Siete mujeres víctimas de explotación sexual fueron rescatadas en Cañete

Las víctimas debían trabajar para ‘pagar una deuda’ de 15 mil soles por distintos servicios que realizaban en Chilca. Entre las rescatadas se encontraba una menor de edad.

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Los operativos de la PNP se realizaron en Chilca, Cañete. |Foto: La República
Los operativos de la PNP se realizaron en Chilca, Cañete. |Foto: La República

Un grupo de agentes de la Dirección contra la Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes (DIRCTPTIM) de la Policía Nacional del Perú realizó un trabajo de investigación en Chilca, Cañete, donde lograron rescatar a siete mujeres víctimas de explotación sexual. Los presuntos proxenetas de nacionalidad extranjera habrían captado a una menor de edad procedente de Venezuela.

“Cuando pienso en eso, me invade la desesperación, la soledad de saber que no le importas a nadie, que tu vida se diluye, que no puedes pedir ayuda, que estás atrapada”, aseguró la menor de 17 años a La República.

El grupo policial venía realizando una investigación por trata de personas e identificaron que una pareja venezolana se dedicaba a explotar sexualmente a un grupo de mujeres. Según información proporcionada por Manuel Díaz Banco, coronel de la PNP, Oscar Nabad Alexander Covo Gonzales, de 25 años y Karla Karina Valladares Corredor, de 27 años, fueron detenidos al sur de Lima, en el jr. San Pedro, mz. 21, lote 1, centro poblado Chilca, provincia de Cañete.

Los agentes de la división de Trata de Personas aseguraron que quedó probada la captación, el traslado, la recepción, el acogimiento y la explotación sexual de las siete mujeres, quienes se encontraban en estado de vulnerabilidad. Asimismo, indicaron que las tenían presas porque debían pagar una deuda que habrían generado en Cañete por los traslados, alimentos y vivienda.

“Ellas, además, hablaron una y otra vez del sistema de deudas y multas al que estaban sometidas como manera de tenerlas retenidas: deudas de pasaje, vivienda, ropa, zapatos, y hasta preservativos, objetos que les llevaban al bar y que les cobraban mucho más que el precio de mercado”, aseguró Ulises Guillén Chávez, jefe de la dirección policial mencionada a La República.

Guillén Chávez también aseguró que los pagos que estas estaban obligadas a realizar se basaban, además, en supuestas multas que se generaban con los clientes. “Las multas eran por llegar tarde al servicio, no limpiar las habitaciones o por quejas de los ‘clientes’”, añadió.

DENUNCIARON ANÓNIMAMENTE

El coronel a cargo de la investigación, Manuel Díaz Barco, también comentó respecto a la investigación y trabajo de seguimiento. En esta línea, informó que efectivos de la DIRCTPTIM atendieron una llamada anónima. En esta, una persona facilitó información respecto a un bar en Chilca que funcionaba de forma clandestina, donde una pareja de venezolanos estaría ejerciendo el proxenetismo con un grupo de mujeres extranjeras y peruanas; además, advirtieron que una menor de edad también se encontraría entre las captadas.

Al término de esta llamada, miembros de la División de Investigación de Trata de Personas y de la División de Inteligencia comenzaron las labores de investigación para realizar una intervención en la ubicación del bar denunciado. Tras días de observación, estos lograron asegurar que el lugar era utilizado para otros fines, puesto que identificaron el ingreso y salida de hombres y mujeres de distintas edades con bastante frecuecia.

Operación policial en Cañete.|Foto: PNP
Operación policial en Cañete.|Foto: PNP

Los efectivos, tras las labores mencionadas, procedieron a intervenir el local donde encontraron mesas y bebidas alcohólicas. Estos, a su vez, aseguraron que el bar funcionaba en el primer nivel y poseía una barra para consumir alcohol. En el ambiente se logró identificar a las seis mujeres adultas y la menor de edad.

HABLAN LAS VÍCTIMAS

Las víctimas de los proxenetas aseguraron que la pareja de extranjeros se dedicaba a la administración y realizar actos ilícitosen el bar clandestino. En este, operaban desde las 2:00 p.m. hasta las 3:00 a.m. Durante la atención del local, la pareja iba captando potenciales clientes, quienes optarían por contratar servicios sexuales. Los futuros ’clientes’ debían gestionar el encuentro con Oscar Covo, quien cobraba S/ 150.00 por una hora y/o S/ 400.00 por toda la noche con una de las víctimas.

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