Más mascotas, menos comida: el consumo de carne de perro en Corea del Sur ha disminuido drásticamente

El pasado mes de noviembre las autoridades de Corea del Sur desmantelaron el mercado de Taepyeong-dong, en la localidad de Seongnam. Se trataba del matadero de perros más grande del país, donde anualmente se sacrificaban más de 80.000 caninos.

La clausura del polémico mercado, donde se asesinaban perros colgados, electrocutados y golpeados para el consumo humano, es consecuencia de un cambio cultural en las costumbres culinarias del país.

Entre 2005 y 2014 el número de restaurantes surcoreanos que sirven carne de perro en su menú decayó un 40%. La presión internacional y de activistas por los derechos animales ha rendido frutos, además de una campaña nacional para desincentivar el consumo.

Como sucede en varias naciones asiáticas, en Corea de Sur el perro forma parte de la gastronomía popular, sin embargo cada vez es menos aceptado. En 2015 un 44% de los encuestados por Gallup aseguraba que "no comería carne de perro", en tres años ese porcentaje se incrementó a 70%.

Para la asociación de defensa de los derechos animales KARA, el cierre del mercado de Taepyeong-dong fue un "hecho histórico" que podría derivar en más clausuras.

"Abrirá la puerta a más cierres de mataderos de carne de perro en todo el país, acelerando el declive de la industria de la carne de perro en general", expresó KARA sobre el mercado que surtía el 30% del total de la carne que se consumía en el país.

Para Humane Society International (HSI) el matadero utilizaba métodos "horribles" para contener y asesinar a los animales.

HSI ha comenzado a trabajar con granjeros de perros para que puedan encontrar un nuevo nicho productivo ante la debacle de su industria.

"Realmente se siente como un hito (el cierre de Taepyeong-dong) en la desaparición de la industria cárnica del perro en Corea del Sur y envía un claro mensaje de que esta es cada vez más desagradable ante la sociedad coreana", explicó Nara Kim de HSI a CNN.

"Hemos trabajado con 13 agricultores y todos vinieron a nosotros y nos pidieron ayuda porque admiten que esta industria se está muriendo", agregó.

Los representantes en Seúl han propuesto dos iniciativas de ley que representarían la estocada final a la industria del consumo de carne de perro. Por una parte buscan que los perros salgan de la categoría de ganado, y por otra que se prohíba alimentarlos con desperdicios de comida, una práctica común en las granjas de perros.

A la par de la disminución en el consumo de carne de perro, la industria de las mascotas ha ganado terreno. Actualmente en Corea del Sur uno de cada cuatro adultos posee un animal de compañía, la mayoría perros y gatos, y gasta en promedio USD$ 90 para sus cuidados mensualmente.

Con negocios de estética y artículos para perros, la industria de las mascotas en el país pasará de un valor de USD$ 1,14 mil millones en 2013 a USD$ 5,4 mil millones para 2020, según estimaciones de NongHyup, la Federación Nacional de Cooperativas Agrícolas.

En la región, no solo Corea del Sur está cambiando el paradigma para los perros, Taiwán y Hong Kong, también han legislado para regular su consumo. China sigue siendo el principal objetivo para las organizaciones de defensa de los derechos de los animales, pues festivales polémicos como el de Yulín dejan ver que aunque el consumo ha bajado, tradicionalmente el respeto a los derechos animales sigue siendo ignorado.

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