Diario de la peste 30: Un pasaporte para entrar en casa

Día a día, el gran escritor portugués y maestro del texto breve busca poesía en el sombrío mar de la cuarentena. Infobae reproduce sus columnas, que son originalmente publicadas por Expresso y que, traducidas por Paula Abramo, tomarán forma de libro en Interzona

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Una señal de tráfico en la frontera entre Estados Unidos y México durante el brote de COVID-19 en San Diego, California, Estados Unidos. 21 de abril de 2020. REUTERS/Mike Blake
Una señal de tráfico en la frontera entre Estados Unidos y México durante el brote de COVID-19 en San Diego, California, Estados Unidos. 21 de abril de 2020. REUTERS/Mike Blake

21 de abril de 2020

Imaginar un pasaporte para entrar en casa.

Trump anuncia "la suspensión de la inmigración, una medida sin precedentes en Estados Unidos".

Un café en la mañana, Nescafé clásico; después otro.

"Esta medida no se decretó ni siquiera durante la Segunda Guerra Mundial."

Vuelos cancelados en Europa, las fronteras de nuevo, etc.

Parece que los vencejos pueden permanecer en el aire hasta 10 meses sin bajar a tierra.

Un sistema práctico en 2020.

Con dos cafés, la mañana empieza a tener el mínimo de luz que exige la cabeza de un sujeto vivo.

Alguien habla de tragarse el mundo y luego escupirlo.

Nadie que venga de fuera puede entrar.

Cualquiera es un potencial enemigo.

El bunker es una arquitectura de la política a partir de Marzo de 2020.

Aplicar el sistema a cada estado, después a cada ciudad, después a cada barrio, después a cada casa.

La casa: nadie que venga de fuera puede entrar. Prohibir la inmigración.

Llegado un límite, sólo los que vienen de adentro pueden entrar.

Pero quien viene de dentro no puede entrar, eso sería muy tonto, ya está ahí adentro.

Mostrar el pasaporte desde afuera, en la ventana, para que se pueda abrir la puerta.

Figura ambigua de Jastrow: la mirada te engaña.

Si miras a la izquierda, ves un pato; si miras a la derecha, un conejo.

No sirve de mucho.

El festival de cerveza Oktoberfest cancelado.

El Papa posterga la Jornada Mundial de la Juventud hasta 2023.

Y el petróleo vendido este lunes a precios negativos.

Toda esta mezcla de noticias de alta y baja importancia a todo galope es una forma de censura mediante la velocidad.

La velocidad tapa, con la ventaja de que parece mostrar.

No se tapa ni se oculta lo importante: basta infundir velocidad a las patas o al motor de lo importante para que salga rápido de escena.

¿Cuántos muertos hoy y en cuánto quedó al final el partido? ¿2-0?

Un video de Bob Dylan y Jonny Cash cantando Wanted Man, voz grave y letra desordenada.

Take 1.

Proyecto de vida: que la última toma sea la mejor.

Manu Chao en la misa hippie diaria cantando Maneiras con acento:

Se eu quiser fumar, eu fumo

Se eu quiser beber, eu bebo

Eu pago tudo que eu consumo

Com o suor do meu emprego

Confusão eu não arumo

Diario de ayer.

Mi traductor Daniel Hahn me sugirió otra versión.

Le preguntaron a Isaac Bashevis Singer por qué seguía escribiendo en yiddish si todos los que podían leer en esa lengua habían sido eliminados en los campos de exterminio.

Y él habrá respondido que cuando resuciten van a necesitar algo que leer.

Una pausa para mirar a un lado y respirar: 1, 2.

Hacer libros en la lengua de los que fueron exterminados.

No por simbolismo, sino por creer en la resurrección.

Ayer murió un familiar.

La muerte en el sueño es casi sueño pero no es sueño.

Creer en una lengua individual: cada ser humano tiene una lengua que es solo suya y no de la multitud.

Escribir en la lengua de cada uno de nuestros muertos.

Demasiado inteligente para llorar, dijeron alguna vez.

Leo Elementos de la psicopatología.

Establezco por mi cuenta y riesgo una estrategia para permanecer sereno en medio del tumulto, y en tumulto en medio del pasmo.

12 de abril de 2020, hay días que tienen un agujero negro.

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