Pisculichi, el héroe que se hizo ringtone ante Boca en la Sudamericana 2014: "River aparece en las finales"

El hoy mediocampista de Argentinos marcó su carrera para siempre con el gol que definió aquel cruce clásico: "No me lo voy a olvidar más". A pesar del mal momento de su ex equipo, asegura: "Estoy convencido de que River puede hacer un gran partido"

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"¡Qué viva el fútbol, Pisculichi"

Un gol puede marcar una carrera. Leonardo Pisculichi, por ejemplo, edificó una trayectoria de 16 años en la elite del fútbol, con Sudamericano y Mundial Sub 20 incluidos, aventuras en España, China, Qatar, Brasil y tres años con la camiseta de River. Dentro de 20 años, la asociación directa a Leonardo Pisculichi será aquella conquista en la semifinal de la Copa Sudamericana de 2014.

No se trata de una simplificación. El "que viva el fútbol, Pisculichi" del relato se transformó en ringtone, mascotas pasaron a ser bautizadas con su peculiar apellido, los hinchas de River lo terminaron de adoptar como tropa propia, le abrieron la puerta del edén de los elegidos.

Cara interna, botín izquierdo. Corrían 16 minutos de la primera etapa del partido de vuelta de la semifinal de la Sudamericana, y Piscu convertía el gol que lo definirá cuando se escriba la historia del fútbol de la década. Luego, lo conocido, el 1-0 en el Monumental (el encuentro de ida en La Bombonera había finalizado 0-0) catapultó al Millonario a la final, la historia terminó en vuelta olímpica, la primera de la era Gallardo.

A los 34 años, Pisculichi continúa haciendo gala de su pegada en Argentinos Juniors ("mi casa, donde me crié"), que en la fecha 18 de la Superliga, hace apenas una semana, casualmente, le ganó a Boca 2-0 en el estadio Diego Maradona. El enlace, lesionado, lo observó desde afuera, pero fue suficiente para analizar las claves para vencer al clásico adversario de su ex equipo.

"Argentinos tiene una forma de juego a la que no renuncia más allá del rival que tenga enfrente. Si vos conseguís robarle la pelota al rival, tenerla, vas a ser más peligroso. Es parecido a lo que intenta Gallardo en River", detalla ante la consulta de Infobae, e induce a la comparación natural.

Es que el miércoles, desde las 21.10, en el estadio Mundialista de Mendoza, una vez más, River y Boca, Boca y River se enfrentarán sin revancha de por medio, como en aquella Sudamericana 2014. Hace cuatro años fue por el acceso a una final; el 14 de marzo, definirán quién ganará la Supercopa Argentina.

El contexto del duelo está marcado por los números: en la Superliga, Boca le lleva 23 puntos a River en la tabla de posiciones; tiene el doble de unidades. Para Pisculichi, la distancia se justifica en que "River estuvo enfocado en la Copa Libertadores y dejó de lado durante un tiempo el torneo local. Pero en River siempre tenés que estar a la altura. Y tiene un gran grupo y un gran director técnico".

infobae

Sin embargo, con conocimiento del paño, el mediocampista ofensivo advierte: "Estoy convencido de que River va a hacer un gran partido y lo va a sacar adelante. Es un equipo que aparece en las finales".

Aquel 27 de noviembre de 2014 generó el lazo eterno con el Millonario, más allá de su afecto y evidente compromiso con el Bicho. "Va a quedar en mi cabeza para siempre, dejar afuera a Boca de la Sudamericana, con la cancha explotada de hinchas de River… No me lo voy a olvidar más".

Sabe, además, que los sentimientos son recíprocos. "Soy un agradecido por el cariño que me han brindado y todavía me brindan los hinchas de River. Por suerte me salieron bien las cosas, tanto en la Sudamericana como en la Libertadores", argumenta.

Más allá del epílogo con escándalo, del episodio gas pimienta en La Bombonera, Pisculichi también subraya la eliminación a Boca en la Libertadores 2015, en la que River también terminó festejando el título. "El que vio los dos partidos entiende que fuimos superiores. Y que la diferencia estuvo en el juego, no en otro lado", remarca.

(NA)
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Más allá de las vinculaciones emocionales, son varios los ex compañeros de River con los que mantiene el contacto y la amistad, hecho que fortalece su deseo de que la Supercopa Argentina pase a habitar las vidrieras de Núñez. "Solemos mensajearnos con Leo (Ponzio), Maidana, Rodrigo (Mora)", nombra a varios miembros de la vieja guardia. Aunque aclara: "Esta semana no, porque no quise molestarlos".

¿Y qué partido juega en su cabeza, más allá de que en esta oportunidad no se calzará los botines, sino que lo observará como espectador interesado? "Todos los clásicos entre River y Boca son una final, aunque no haya un título de por medio. Va a ser duro, trabado, juega mucho la cabeza", dice.

Piscu agradece la ovación que recibió cuando volvió al Monumental con la casaca del “Bicho”
Piscu agradece la ovación que recibió cuando volvió al Monumental con la casaca del “Bicho”

Y la llave del duelo, en su pizarrón, siempre la tiene el mismo cerrajero. "En los clásicos cerrados se juega menos de los esperado. Pero tiene más chances el dueño de la pelota, el que la tenga mayor cantidad de tiempo y sepa cómo usarla", asegura. Como supo su pie zurdo aquel 27 de noviembre de 2014, para marcar su carrera para siempre.