La historia de la ganadora de Protagonistas de Nuestra Tele que ahora vende dulces típicos en Barranquilla

La historia de María Angélica no es la única. Óscar Naranjo, otro participante del mismo programa, pero que estuvo en él en un año diferente al de María Angélica, también estuvo vendiendo comida en las calles, específicamente, en la vía Sincelejo

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Tal y como deja ver en fotografías y videos, ella misma atiende su negocio y sirve a quienes se ven atraídos por sus preparaciones
Tal y como deja ver en fotografías y videos, ella misma atiende su negocio y sirve a quienes se ven atraídos por sus preparaciones

En el año 2010, María Angélica Salgado se convirtió en la ganadora del programa de televisión Protagonistas de Nuestra Tele, aquel que buscaba encontrar las caras que se apoderarían de las nuevas producciones de la pantalla chica del país. Luego de 13 años de aquel acontecimiento, se conoció, recientemente, a qué se ha dedicado la actriz en los últimos años. Además de seguir dedicada a las artes escénicas, también le entrega su tiempo a un negocio personal de alimentos.

A través de sus redes sociales, la actriz comparte información de los productos que ofrece. En una de sus más recientes publicaciones en Instagram comentó que se encuentra vendiendo dulces. “Recuerden que tenemos para todos ustedes nuestros deliciosos dulces de Ñame, Corrozo, Papaya, Mango, Piña, Mongo Mongo, Tres leche, Arequipe, Leche cortada, Piña, Coco con Leche, Guandu, Mani, Piña con Coco, Guanábana, Mamey, Platano, Icaco, Grosella, Tomate, oArequipe con Coco, Papa, Yuca. Cocadas, Alegrías y Enyucados”, destaca.

Tal y como deja ver en fotografías y videos, ella misma atiende su negocio y sirve a quienes se ven atraídos por sus preparaciones.

Esta no es la primera vez que se habla de los emprendimientos de comida que ha tenido Salgado. En el año 2017, el programa La Red, del Canal Caracol, publicó videos de ella vendiendo productos fritos en Bogotá. “Actriz colombiana fantástica, que se ganó un reality de talento, vendiendo sus productos típicos de Barranquilla y la pilló el Fisgón aquí en la ciudad de Bogotá. Nosotros ya la habíamos visto a ella en una calle de Barranquilla vendiendo cocadas (...) es una mujer berraca, trabajadora que no se vara en la medida que no le sale trabajo como actriz”, dijo el presentador Carlos Giraldo.

“Esto indiscutiblemente nos demuestra que esta mujer está hecha de acero y cuando se trata de ponerse el delantal, se pone el delantal”, añadió, por su parte, otra de las conductoras del programa, Mary Méndez.

La historia de María Angélica no es la única. Óscar Naranjo, otro participante del mismo programa, pero que estuvo en él en un año diferente al de María Angélica, también estuvo vendiendo comida en las calles, específicamente, en la vía Sincelejo
La historia de María Angélica no es la única. Óscar Naranjo, otro participante del mismo programa, pero que estuvo en él en un año diferente al de María Angélica, también estuvo vendiendo comida en las calles, específicamente, en la vía Sincelejo

En una entrevista con el programa La Movida, la misma María Angélica comentó: “Yo no me estoy muriendo de hambre, yo amo hacer esto y desde que tú estés feliz haciendo esto, lo demás no importa”. En aquel momento destacó a que en un día podía llegar a venderse entre $350.000 y 500.000 pesos.

Al ganar el concurso del Canal RCN, a María Angélica le otorgaron un contrato de trabajo con esa cadena de televisión y un año de formación en una escuela del canal (CREA). Según dijo ella misma, fuera de eso no le salieron mayores oportunidades de trabajo. Fue años después cuando pudo participar en una serie del Canal Caracol llamada ‘La esclava blanca’, entre otros proyectos.

La historia de María Angélica no es la única. Óscar Naranjo, otro participante del mismo programa, pero que estuvo en él en un año diferente al de María Angélica, también estuvo vendiendo comida en las calles, específicamente, en la vía Sincelejo.

En una reciente entrevista con el programa matutino de RCN, Buen Día Colombia, comentó que su vida, en la actualidad, gira en torno al cristianismo. Al conocer a Dios, dice él mismo, se alejó de diferentes cosas de su vida, por ejemplo, de su homosexualidad. Ahora vende rosquitas y diabolines en su natal Chinú, Córdoba. También le ayuda a su mamá en la venta de pulseras artesanales.

“En mi vida laboral vendo rosquitas y diabolines por las calles. No quiero quedarme vendiendo en las calles, también anhelo tener mi propio local y tener mi propia empresa. Ser un gran empresario para la gloria del señor”, dijo el joven , con anterioridad, a través de su perfil en la red social TikTok.