México podría perder el grado de inversión en 2022, de acuerdo con JP Morgan

Aseguraron que el país podría caer en la etiqueta de “ángel caído” si no se aplican las políticas económicas correctas

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(Foto: Reuters/Eric Thayer)
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El impacto económico de la pandemia por COVID-19 ha sido uno de los más duros para México, pues las calificadoras e instituciones financieras no auguran un futuro prometedor para el país en materia de inversiones.

De acuerdo con la financiera JP Morgan, México estaría cerca de perder el grado de inversión en 2022, pues consideran que Andrés Manuel López Obrador y su gabinete, no han hecho gran cosa para mitigar las consecuencias económicas de la pandemia ni por incentivar la llegada de nuevas inversiones al territorio.

Además, aseguraron que México, en ese contexto, terminaría por ser un “Ángel caído”, pues tomaron en cuenta un crecimiento estructuralmente bajo, el desplazamiento de la inversión privada, los retrasos del sector energético, la respuesta decepcionante ante la pandemia y el retraso persistente a una reforma fiscal exhaustiva, de acuerdo con El Financiero.

Las agencias calificadoras asignan el nombre “Ángel caído” a los países o instituciones que perdieron definitivamente el grado de inversión, y la alta probabilidad de impago les dificultaría el acceso a financiamientos.

Actualmente, Petróleos Mexicanos (Pemex), con una deuda financiera de más de USD 100,000 millones, es uno de los “Ángeles caídos” más grandes del mundo, de acuerdo con la calificadora Moody’s en su reporte de mediados de 2020.

Esto quiere decir, que para finales de 2021 o para principios del año 2022, México podría ver la salida de inversiones por hasta un monto de 44.3 mil millones de dólares, de acuerdo con los datos rescatados por Milenio.

(Foto: Reuters/Daniel Becerril)
(Foto: Reuters/Daniel Becerril)

Por otro lado, aseguraron que las elecciones del siguiente año podría provocar un aceleramiento en la llegada de una calificación baja o bien, desencadenar acciones todavía más pracmáticas en un gobierno al que etiquetaron como “populista”.

Sin embargo, no se trata de la primera agencia calificadora que ve un futuro poco prometedor para México. En fechas recientes, Moody’s rebajó la calificación crediticia de México de a “Baa1” desde “A3”. Por si fuera poco, recortó también la de Petróleos Mexicanos (Pemex) de “Ba2” desde “Baa3”.

La calificadora dijo que el recorte a la nota al territorio nacional se debe a que las perspectivas de crecimiento económico del país se han debilitado, al continuo deterioro de las finanzas de Pemex y a una supuesta desmejora en el marco de las políticas públicas.

Fitch Ratings, por su parte, rebajó la calificación soberana de México de largo plazo en moneda extranjera a ‘BBB-‘ desde ‘BBB’, pero mantuvo la perspectiva de la calificación estable por la recesión que causará la enfermedad COVID-19.

Además, agregaron que en ausencia de una respuesta fiscal financiada por la deuda a la recesión económica, es probable que la deuda del gobierno aumente al menos en 6 puntos porcentuales del PIB, a casi el 50%, el más alto desde la década de 1980.

La baja en las calificaciones podría incluso venir desde el mes de diciembre de 2019 cuando la agencia calificadora S&P dijo que dado que mantenía su perspectiva negativa para la nota crediticia de México, había probabilidades muy altas de recortarla en los siguientes 12 meses, predicción que se cumplió, por lo menos en las demás calificadoras.

Sin embargo, la calificadora mantuvo sus notas crediticias para la empresa petrolera estatal Pemex a escala global en moneda extranjera de “BBB+” con perspectiva negativa, así como “A-” con perspectiva negativa en moneda local, así como de tres de sus subsidiarias.

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