En la Asamblea Popular de la democracia energética en el Caribe que se llevó a cabo en Barranquilla, Atlántico, el presidente de la República, Gustavo Petro, habló sobre el futuro energético de la región.
Durante su intervención, destacó las dificultades que ha tenido en el manejo de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) y la falta de herramientas que tiene la entidad para atender las problemáticas energéticas del país
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A su vez, dijo que la intervención del Gobierno nacional a la empresa eléctrica Air-e corresponde al objetivo de garantizar el servicio de energía en los departamentos de Atlántico, Magdalena y La Guajira, que es “es nuestra responsabilidad”.
De igual manera, habló sobre la controversia en torno a la denuncia que el exministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, interpuso contra el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, y Nicolás Alcocer, su hijo adoptivo, por intentar incidir en la hidroeléctrica de Urrá.
El jefe de Estado solicitó al ministro de Minas, Andrés Camacho, investigar de manera inmediata los hechos para determinar la culpabilidad de los acusados. Sin embargo, aseguró que Nicolás Alcocer no es culpable de las acusaciones, porque conoce de sus valores como persona.
“La investigación la necesito para ya. Ahí pusieron a un hijo mío, que yo críe, en un dizque escándalo, ‘a lo prensa’, de Urrá, pero usted, yo y muchos en el Gobierno, deben saber que a Urrá se la están robando, es ahora y desde antes (…) a veces echamos la culpa al que no tiene nada que ver”, subrayó Petro.
Así las cosas, aseguró que los principales culpables de las alzas en los recibos de la luz, que están desangrando los bolsillos de los colombianos, son los intermediarios que inflan de manera excesiva el precio por kilovatio que empresas como Air-e pagan.
“La manera de robarse la energía del país es por medio de unos intermediarios a los cuales le venden la energía a 220 pesos el kilovatio por hora y estos van sin hacer un trabajo a Air-e y le cobran 880 y por eso le cobran esos precios a los colombianos”.
En ese sentido, reiteró que los que se quedan con el excedente que pagan los colombianos son las empresas en medio del proceso, por lo que instó a Camacho a averiguar quienes son los responsables del enriquecimiento a costa de miles de personas.
Petro y su reacción al hundimiento de la reforma tributaria
En el mismo evento, el gobernante de los colombianos habló sobre los hilos que se movieron tras bambalinas para que la reforma tributaria o ley de financiamiento con la que el Gobierno buscaba recaudar $9,8 billones para financiar el Presupuesto General de la Nación (PGN) de 2025, se hundiera en el Congreso de la República. Para Petro, el principal artífice de esta derrota para su administración fue el exvicepresidente Germán Vargas Lleras.
Según el primer mandatario, el líder político obligó a los congresistas oriundos del Caribe que pertenecen a su partido a votar en contra de la propuesta, lo que catalogó como una grave traición a los habitantes de esa región.
“La clase política del Caribe prefirió traicionarlos, porque les pareció más valioso defender los oscuros intereses de los juegos de suerte y azar que defiende el señor Vargas Lleras, por lo cual casi que le puso bozal a los parlamentarios costeños de Cambio Radical para votar en contra de su pueblo”, aseveró haciendo referencia a la reforma tributaria y su propuesta de que este sector pagara $2 billones en impuestos.
Por eso, Gustavo Petro envió un mensaje de reflexión a la clase política caribeña que prefirió “votar en contra de una iniciativa que no solo buscaba aumentar los recursos para la salud, sino que también buscaba bajar las tarifas de energía en el Caribe, por no querer ir en contra de Vargas Lleras y las personas que juegan con la vida de los colombianos”.