María Elena Álvarez-Buylla, actual directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), es una de las funcionarias que más polémicas ha suscitado por su postura ideológica, pues se ha visto envuelta en diversas controversias gracias a algunas frases, como “ciencia occidental” o “neoliberal”, las cuales se han confrontado con el pensamiento predominante acerca del quehacer científico.
Un ejemplo de esta situación sucedió en 2015, durante un seminario zapatista. En esa ocasión, la investigadora de la UNAM dijo que “la ciencia occidental es la que ha producido los avances más deslumbrantes y, quizá, más inútiles como la llegada a la Luna”.
En esa ocasión también refirió que “en el sistema capitalista neoliberal globalizado, las corporaciones usan a las científicas y su ciencia, nuestra ciencia, y dictan qué se investiga y qué no, además de cómo legitimar sus negocios. Esto es a lo llamo los avances de la hidra disfrazada de ciencia”.
Si bien para la actual funcionara la llegada a la Luna pudo ser un suceso intrascendente, es un hecho que fue de suma relevancia para tecnologías que se utilizan en la actualidad, como los microchips de los teléfonos celulares, los cuales descienden de los circuitos integrados que se usaron en la Computadora de Navegación del Apollo 11.
En la medicina, los aportes de esta misión también fueron relevante, pues en aquel entonces se generaron sistemas de monitoreo biomédico, cuyo fin fue establecer un seguimiento de los signos vitales de la tripulación, tecnología que después sería adoptada por los hospitales. Asimismo, esta misión ayudó en otros aspectos, como la ingeniería y las telecomunicaciones.
No obstante, esta no fue la única ocasión en que Álvarez-Buylla se vio inmiscuida en una polémica por el rechazo a la “ciencia occidental”. En el 2019, ya como directora del Conacyt, estuvo implicada en un enfrentamiento de declaraciones con el científico Antonio Lazcano, quien criticó los recortes presupuestales a los centros de investigación científica.
En un artículo publicado en la revista Science, Lazcano señaló que “la oposición (de Álvarez-Buylla) a la ‘ciencia occidental racional y hegemónica’, podría extinguir las colaboraciones internacionales, ahuyentar a los inversionistas en ciencia y tecnología, y alentar una fuga de cerebros de México”.
Álvarez-Buylla respondió diciendo que pese a los recortes, se habían redirigido recursos a otros fondos para apoyar a la comunidad científica, pero lo que más llamó la atención fue que un día después, Lazcano había sido removido de una comisión dictaminadora encargada de evaluar los informes de los miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Posteriormente, en declaraciones a EFE, el especialista en el origen y la evolución temprana de la vida, dijo que es perturbador un rechazo que se percibe en las autoridades de Conacyt a la llamada “ciencia occidental”.
“Hablar de ciencia occidental es una ridiculez. Por ejemplo, la ciencia contemporánea no puede prescindir del álgebra, de la tradición matemática de origen árabe. Ese conocimiento que viene de muchos pueblos, de muchas culturas, de distintos tiempos”, manifestó.
Por último, la polémica más reciente de la funcionaria se dio en abril de este año, durante la presentación de cuatro ventiladores mecánicos que el Conacyt ayudaría a desarrollar para la atención de pacientes graves de COVID-19.
En esa ocasión criticó el modelo de ciencia neoliberal, pues “impone retos muy grandes al país frente a una epidemia como la que tenemos”. Incluso dijo que algunas de sus características son la capacidad de articulación limitada, la baja eficiencia en innovación, las transferencias millonarias al sector privado, así como el abandono de la ciencia básica.
También mencionó que a partir de esta emergencia sanitaria se podría realizar un replanteamiento del modelo económico en el mundo, debido al impacto que éste tiene en otros ámbitos.
“Creo que esta crisis nos está invitando, y así lo han manifestado muchos científicos en el mundo, a repensar la organización mundial en general, el sistema neoliberal. Esto que estamos viviendo, estoy convencida como muchos y muchas, es un síntoma del fracaso de un modo civilizatorio de un sistema neoliberal”, afirmó.
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