El economista que quiere erradicar el desempleo con un número clave de la naturaleza

Alejandro Sewrjugin argumenta que blockchain podría resolver las diferencias económicas existentes

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Alejandro Sewrjugin
Alejandro Sewrjugin

Colaboración de Victoria Novillo Saravia

La Economía FI, también conocida como la Economía de la Abundancia o la Economía por Propósitos, se postula como la economía del futuro y propone las herramientas de la tecnología blockchain para dar solución a los principales problemas de la humanidad.

Sewrjugin sostiene que los modelos económicos vigentes, desde el capitalismo hasta el comunismo, exacerban los problemas sociales debido a se basan en un concepto del trabajo que carece de sentido para la gran mayoría de los seres humanos, en un concepto del dinero que al no tener respaldo se presta a la inflación, y que al concentrar las decisiones en poca gente, son propensos a la corrupción y a favorecer a una minoría.

Si bien las criptomonedas resuelven muchas de las distorsiones causadas por el dinero fiat y la centralización, la Economía FI de Alejandro Sewrjugin va más allá, y propone un algoritmo que rija la masa monetaria y su distribución de forma tal que la diferencia entre el más rico y el más pobre no supere el número FI (1,62). Dicho ratio es conocido como La Divina Proporción; de alguna manera está siempre presente en la morfología de los seres vivos y en los procesos de la Naturaleza, tiene infinidad de propiedades geométricas y matemáticas y aunque es conocido desde la antigüedad y se ha aplicado en todas las disciplinas, según Sewrjugin, esta es la primera vez que se aplica para equilibrar la economía.

Así, su propuesta implica una redistribución de la riqueza generada por el sistema que premiará a los innovadores que la generen asegurando a su vez un Ingreso Básico Universal a todos aquellos cuya riqueza caiga por debajo del mínimo establecido por FI. "Esto permitirá a las personas dedicarse a aquello que elijan sin las restricciones que significa asegurarse un ingreso", dice. De ahí que el modelo se conoce también como "Economía de los Propósitos", un sistema inclusivo, colaborativo, donde se produce sólo lo que se necesita y el valor de lo producido no está regulado por unos pocos sino validado por la comunidad toda.

Lejos de considerarse comunista, Sewrjugin argumenta que este sistema es la solución para el inexorable aumento del desempleo.

“En el futuro, todos los trabajos manuales serán ejecutados por robots, y las decisiones de la gerencia media serán tomadas por algoritmos. Los seres humanos nos dedicaremos a resolver cuestiones como el calentamiento global, la cura de enfermedades, o al arte”, pronostica.

"La blockchain nos permitirá interactuar peer-to-peer, sin Estados intermediarios, fomentando la construcción de comunidades globales con objetivos en común. La clave está en orientar los esfuerzos individuales en satisfacer necesidades genuinas, y en condicionar la emisión de moneda en base al éxito de esos esfuerzos, —explica—. Se invierten las prioridades: hoy emitimos moneda y acumulamos riqueza para luego generar valor, mientras que la Economía Fi propone generar valor, que luego será recompensado con moneda".

El postulado pretende evitar quitarle a unos para darle a otros, que es lo que para Sewrjugin siempre impedirá que los sistemas actuales puedan seguir siendo sostenidos en el tiempo. "Los impuestos capitalistas son arbitrarios y distorsivos y desalientan la innovación, al igual que la redistribución de ingresos indiscriminada del comunismo", dice.

Dado que los problemas de la humanidad (el hambre, el calentamiento global, el agua y todos los Desafíos del Milenio de la ONU) son tantos, Sewrjugin argumenta no sólo que no habrá falta de trabajo como auguran otros, sino que están dadas las condiciones para que todos seamos ricos en proporción a la ambición y al trabajo de cada uno, y por eso llama también a su modelo, en el que no hay competencia por los recursos como ocurre actualmente, sino colaboración en la producción de valor, "La economía de la Abundancia".

Sewrjugin está trabajando en este proyecto desde hace cinco años; en diálogo con Cripto247 explica los últimos avances y adelanta sus próximos pasos.

Hay una enorme distancia entre la teoría y la posibilidad de implementarla. ¿Cuáles son los pasos a seguir para avanzar en ese sentido?

Lo primero es divulgar y expandir esta idea en emprendedores, empresas y personas para promover los proyectos de bien común basados en criptomonedas, ya que esa es la base necesaria para luego implementar el algoritmo FI. Me he propuesto trabajar en cinco niveles: gobiernos, universidades, emprendedores, eventos académicos y arte. Creo que el arte es clave porque uno de los principales requisitos para que la sociedad abrace el modelo, es un cambio de mentalidad y de valores. El arte es un idioma universal, el canal por excelencia para transmitir ideas nuevas, generar debate, y concientizar. Estamos trabajando en un documental sobre proyectos en el mundo que ya funcionan y que se multiplican día a día, y organizando un Festival en Mayo de 2019, donde coincidirán el arte (recitales con músicos que estén en consonancia con esta propuesta), espacios de capacitación (sobre Blockchain, criptomonedas y cómo sumarse a proyectos de bien común) y prácticas restaurativas para construir una sociedad más solidaria y concientizar sobre la importancia de los recursos, de nuestro planeta y del "otro" como actor fundamental en la construcción de valor. Será una forma de "festejar" lo que la Blockchain realmente promete y ya está logrando. Vendrán referentes de todas partes del mundo como la gente de Sirin Labs de Israel, que desarrollaron un sistema operativo encriptado para celulares y billeteras no hackeables, Susanne Tempelhof, fundadora de BitNation, Calum Chace, el autor de "The Economic Singularity", y de Bitcoin Argentina/Latinamerica, GorByte, WABA Network, Kidner Project, o Nogaplus…

¿Cuáles han sido los principales críticos y con qué argumentos cuestionaron tu teoría?

Los principales críticos son los economistas, porque temen lo que pasaría si las criptomonedas reemplazaran a los Bancos Centrales y a los bancos en general. Yo pienso que no es tan así. Lo que ocurre, es que nos vamos dando cuenta de las fallas que tienen, y de las distorsiones que producen. Y de que esta nueva tecnología puede ayudarnos a transformar eso. Pienso que algoritmos, alimentados por información del mercado (flujos monetarios, emisión de criptomonedas, precios, salarios, ingresos per cápita y diferentes variables que los economistas pueden ir trabajando) y con inteligencia artificial que les permita ir aprendiendo, sin dudas pueden operar mejor que los bancos. El economista que antes trabajaba en un banco, mañana estará con la gente que alimenta esos algoritmos. Es la CriptoEconomía (la integración entre tecnología y economía), la que nos permitirá salir de crecimientos de pocos puntos porcentuales y crecer a niveles exponenciales. Te pregunto: ¿te imaginás una Economía de crecimiento exponencial y perpetuo? ¿y que tenga embebida en su lógica, una distribución correcta del valor generado, manteniendo la ambición y la voluntad de innovar y progresar? Esto es lo que podemos crear abrazando este nuevo tipo de ideas y de procesos.

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