Vacuna COVID-19 en México: en las primeras 24 horas aplicaron 2,924 dosis, pero una se desperdició

El subsecretario explicó que es normal que exista un “fenómeno de desperdicio” en los procesos de vacunación

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La enfermera María Irene Ramírez recibe la primera inyección de la vacuna de Pfizer contra el COVID-19 en el Hospital General,(Foto: Reuters/ Edgard Garrido)
La enfermera María Irene Ramírez recibe la primera inyección de la vacuna de Pfizer contra el COVID-19 en el Hospital General,(Foto: Reuters/ Edgard Garrido)

México celebró este 24 de diciembre la primera vacunación contra COVID-19, la enfermedad de la pandemia que azota el país y le ha quitado la vida a miles de personas. A partir de ese momento comenzó el plan de aplicación del Gobierno Federal y 2,924 dosis fueron aplicadas en las primeras 24 horas.

El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, anunció los resultados del primer día de vacunación y dio a conocer que una de las dosis que debía aplicarse se desperdició porque no contaba con la solución estéril inyectable suficiente.

Por otro lado, recalcó que “el fenómeno de desperdicio” es una situación normal en los procesos de vacunación, por ello se realizan compras con un 10 o 15% extra considerando que “las condiciones de manejo de productos puede hacer que se desperdicie”.

Sobre esa dosis perdida, el funcionario explicó que cada una de las vacunas debe contener tres décimas de mililitros, pero que en ese vial solo había dos décimas de mililitro. “No se puede poner menos dosis a la persona”, señaló.

“La vacuna va a ser gratuita y universal", aseguró López Obrador (Foto: Cortesía Presidencia)
“La vacuna va a ser gratuita y universal", aseguró López Obrador (Foto: Cortesía Presidencia)

Explicó que para aplicar la vacuna es necesario agregar agua estéril inyectable a la concentración en polvo que viene en un frasco, el cual tiene que estar en ultra congelación hasta que se reconstituya con agua.

Ante la falta de dosis, los profesionales prefirieron pedirla a la última persona agendada el día de hoy que acudiera a vacunarse hasta el próximo martes 29 de diciembre.

Fue durante la conferencia matutina del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que se transmitió la aplicación de la primera vacuna. La primer receptora fue la jefa de Enfermería en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital ‘Rubén Leñero’ de la Ciudad de México, María Irene Ramírez, en el el Hospital General de México.

Sin embargo, también comenzaron a aplicarse en el Hospital General Regional No. 2 del IMSS, ‘El Marqués’ y en el Hospital Militar de zona en Toluca, donde se aplicó por primera vez en María del Rosario Lora López, enfermera especialista, y en Daniel Díaz Domínguez, mayor médico cirujano, respectivamente.

“La vacuna va a ser gratuita y universal... va a depender solo de la disponibilidad de la vacuna, porque ya contamos con el presupuesto para la adquisición para todas las dosis que se requieren para vacunar a todos los mexicanos”, reiteró López Obrador.

Una de las dosis que debía aplicarse se desperdició porque no contaba con la solución estéril inyectable suficiente. (Foto: Cortesía Presidencia)
Una de las dosis que debía aplicarse se desperdició porque no contaba con la solución estéril inyectable suficiente. (Foto: Cortesía Presidencia)

Con el inicio de la aplicación México se convirtió en el primer país de América Latina en recibir y aplicar el antídoto contra el COVID-19.

En fechas subsecuentes llegarán más cargamentos de Pfizer al país y, más adelante, se tendrán las vacunas de los otros laboratorios con los que México firmó acuerdos.

Las imágenes de la primera vacunación en el país fueron objeto de críticas pues se aplicó en el brazo derecho. Esto llamó la atención considerando que en el propio manual de la Secretaría de Salud sobre la vacuna contra COVID-19 se explica que esta debe ser aplicada en la cara anterior del brazo izquierdo.

Más allá de ello, la llegada de la vacuna representa “una esperanza” para el país, como destacó López-Gatell. Esta se irá aplicando paulatinamente a los trabajadores de la salud, luego a los adultos mayores, enfermos crónicos, maestros y maestras y así hasta que las dosis puedan ser aplicadas a la población en general.

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