Estos son los alimentos y bebidas a base de cannabis que se podrán consumir en Colombia

Hasta diciembre de 2022 había 165 licencias de fabricación de derivados del cannabis en estudio para ser aprobada su comercialización en 42 ciudades distintas

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Lomitos de atún en aceite de cáñamo es uno de los productos que se comercializarán en el país. (Getty Images)
Lomitos de atún en aceite de cáñamo es uno de los productos que se comercializarán en el país. (Getty Images)

El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) autorizó el registro sanitario de cuatro productos alimenticios que tienen como base de preparación el cannabis para su fabricación y venta en el país.

Con esto, Colombia sigue dando pasos en materia de política de drogas y las industrias que de estsa se pueden desprender. Es así que alimentos como atún, pan, zumos y bebidas energizantes entraron en este registro.

Se trata de los productos: lomitos de atún en aceite de cáñamo; trozos de atún en aceites de cáñamo; pan variedades con café, cannabis, frutos secos y semillas; jugo o zumo de fruta de naranja y zanahoria con adición de CBD que se suman a la bebida energizante-cannabis energy drink.

Además, el Invima anunció los indicadores sobre el nivel de concentración que deben tener los alimentos que contienen los derivados del cannabis, tales como el Tetrahidrocannabinol (THC) y el Cannabidiol (CBD).

“Para este tipo de productos la concentración de cannabinoides permitida, en el caso de los productos que tengan THC, no podrá contener una cantidad igual o superior al límite de fiscalización señalado por el Ministerio de Salud que corresponde al 0.2%”, aseguró la entidad.

Asimismo, el Invima destacó que para conseguir la autorización de venta se deben seguir los mismos pasos que los alimentos o bebidas convencionales, sin que se generen condiciones o requisitos adicionales para los ciudadanos.

Apuntó, también que para los alimentos o bebidas con CBD se debe tener en cuenta la normatividad. “Transitoriamente los alimentos y bebidas alcohólicas no deben contener CBD, por lo que su resultado analítico deberá ser no detectable”, afirmó la entidad en el documento.

En la práctica, la expedición de estos permisos implica que los alimentos pasaron por estrictas evaluaciones de seguridad y calidad que garantizan que son adecuados para los consumidores. De hecho, la emisión de estos permisos está avalada desde hace varios años y, en el documento publicado por el Invima, se lee que la entidad está actuando bajo lo dispuesto en el decreto 811 del 23 de julio de 2021 del Ministerio de Salud.

Hasta diciembre de 2022 había 165 licencias de fabricación de derivados del cannabis en estudio para ser aprobada su comercialización en 42 ciudades distintas, entre ellas: Medellín, Bogotá, Villavicencio, Manizales, Pereira, Armenia y Cartagena. Así mismo, otras 83 licencias se encuentran vigentes provenientes de empresas con sede en 30 ciudades diferentes, entre las que se encuentran.

Finalmente, estas autorizaciones están motivadas por el interés de hacer cambiar la percepción negativa que se tiene de la planta. Si bien es cierto que el cannabis es visto como sinónimo de decadencia, con este nuevo mercado podría pasar de eso a convertirse en un producto formal de venta libre para los colombianos.

Cannabis medicinal

El Invima no ha sido la única entidad del Estado que ha incorporado a sus políticas los productos a base de cannabis. Pues hace poco se conoció que el Ministerio de Salud incluyó los medicamentos que tienen ese componente dentro del Plan de Beneficios en Salud (PBS).

El hecho de que haya un grupo de fármacos incluidos en el PBS significa que son financiados con la Unidad de Pago por Capitación (UPC), el dinero que les gira anualmente el Estado a las EPS para atender a cada uno de sus afiliados. Es decir que el sistema de salud cubre esos medicamentos.

Así pues, el cannabis medicinal podrá ser recetado por los profesionales médicos para tratar a pacientes que presenten condiciones de salud como fibromialgia, epilepsia refractaria, trastorno del sueño y del apetito, insomnio crónico, dolor crónico no asociado al cáncer, dolor neuropático crónico, dolor crónico asociado al cáncer y caquexia por cáncer.