El día que Riquelme "enloqueció" a Brasil y multiplicó su apellido por 14.000 del otro lado de la frontera

El 8 de junio de 2005, Argentina venció 3-1 a la "Verdeamarela" por las Eliminatorias para el Mundial de Alemania: fue el último Superclásico de las Américas oficial ganado por la Albiceleste, que tuvo al ex Boca en estado de gracia, al punto que cautivó a los fanáticos rivales

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La alegría de Riquelme, compartida por Javier Mascherano, quien recibió un antológico paso de taco del 8 (Foto: Reuters)
La alegría de Riquelme, compartida por Javier Mascherano, quien recibió un antológico paso de taco del 8 (Foto: Reuters)

A los 18 minutos del primer tiempo, el rechazo alto de Brasil le llegó a su posición, ubicado en tres cuartos de cancha. Con total naturalidad, en lugar de bajar la pelota, de agregarle un tiempo a la jugada, Juan Román Riquelme la impulsó con el taco izquierdo, dándole un paso preciso a Javier Mascherano; una delicia, un paso de ballet. El mediocampista central cedió para Luis González, su socio aquella noche, quien lo volvió a buscar, como si sus botines estuviesen imantados. Y el enlace se sacó de encima a su marcador y con un remate preciso venció la estirada del gigante Dida.

Aquel 8 de junio de 2005, por la fecha 15 de las Eliminatorias para el Mundial de Alemania, Lionel Messi todavía era un proyecto; deslumbrante, pero proyecto al fin. Al equipo, que mostraba aristas interesantes, lo dirigía José Pekerman. Y lo conducía un Riquelme en estado de gracia. Será que tanta fue la magia invertida, que desde aquel 3-1 de Argentina a Brasil en el estadio Monumental, hace 14 años, la Selección no volvió a vencer a la "Canarinha" en un partido oficial. Esta noche, en el Mineirao, intentará dejar la victoria con el sello de Román en el recuerdo.

La actuación brillante de Riquelme ante la Verdeamarela

Riquelme intuía que podía ser su partido desde la previa. "Argentina es mejor y vamos a ganar", declaró, convencido. Y eso que enfrente estaban, por ejemplo, Cafú, Roberto Carlos, Kaká, Ronaldinho, Robinho y Adriano. Además de la obra de arte que llevó su firma, Riquelme estuvo presente en los dos goles de Hernán Crespo. En el primero, a los cuatro minutos de juego, limpió la jugada para "Lucho" González, quien habilitó al actual entrenador de Banfield para que rematara bajo y celebrara el 1-0. Y antes del epílogo de la primera etapa, cedió rápido para que Saviola enviara un centro para la palomita de Crespo.

Roberto Abbondanzieri; Fabricio Coloccini, Roberto Ayala, Gabriel Heinze; Luis González; Javier Mascherano, Juan Pablo Sorin, Cristian González; Juan Román Riquelme; Javier Saviola y Hernán Crespo fueron los titulares en la citada victoria histórica. Luego ingresaron Javier Zanetti y Carlos Tevez.

Sus conquistas internacionales en Boca (Copas Libertadores 2000, 2001 y 2007), con batallas épicas ante rivales brasileños incluidas, sumadas a aquella actuación brillante en el Superclásico de las Américas, provocaron una multiplicación de riquelmes del otro lado de la frontera, a pesar de la rivalidad futbolística entre los países.

Según un informe del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), más de 14.000 niños fueron anotados como Riquelme o Rikelme en Brasil durante la década pasada, justo cuando exhibió su mejor versión. La que sufrió la Verdeamarela en el Monumental en junio de 2005.

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