al holandés Marco Van Basten por las semifinales de la Eurocopa de Suecia.

Esa acción significó el pase de Dinamarca a la final del certamen más importante de Europa, en el que se alzaría con el título tras vencer por 2-0 a Alemania en la final. Dicha hazaña permitió que Schmeichel padre quedara en la historia grande del fútbol como uno de los mejores porteros de la década del '90.

Peter Schmeichel celebra las atajadas de su hijo Kasper, quien siguió sus pasos (Foto: REUTERS/Jason Cairnduff)
Peter Schmeichel celebra las atajadas de su hijo Kasper, quien siguió sus pasos (Foto: REUTERS/Jason Cairnduff)

Esta tarde, en el estadio de Nizhny Novgorod, Kasper, de 31 años, hizo honor a su apellido: volvió a ponerse la capa para volar en dos oportunidades y quedarse con las ejecuciones de BaldejPivaric en la serie definitoria, mientras su padre Peter observaba atentamente desde una de las tribunas y celebraba con vehemencia cada una de sus intervenciones.

Lamentablemente, el mérito del guardametas no alcanzó, ya que sus compañeros no acertaron sus remates y permitieron que fuera Croacia quien siguera con vida en la Copa del Mundo.

Kasper no pudo llevar a su seleccionado a lo más alto como su padre pero dejó el apellido Schmeichel en lo más alto (Foto: REUTERS)
Kasper no pudo llevar a su seleccionado a lo más alto como su padre pero dejó el apellido Schmeichel en lo más alto (Foto: REUTERS)

Referente en el Leicester City, donde consiguió la Premier League en la temporada 2015, Kasper no pudo hacer historia con su selección al igual que su padre, pero volvió a dejar el apellido Schmeichel en lo más alto.

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